Anna González, una historia que mejorará la vida de las personas

La semana que acaba es mejor que la anterior para los ciclistas gracias a Anna González 

Esta mañana de viernes de febrero desconcertante por la primavera adelantada que ha venido a visitarnos hemos recibido un mail de Javier de Change.org.

Para quienes hemos seguido la travesía en el desierto de Anna González por conseguir que el ciclista esté más protegido nos emociona leerlo.

Igual que escuchar a Anna González en la radio, por las mañanas, hablando de un logro que ella firma pero que beneficia a miles de personas que quieren salir a pedalear un rato por las carreteras de Dios, o por los miles de peatones que caminan ajenos a lo que se les puede venir encima si un desaprensivo al volante los atropella.

Queremos compartir este mail, porque es el time line de una lucha que nos debe demostrar que si se cree en algo y se hacer firmemente, no hay nada que nos pueda detener….

Anna nunca las palabras harán justicia a la hazaña que has logrado…

Este miércoles ha sido uno de los días más bonitos de los casi cinco años que llevo trabajando en Change.org.

Esta semana el Senado acordaba endurecer las penas para aquellos conductores imprudentes que causen muertos o heridos al volante. Todo surgió hace más de tres años, en enero de 2016, cuando Anna compartió en redes sociales un mensaje que nos dejó helados:

Tengo que confesar algo y hacerlo público… Hoy he atropellado a un ciclista que circulaba delante de mí, iba despistada cambiando la emisora de radio, me he metido en el arcén y le he dado. Creo que lo he matado, no he parado para comprobarlo pero, creo que no se movía. Tengo el parachoques destrozado, tendré que cambiarlo hoy mismo, me gusta que mi coche esté perfecto. Sé que no me va a pasar nada, si me localiza la Guardia Civil, nadie me va a procesar y ni siquiera pagaré nada, ya que, lo hará mi aseguradora. Ni siquiera en el peor de los casos, me retirarán el permiso de conducir…

En realidad ese texto no es lo que le ocurrió a Anna sino a su marido, Oscar Bautista. Oscar murió cuando circulaba en bicicleta por el arcén. El conductor del camión que le atropelló se dio a la fuga. Ese texto no dejó de compartirse en redes sociales y al poco Anna creó una petición en Change.org para pedir que ninguna muerte quedara impune y hoy su campaña ya tiene más de 326.000 firmas.

Anna es seguramente la única creadora de petición que ha sido recibida por dos ministros de Justicia. Primero por Rafael Catalá. Después, por Dolores Delgado.

El artículo completo en El cuaderno de Joan Seguidor

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