Alejandro Valverde: «El ‘picorcito’ del Mundial está ahí»

Valverde fue el mejor corredor español de 2017 / © Fotoideaymedia

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Decir que a orillas del Mediterráneo hace frío un soleado día de finales de enero sería casi un insulto para aquellos que residen en otras latitudes más septentrionales, pero los poco más de 10º que marca el termómetro en Mallorca a última hora de la tarde es, al menos para los usos locales, algo más que fresco. El día, corto y el sol, bajo, son muy distintos a esos tórridos, largos y luminosos días de julio. Esos en los que la isla late ya atestada de turistas centroeuropeos que buscan el bronceado perfecto pero que, en cuestión de horas, pasan del blanco al rojo. Turistas que provienen, en su mayoría, de Alemania, aquel lejano país en el que hace 208 días exactos Alejandro Valverde (Las Lumbreras, Murcia, 25 de abril de 1980) se dejó la rodilla y, quién sabe, el que podría haber sido el Tour de su vida. Eso, al menos, es lo que opina buena parte del mundillo ciclista. “Viendo el recorrido del Tour, cómo se desarrolló y cómo estaba Alejandro…” podría ser uno de los inicios de conversación más repetidos en los últimos meses entre los habituales a las tertulias ciclistas.



Han pasado, decíamos, 208 días desde que El Bala se destrozara la rodilla contra una valla en Düsseldorf y al ciclismo español se le cortara la respiración. 208 días de operaciones, hospitales, rehabilitación, entrenamiento, gimnasio, carretera, bicicleta y, por supuesto, dudas. Dudas que se disiparán, de una vez por todas, dentro unas horas cuando el murciano coloque los cuatro imperdibles al dorsal número 1 con el que tomará la salida en el Trofeo Campos-Porreres-Felanitx-Ses Salines, primera cita de la Challenge de Mallorca.

Valverde y su entorno han repetido hasta la saciedad que el corredor se encuentra bien. Animado. Que la rodilla se ha recuperado. Que las sensaciones en los entrenamientos son buenas. Muy buenas. Pero ahora llega el momento de la verdad. La gran prueba final: la competición. ¿Volveremos a ver al Valverde que hasta ese maldito día 1 de julio estaba completando la mejor temporada de su vida? Eso no lo sabe nadie. Él tampoco. Pero hay cosas que sí sabe.

Valverde debutará mañana / © Fotoideaymedia

“Estoy nervioso. Tengo ganas de empezar”

-Llegados a este punto, cuando quedan sólo horas para su vuelta a la competición, lo primero es preguntarle cómo se encuentra.

-Nervioso. ¡Estoy nervioso!

-No me diga que está usted como un juvenil.

-¡No hombre! Estoy un poco nervioso. No tanto por mi regreso que, sí, te reconozco que tengo ganas y que me genera cierta incertidumbre, sino porque me he ido encontrando muy bien en los entrenamientos, con muy buenas sensaciones, pero la competición es otra cosa. Son arranques, cambios de ritmo, velocidades… Tengo ganas de empezar y ver cómo responde mi rodilla, por eso es por lo que estoy nervioso. De forma me encuentro bien y con muchas ganas e ilusión.

-Hace años, aunque entonces no hubo ninguna causa física detrás, tuvo usted un parón largo en su carrera. Siempre ha dicho que ese parón puede ser parte del secreto de su longevidad deportiva. ¿En esta ocasión cree que puede salir algo bueno de estos meses parado?

-No lo sé, ahora mismo es demasiado pronto para poder responderte. Está claro que en el cuerpo han dejado de estar un Tour de Francia y una Vuelta a España, que son carreras realmente duras. Puede ser que, si la rodilla responde, el desgaste en mi cuerpo sea menor, pero a estas alturas, a punto de cumplir 38 años, por mucho que alargue, no creo yo que pueda ser mucho. No es lo mismo que la otra vez.

-¿Comparando los dos grandes parones de su carrera, ha sido este el peor momento de su carrera deportiva?

-Sí, sin ninguna duda. Han sido dos situaciones muy distintas, pero esta ha sido la peor.

Valverde y Ferrari director de Ciclo 21 / © Fotoideaymedia

“No sé quién será mi rival para el Top Ciclo 21”

-En 2017 usted estaba completando la mejor temporada de su carrera deportiva. Tanto es así que, pese a tener que decir adiós el día 1 de julio y con el Tour y la Vuelta todavía por disputarse, acabó ganando el Top Ciclo 21 al mejor corredor español.

-Sí. No hay ninguna duda que estaba siendo mi mejor principio de año con muchísima diferencia. Quitando Mallorca, donde no gané, en todas las vueltas en las que estuve conseguí victoria. De hecho, gané todas las vueltas menos la última, que fue Dauphiné y que me tomé ya como preparación para el Tour. Fue el mejor inicio de temporada con diferencia, sí.

-Sin Alberto Contador en la ecuación, ¿quién cree que puede ser su gran rival en la próxima edición del Top Ciclo 21?

-¡No tengo ni idea! Seguro que habrá rivales importantes, pero no sé qué corredor puede ser mi rival más importante en España.

-Ya le hemos preguntado muchas veces por el momento de la caída y cómo pensó que todo se había acabado para usted, pero ¿cuándo se dio cuenta de que había luz al final del túnel y que podría volver a correr?

-Ese mismo día en el hospital. Recién caído, efectivamente, pensé que se había acabado mi carrera deportiva porque, al mirarme, yo no sabía lo que era la rodilla. Estaba totalmente destrozada. Un fragmento por abajo, otro por arriba y en medio, el hueco de la pata de la valla. Me dije, bueno, esto ya será una prótesis y, si es así, olvídate de correr. Pero cuando llegué al hospital me dijeron que sí, que tenía la rótula partida, pero me explicaron que me la iban a unir, que me iban a arreglar el astrágalo, el calcáneo, lo que tenía en el glúteo… en ese momento ves que es grave, muy grave, pero que, tras una rehabilitación y trabajo duro, podría volver a entrenar. En ese momento, no sabes en qué condiciones, pero sabes que podrás volver a entrenar y ver la posibilidad de correr. Fue entonces cuando vi la esperanza.

 -Me ha vuelto a hablar de la recuperación física, pero ¿cómo fue la recuperación anímica? Aparentemente, por su actividad en redes sociales aquellos días, estaba usted casi más animado que la mayoría de los aficionados.

-En esos primeros días, dentro de lo duro que es, yo estaba animado y con ganas. Estuve viendo al equipo, dando ánimos y, desde la distancia, intentando apoyar a mis compañeros.

Valverde, en la silla en el hospital de Düsseldorf / © Instagram

“Podría haber hecho algo grande en el Tour”

-Imagino que usted también ha pensado que podría haber hecho en ese Tour de no haber sido por la caída. La sensación general es que podría haber hecho algo muy grande. ¿Está de acuerdo?

-Sé que las sensaciones que tenía en mi cuerpo eran para haber hecho algo grande, pero el Tour son 21 días y puede pasar de todo, pero realmente mis sensaciones eran muy buenas y viendo que Nairo no tenía el cuerpo como a él le hubiese gustado, podría haber conseguido algo grande. Si quieres te diga la verdad, es algo que ha quedado ahí y en lo que no pienso. Prefiero olvidarlo.

-Hablando ya de presente y de su largo parón, sea sincero: ¿cuánto hay de verdad y de leyenda urbana en aquello de que hubo que convencerle para que se olvidara de estar en la Vuelta?

-[Ríe] ¡Eso era imposible!

-No se lo llegó a plantear.

-No, no. Era imposible. Podía entrenar, pero muy limitado. ¿Si quería volver en China o en alguna carrera en Italia al final de temporada? Sí, eso sí es verdad. Desde luego, no Lombardía, que era demasiado.

Alejandro Valverde y Nairo Quintana / © Fotoideaymedia

“Mi papel en el equipo este año es el de veterano”

-2018 es un año que trae muchas novedades a Movistar y la principal es que la llegada de Mikel Landa hace que pasen ustedes de ser dos a tres líderes. Se ha hablado mucho, y ellos lo han alimentado, sobre el debate del liderazgo de Landa o Nairo. Usted ha mantenido un intrigante silencio. ¿Cuál va a ser su papel en todo este embrollo?

-Mi papel va a ser el del veterano del equipo.

-En este caso, ¿veterano es sinónimo de ‘aquel que puede hacer lo que le da la gana’?

-[Ríe] A mí en el equipo me tienen muy bien mirado. La relación con ellos es perfecta, tanto con el equipo en general como con los directores y con Nairo y Mikel. Por mi parte no habrá ningún problema en ayudar a uno en un sitio o a otro en otro sitio o en que ellos me ayuden a mí. Yo ya estoy aquí como líder, pero como un líder que también puede ayudar a uno y a otro.

-Este año no va a hacer Giro y apuesta por el doblete Tour-Vuelta. Antes del Tour, ¿el pico de forma serán las Ardenas?

-Sí, pero sin renunciar a nada antes. Antes de las Ardenas quiero intentar hacer algo. Hacerlo bien. Está claro que las clásicas quiero que sean el final de mi primer ciclo de forma.

-En este primer ciclo de carreras, ¿apostará por su calendario tradicional o le veremos, por fin, debutando en alguna de esas carreras que no ha corrido todavía como la Vuelta a Flandes?

-Eso no lo sé todavía. Todo dependerá de cómo vaya evolucionando y cómo me encuentre con la rodilla. Si fuese por ganas, sí quiero ir a Flandes. Pero una cosa son las ganas y otra distinta el poder.

-Hablemos del segundo gran objetivo del año: el Tour. ¿Le gusta?

-Sí, es un recorrido atractivo y bonito con alguna etapa muy corta y muy exigente que realmente me gusta. Lo veo atractivo y para el equipo que tenemos, creo que está muy bien.

-Ir con tres líderes al Tour, ¿es un maldito lío o un bendito lío?

-Un bendito lío.

-¿No van a surgir problemas entre ustedes?

-No va a haber ningún problema y seguro que nos vamos a entender bien.

Alejandro Valverde-Seleccion Española

Innsbruck será otro gran objetivo / © RFEC

“Llegaré algo corto a la Vuelta pensando en Innsbruck”

-Hace dos años me dijo que, en el pasado, el Mundial se había convertido en una obsesión para usted, pero que ya no lo era. Tras lo que ha sucedido y el recorrido de Innsbruck… ¿le está volviendo ese picorcito?

-¡Desde luego! El picortito está, pero no es una obsesión. Imagínate que voy a Innsbruck y soy campeón del mundo… ¡eso sería la leche!, pero no es una obsesión ni mucho menos. Hay carreras muy bonitas y yo a lo que quiero dedicarme ahora es a disfrutar de la bicicleta.

-Eso me lo lleva diciendo varias temporadas y parece que le está dando los mejores resultados de su vida.

-Sí, sobre todo de dos o tres años para acá, que es cuando más estoy disfrutando de la bicicleta.

-En relación a esto mismo y volviendo al tema del doblete Vuelta-Mundial, hay quien dice que para llegar bien a Innsbruck no se puede correr la Vuelta al 100%, pero también todos tenemos la sensación que usted, sencillamente, no sabe correr regulando. Ahora que lo puede pensar en frío, ¿cómo se plantea ese mes y medio?

-Hay que ver qué sensaciones tenemos y cuál es el propósito del equipo. Tendremos que ver quién viene a la Vuelta… si viene Nairo, si viene Landa. Con todo eso, ya iremos planificando, pero la idea es ir los tres y yo podré tener un poco más de libertad para intentar hacerlo bien y ayudar, pero, al mismo tiempo, llegar un poco más corto de forma para estar mejor en el Mundial.

-Dígame la verdad, ¿le tengo que apuntar ya para pelear la victoria de mañana?

-No, no. ¡No apuntes tanto! Vamos a tomárnoslo con calma. Las carreteras aquí están muy peligrosas. Pasado mañana se espera un poco de lluvia. Vamos a ir con tiento.

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