Brailsford reconoce que en Sky «se han cometido errores»

Dave Brailsford podría tener las horas contadas en el Sky

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Tras el conato de motín que según algunos medios británicos se estaría gestando en las filas del equipo Sky –negado públicamente por algunos corredores– el manager general de la escuadra, Sir Dave Brailsford, ha dado un paso al frente a través de una carta dirigida al presidente de la comisión de cultura, comunicación y deportes del Parlamento británico, Damian Collins en la que defiende tanto su gestión al frente del equipo como la política antidopaje en el mismo.

En esta misiva Brailsford contextualiza la situación por la que atraviesa ahora mismo el equipo explicando que “la investigación de la UKAD fue puesta en marcha por una acusación muy seria de una violación de las normas antidopaje por parte del Team Sky en el Dauphiné de 2011. Es importante reiterar que, hasta donde yo sé, la extensa investigación de la UKAD no ha encontrado nada que apoye esta alegación, que consideramos falsa«.

Pese a esta afirmación, el manager del equipo que ha conseguido cuatro de los últimos cinco Tours de Francia disputados reconoce que “evidentemente, los acontecimientos de los últimos meses han puesto de relieve las áreas donde se cometieron errores por parte del Team Sky. Algunos miembros del personal no cumplieron plenamente con las políticas y procedimientos que existían en ese momento. Lamentablemente, esos errores han propiciado que no hayamos sido capaces de proporcionar el conjunto completo de registros que debemos tener en torno a la carrera en la que está específicamente interesada la investigación de la UKAD y aceptamos plena responsabilidad de esto.

Brailsford, pese a todo, no especifica en esta carta cómo se van a sustanciar las responsabilidades a las que hace referencia y hace una enmienda a la totalidad del proceso al asegurar que “seguimos confiando en que la alegación es falsa y que no ha habido ningún error por parte de Team Sky o sus empleadosnegando de esta manera cualquier práctica dirigida a la administración o consumo de sustancias dopantes.

Hay una diferencia fundamental entre errores de procedimiento y las prácticas que se nos imputan”, prosigue Brailsford que se ratifica en que “nuestro compromiso con la lucha contra el dopaje ha sido un principio básico de Team Sky desde su creación. Nuestra misión es correr y ganar limpio, y lo hemos hecho durante 8 años”.

Los corredores de Sky podrían pedir la cabeza de Brailsford – (7 de marzo)

La bola de nieve del caso Wiggins se va haciendo cada vez más y más grande. Cualquier aficionado que haya seguido la actualidad ciclista en las últimas dos décadas podrá relacionar lo que se viene sucediendo en el Sky con más de una situación vivida con anterioridad. ¿Cómo acabará el asunto del supuesto paquete de Fluimicil entregado a Sir Bradley Wiggins? Eso es algo que sólo el tiempo y las pesquisas de la UKAD podrán contestar, pero lo cierto es que, a día de hoy, la sensación generalizada es que el escándalo debe de cobrarse ya una víctima y todo indica a que la cabeza a cortar podría ser nada más y nada menos que la de Sir Dave Brailsford, el hombre que prendió la llama del boom del ciclismo anglosajón.

El origen de todo este lío se remonta al año 2011, esto es, un año antes de que Wiggins, por fin, le diera su primer Tour de Francia al ciclismo británico y comenzara un lustro en el que sólo Vincenzo Nibali pudo interrumpir el dominio de los súbditos de Isabel II en la Grande Boucle. Fue entonces cuando a Wiggins se le hizo entrega de un paquete cuyo contenido sigue siendo todavía a día de hoy un gran misterio. Las vagas o nulas explicaciones dadas por el corredor, el equipo y, sobre todo, Sir Dave Brailsford han ido alimentando la teoría del dopaje a pesar de que el máximo responsable del Sky asegurara que el contenido del mismo no era más que un envío de Fluimucil, un medicamento no incluido en la lista de sustancias prohibidas.

Sin embargo, ni el equipo ni ninguno de sus responsables han sido capaces de poner sobre la mesa documentos que demuestren que, efectivamente, el contenido de ese envío nada tenía que ver con sustancias dopantes. La UKAD no las tiene todas consigo y las vagas –cuando no nulas– explicaciones de los implicados no hacen, como tantas veces ha ocurrido en el pasado, aumentar las sospechas.

Pero la pasada semana fue la propia UKAD la que lanzó un bidón de gasolina a este incendio al asegurar que existen pistas fiables que indicarían que el famoso paquete contenía en realidad Kenalog, un potente esteroide, una medicación que, además, Wiggins utilizó al menos en tres ocasiones gracias a la siempre controvertida vía de los TUE.

En principio, si todo se hubiese quedado ahí, podríamos estar hablando de un asunto feo, pero en ningún caso ilegal: los TUE, hasta que sean reformados o eliminados, están ahí para que los deportistas puedan hacer uso de ellos. El problema ha llegado cuando, preguntado al respecto por la UKAD, el doctor Richard Freeman no ha podido dar una explicación coherente al motivo por el que el pedido de Kenalog era muy superior en cantidad al que podía necesitarse para el tratamiento de una persona.

Para liar todavía más la cosa, el Sunday Times reveló que en 2011 el doctor Freeman habría realizado un pedido de testosterona, un producto prohibido que, según la información de ese mismo rotativo británico, habría sido devuelto por el propio galeno ya que se trató de un pedido realizado por error. Un error, claro, que a estas alturas del caso no hace más que añadir sospechas alrededor de los tejemanejes del médico, Brailsford y el propio Wiggins.

La cabeza de Brailsford, en peligro

Con todo esto, la situación comienza a hacerse insostenible. Médicos que enferman poco antes de tener que ir a declarar ante la UKAD, unos TUE cada vez más puestos en duda por unos y otros, ordenadores portátiles con información muy relevante sobre el caso que desaparecen poco antes de ser requeridos por las autoridades… las casualidades y circunstancias curiosas se acumulan y la presión sobre la estructura británica por parte de autoridades y prensa es cada vez mayor. Sir Dave Brailsford y su Team Sky han construido su imagen pública y reputación sobre una política de comunicación de tolerancia cero contra el dopaje, por lo que la mera insinuación de que algo podría estar cociéndose con su beneplácito y, sobre todo, la incapacidad del manager británico de ofrecer evidencias de peso que demuestren que nada malo se estaba haciendo han acabado por llevar el caso a un punto en el que se hace impepinable que ruede alguna cabeza.

Según una información publicada por el portal Cyclingnews la presión sobre el máximo responsable del equipo habría llegado a tal punto que los propios corredores estarían valorando muy seriamente pedir la dimisión de su jefe. Un mimebro de la plantilla del conjunto británico habría contado a los periodistas de Cyclingnews, siempre de forma anónima, que las continuas dudas sobre el rendimiento del equipo habrían comenzado ya a tener un impacto negativo sobre el rendimiento de los corredores. “Existe preocupación sobre el impacto que todo este asunto podría tener en la presente temporada y la distracción que está causando a Dave Brailsford y al resto del equipo directivo”, habría asegurado este corredor.

Una cuestión, la de las distracciones, que no sería cosa menor “en un equipo tan obsesionado con los pequeños detalles. Ya hay cosas que comienzan a escurrirse entre las rendijas porque la atención de esta gente está en otras cosas”, asegura este corredor que añade que “nadie en el equipo se ha visto involucrado en esta historia aparte de Dave [Brailsford]”.

Según esta misma fuente, pese a las muestras públicas de apoyo al que todavía es su jefe, los corredores estarían valorando de forma interna y privada la posibilidad de exigir la dimisión de Brailsford, un extremo que todos son conscientes que precisaría de un consenso casi unánima y, sobre todo, del apoyo de las grandes figuras de la plantilla, que serían los que finalmente deberían de exponer esa solicitud.

Y es precisamente el silencio de su máxima figura, el tres veces ganador del Tour de Francia Chris Froome, lo que más escama a unos y otros. Desde que estallara el escándalo el corredor nacido en Nairobi ha querido mantener una más que prudente distancia no sólo con Bradley Wiggins, al que no sólo no ha defendido en ningún momento, sino que ha pedido públicamente que salga a la palestra a dar explicaciones; sino tampoco con su jefe, Sir Dave Brailsford, con el que no ha aparecido en público más que en las circunstancias inevitables.

En este sentido, todos los ojos están puestos sobre un Froome que sigue guardando silencio y que, pese a que muchos de sus compañeros han utilizado las redes sociales para mostrar su apoyo al jefe (un apoyo irreal y de conveniencia si hacemos caso a esa garganta profunda), no ha querido sumarse a esas muestras y se mantiene de perfil concentrado en su trabajo de preparación de cara al Tour de Francia.

De los cuatro españoles que militan en las filas del equipo Sky (Mikel Landa, Mikel Nieve, David López y Beñat Intxausti) sólo Mikel Nieve ha colgado un mensaje de apoyo a Brailsford en su cuenta de Twitter y lo ha hecho retuiteando un mensaje previo de Greaint Thomas.

2 comentarios

  1. Ver a tipos de 1’90 para arriba que nunca subieron la rampa de un garaje, subiendo silbando los últimos puertos de etapas alpinas y perenaiicas mientras dejaban atrás. abiertos de patas, regueros de escaladores o corredores completos consagrados..y todo ello mientras los abrazafarolas que en el mundo han sido y serán (eh Biiciciclismo?, snobs extremos) aplaudían con las orejas las que fueron inicialmente vuestras iniciales «ganancias marginales» que con las almohadas antiácaros, la limpieza extrema-extrema en los autobuses ¡la asepsia! ¡la asepsia! derivó en arrancadas (de moto) tan increíbles como las de el biónico «the Dog» hoy en el Ventoux, manana en la Pierre de Saint Martin, ora allá ora acullá…. ora asmático, ora ventolin en plena carrera tres minutos antes de atacar… NO TUVO PRECIO, o bueno si.. pero ¿A quién le importa ya vuestra insolencia y vuestra indecencia, aderezada con un claro fariseismo luterano… para mas inri?

    En fin… E LA NAVE VA

  2. Entre medico, entrensador y ciclista son responsables de todo lo que pasa en sky. Lo que mas sorprende es el silecio de Froome que no dice nada, el que calla otorga, pero no por ello deja de ser responsable.Cuando se de la verdad no creo que se les caiga la cara den verguenza.

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