Bicicletas plegables de alta gama: la historia de Brompton

Las Brompton (británicas, por supuesto) son la versión con pedigree de las bicicletas plegables. La elección del ciclista urbano por excelencia, no es difícil ver desde profesores de colegio a ejecutivos de camino al trabajo y de vuelta a casa con una de estas bicicletas por las calles de Londres, aunque lo cierto es que su éxito supera las fronteras británicas: cuentan con un enorme tirón en lugares tan dispares como Japón, Oriente Medio o la ciudad de Nueva York.

Su fábrica, al Este de la capital inglesa, casi no puede aguantar el ritmo que le marca la demanda con una fabricación diaria de entre 120 y 170 plegables, y por lo que cuentan desde la compañía, están planeando la mudanza a unas instalaciones casi cinco veces más grandes.

Se puede decir que la historia de este fabricante de bicicletas es todo un éxito: su diseño inicial, con origen en los años 70, ha sido refinado con los años pero sigue siendo fiel a los mismos principios que entonces. El cuadro está fabricado en Londres con piezas provenientes siempre que es posible de Inglaterra, y con la vista siempre puesta en la calidad del producto final y un acabado cuidado. De hecho, la atención por el detalle es una de las insignias de la marca y se aprecia tanto en la fabricación como en la imprimación del cuadro, y es algo que mientras resulta bastante común en las bicicletas de carretera, llama la atención en el mundo de las plegables. Es precisamente esto lo que le ha hecho diferenciarse a la marca con los años en el mercado, y en Brompton lo saben.

La soldadura de los cuadros se realiza a unos 1000ºC, y resulta particularmente complicado al constar de tantas secciones distintas (no nos olvidemos de que al ser una plegable, el mecanismo que emplea debe estar diseñado de tal manera que aguante bien el uso diario, con incontables pliegues y despliegues), y son tantos los pasos en el proceso de fabricación que un trabajador tarda entre un año y 18 meses en aprender el funcionamiento de las 13 secciones de la fábrica – motivo de peso por el que la empresa sigue ligada a su país de origen: invierte tanto en formar a los trabajadores que no le compensa llevarse la producción a ninguna otra parte. El otro motivo es que la maquinaria de su fábrica está diseñada específicamente para la compañía y es única, hecha in situ por verdaderos hechiceros de la mecánica.

Lo curioso es que a pesar del diseño atemporal de las bicicletas (aunque cuenta con una cierta inspiración vintage), ha sufrido numerosos cambios de diseño a lo largo de los años, y eso implica maquinaria específica: cada nueva función o mejora trae consigo un proceso distinto de fabricación. Hoy en día, el cuadro está fabricado en titanio y se le aplica un esmalte transparente que deja ver la artesanía de las soldaduras. Otra parte importante de la filosofía de la marca es el grado de personalización que permiten a la hora de confeccionar la bicicleta: desde el color del cuadro, cuatro formas distintas de manillar y otras cuatro opciones de marchas, 14 tipos de cubierta para las ruedas, sillines, cestas, guardabarros… todo convierte a esta peculiar bicicleta no sólo en la herramienta perfecta del ciclista urbano, sino también, en cierto modo, en un objeto de deseo y accesorio de moda (especialmente en los mercados asiáticos, en los que este tipo de producto personalizable se antoja especialmente atractivo). Su precio, claro está, no está al alcance de todos los bolsillos, por lo que si te estás planteando hacerte con una plegable que utilizar para tus trayectos de ciudad, una opción es recurrir a empresas que ofrecen créditos rápidos, pensados para este tipo de gastos.

Es en Asia donde se concentra la mayor parte de las ventas de la compañía, con un 40%, mientras que Europa, Oriente Medio y África suponen otro 40% y América el 20% restante. Francia, Alemania, Japón, Corea del Sur y España son los países con más demanda para Brompton. Su público es cada vez más joven, aunque bien es cierto que su usuario tipo sigue siendo el hombre de mediana edad enfundado en raya diplomática.

La compañía vende a través de 1.500 tiendas en todo el mundo, y este año espera superar las 50.000 plegables. Veremos cómo evolucionan las cosas para la que en su día fue una pequeñísima empresa y si consiguen mantener los estándares de calidad y la producción local con la expansión de su negocio.

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*