Cardoso: “Lo que pasó conmigo puede pasarle a cualquiera”

Cardoso corría para Trek-Segafredo cuando se produjo el positivo

Gonçalo Moreira / Ciclo 21

Analizar este caso es entrar en terreno pantanoso, pero en vez de barro hasta al cuello nos vemos enterrados en informes científicos y lenguaje médico-legal altamente complejo. El mundo antidoping es así, cuanto más lees, más grandes son las dudas. De ahí que haya que confiar en el sistema, aunque este no esté hecho a prueba de bala.

A primera vista, André Cardoso parece haber sido castigado de forma clásica. Positivo = sanción. Analizando bien el caso, surgen algunas cuestiones: ¿por qué vía se llegó a la sanción de cuatro años, 56 mil euros de multa y aproximadamente 42 mil euros de costes judiciales? ¿Fue el sistema justo? Cuando el sistema se mide por la profundidad del bolsillo de los acusados, la justicia no queda bien en la fotografía.

Por un lado, es un hecho que EPO recombinante (rhEPO) surge en la muestra A y que el código antidoping responsabiliza al corredor por las sustancias detectadas en su propio cuerpo. Por otro lado, André Cardoso tiene a su favor la “duda razonable” generada por una muestra B catalogada por la Unión Ciclista Internacional (UCI) como “dudosa, pero inconcluyente”.

¿Qué me lleva a pensar que el sistema fue parcialmente injusto? A lo largo del fallo, el juez Andreas Zagklis repite hasta el agotamiento que el corredor no refutó los informes de los expertos de la UCI que le llevaron la contraria a la defensa. ¿Por qué? Porque a estas alturas André Cardoso ya tenía los bolsillos vacíos.

No teníamos recursos para contraponer lo que decían cinco expertos de la UCI, que se basaban en una probabilidad para defender la muestra A”, explica a Ciclo 21 André Cardoso.

Guerra de informes científicos y el experto de Contador

Víspera del Tour 2017. André Cardoso prepara el estreno en la prueba como gregario de Alberto Contador, líder del Trek-Segafredo. El día 17 de junio es controlado en casa, siendo notificado del resultado adverso por rhEPO el día 27 del mismo mes. Es suspendido preventivamente. Veintiocho días pasan desde el test original hasta que la muestra B es abierta en presencia de Cardoso, su agente, João Correia, y el experto de la defensa, Dr. Douwe de Boer, también fichado por Alberto Contador en 2010. El 8 de agosto la muestra B resultó inconcluyente en cuanto a la presencia de rhEPO.

¿Puede un corredor ser suspendido solo con la muestra A? Sí. Las Reglas Anti-doping fueron endurecidas en 2015 y en el artículo 2.2 se puede leer que “el uso o uso intentado puede ser establecido con base en datos analíticos fiables del análisis de una muestra A (sin la confirmación de un análisis de una muestra B) (…), mientras la Organización Anti-doping dictamine una explicación satisfactoria para la falta de confirmación de la otra muestra.”

¿Qué explicación han dado? Relatamos los argumentos de la defensa y la respectiva posición de la UCI:
André Cardoso alegó que no se puede condenar solo con base en la muestra A basándose en el artigo 2.1; el Dr. De Boer justificó que la rhEPo puede tener origen endógeno (producido en el cuerpo), posiblemente debido a un defecto congénito de la glicosilación combinada con el consumo crónico de alcohol del corredor. La UCI rechazó esta teoría y aplicó el artículo 2.2 confirmando que la muestra A identificó inequívocamente rhEPO; los Drs. Günter Gmeiner y Christian Reichel, del laboratorio de Seibersdorf, Austria, exculparon el laboratorio de Lausana de contaminación y afirmaron que las inconsistencias verificadas en la muestra B se han debido, posiblemente, a la degradación de origen microbial y al período de 28 días entre los dos tests. La muestra B fue catalogada como “dudosa, pero inconcluyente”. A esto añadieron que la discrepancia también pudo deberse al método de inmunopurificación aplicado en el análisis de las muestras, que puede originar degradación del EPO en la muestra B, sin poner la muestra A en causa.

André Cardoso levantó la posibilidad de contaminación de la muestra A, recogida bajo calor intenso, que llegó al laboratorio 57 horas después de la extracción. La teoría fue rechazada por los expertos del laboratorio de Seibersdorf.

El análisis de sangre fue negativo. ¿Por qué? Según los Dres. Gmeiner y Reichel, “sustancias que salgan del cuerpo vía flujo sanguíneo vía eliminación renal son detectadas en la muestra de orina, pero pueden no ser detectables en la correspondiente sangre/suero/muestras de plasma, aunque las dichas muestras hayan sido extraídas en el mismo día”.

El precedente Lagat y la jurisprudencia de Cardoso

Seamos claros: cambiar las muestras en un laboratorio es extremadamente improbable, los protocolos son estrictos y los profesionales altamente cualificados.

En cuanto a la presencia de rhEPO en la muestra A, hay precedentes de “falsos positivos”, como explica el doctor en fisiología del ejercicio de la Universidad del País Vasco, Jordan Santos-Concejero: “Tras esfuerzos extenuantes en días de calor el exceso de proteínas en la orina puede alterar las lecturas de EPO en la orina. Se ha estudiado y sí que pueden darse falsos positivos de rhEPO bajo ciertas circunstancias. En principio el caso de Cardoso no cumple estas premisas, así que difícil justificar una lectura «positiva» en la muestra A.” Recuperando la carta abierta de André Cardoso, de 20 de noviembre, en el día del control el atleta admitió “entrenamiento ligero, comida con los suegros, donde me quedé hasta el final del día”, antes de atender a los agentes en casa – fuera del horario definido para el control, por lo que no tenía la obligación de someterse al mismo.

Santos-Concejero recuerda el precedente del mediofondista Bernard Lagat, en 2003, que acusó EPO en el primer análisis, siendo absuelto después de una muestra B negativa: “Sí es verdad que el código ha cambiado, pero no deja de ser un precedente de una situación muy parecida.”

Es innegable que la UCI apunta algunos hechos difíciles de justificar por parte de André Cardoso. No obstante, el organismo que tutela el ciclismo vive el post caso Froome, que dividió opiniones sobre la doble vara de medir a los atletas. Y no podemos olvidar que la Agencia Mundial Antidopaje atraviesa una crisis sin precedentes, sobre todo después de la vergonzosa retirada de la suspensión a Rusia, que durante años desarrolló y financió un programa de doping estatal que tuvo su climax en los Juegos de Invierno de Sochi 2014, como quedó probado en el informe del Profesor Richard McLaren, de julio de 2016.

Parece obvio que un “falso positivo” pre-Tour de Francia habría sido un problema para ambas instituciones y para el movimiento antidoping. Con el caso André Cardoso la UCI manda un mensaje al pelotón: la muestra B deja de tener efectos prácticos. En caso de ir al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS en francés) y la sentencia ser confirmada, quedará establecida una nueva jurisprudencia que permitirá condenar a los atletas solo con base en la muestra A.

“Hasta el 6 de diciembre podemos pedir el apoyo legal al TAS. Vamos a luchar contra esta injusticia. ¿Estarán el deporte, los atletas, las organizaciones a favor de que el atleta sea condenado solo con la muestra A? En la muestra B el atleta tiene derecho a estar presente, a ser acompañado por un experto, ver el test, nos lo explican y todo se hace de manera aislada. Lo que pasó conmigo puede pasarle a cualquiera”, concluye el corredor de Gondomar.

REPORTAJE EN PORTUGUÉS

André Cardoso: “O que aconteceu comigo pode acontecer a qualquer um”

Analisar este caso é entrar em terreno pantanoso, mas em vez de lama até ao pescoço ficamos enterrados em pareceres científicos e linguagem médico-legal altamente complexa. O mundo antidoping é assim, quanto mais lemos, maiores são as dúvidas. Daí que haja que confiar no sistema, mesmo que este não seja à prova de bala.

À primeira vista, André Cardoso parece ter sido punido de forma clássica. Positivo = sanção. Analisando bem o caso, levantam-se algumas questões. Porque via se chegou à sanção de quatro anos, 56 mil euros de multa e aproximadamente 42 mil euros de custas judiciais? Foi o sistema justo? Quando o sistema se mede pela profundidade do bolso dos acusados, a justiça não fica bem na fotografia.

Por um lado, é um facto que EPO recombinante (rhEPO) surge na amostra-A e que o código antidoping responsabiliza o corredor pelas substâncias detetadas no próprio corpo. Por outro, André Cardoso tem a seu favor a “dúvida razoável” suscitada pela amostra-B catalogada pela União Ciclista Internacional (UCI) como “duvidosa, mas inconclusiva”.

O que me leva a pensar que o sistema foi parcialmente injusto? Ao longo do acórdão, o juiz Andreas Zagklis repete vezes sem conta que o corredor não refutou os relatórios dos experts da UCI que contrariaram a defesa. Porquê? Porque por esta altura já André Cardoso estava de bolsos vazios.

“Não tínhamos recursos para contrapor o que dizem cinco experts da UCI, que se baseiam numa probabilidade para defender a amostra-A”, explica ao Ciclo 21 André Cardoso.

Guerra de pareceres científicos e o expert de Contador

Véspera do Tour 2017. André Cardoso prepara-se para a estreia na prova como gregário de Alberto Contador, líder da Trek-Segafredo. Dia 17 de junho é controlado em casa, sendo notificado do resultado adverso por rhEPO no dia 27 do mesmo mês. É suspenso preventivamente. Passam 28 dias da recolha original até que a amostra-B é aberta na presença de Cardoso, o agente do atleta, João Correia, e o especialista da defesa, Dr. Douwe de Boer, também recrutado por Alberto Contador em 2010. A 8 de agosto a amostra-B resulta duvidosa, mas inconclusiva, quanto à presença de rhEPO.

Pode um corredor ser suspenso só com a amostra-A? Sim, as Regras Antidoping foram endurecidas em 2015 e no artigo 2.2 lê-se que “o uso ou uso tentado pode ser estabelecido com base em dados analíticos fiáveis da análise de uma amostra-A (sem a confirmação de uma análise de uma amostra-B) (…), desde que a Organização Antidoping providencie uma explicação satisfatória para a falta de confirmação da outra amostra.”

Que explicação é essa? Enumeramos os argumentos da defesa e as respetivas posições da UCI.

André Cardoso alegou que não se pode condenar só com base na amostra-A baseando-se no artigo 2.1; o Dr. De Boer justificou que a rhEPo pode ter origem endógena (produzida pelo corpo), possivelmente devido a um defeito congénito da glicosilação combinado com o consumo crónico de álcool do corredor. A UCI rejeitou esta teoria e aplicou o artigo 2.2 confirmando que a amostra-A identificou inequivocamente rhEPO; os Drs. Günter Gmeiner e Christian Reichel, do laboratório de Seibersdorf, Áustria, exculparam o laboratório de Lausanne de contaminação e afirmaram que as inconsistências verificadas na amostra-B se deveram, possivelmente, a degradação de origem microbial e ao período de 28 dias entre os dois testes. A amostra-B foi catalogada como “duvidosa, mas inconclusiva”. A isto acrescentam que a discrepância também pode dever-se ao método de imunopurificação aplicado na análise das amostras, que pode originar degradação da EPO na amostra-B, sem por em causa a amostra-A.

André Cardoso levantou a possibilidade de contaminação da amostra-A, recolhida sob calor intenso e que só chegou ao laboratório 57 horas depois da recolha. A teoria foi refutada pelos experts do laboratório de Seibersdorf.

A análise ao sangue foi negativa. Porquê? Segundo os Drs. Gmeiner e Reichel, “substâncias que saiam do corpo via fluxo sanguíneo via eliminação renal são detetadas na amostra de urina, mas podem já não ser detetáveis no correspondente sangue/soro/amostras de plasma, mesmo que estas amostras tenham sido tiradas no mesmo dia”.

O precedente Lagat e a jurisprudência de Cardoso

Sejamos claros: trocar as amostras em ambiente laboratorial é extremamente improvável, os protocolos são apertados e os profissionais altamente qualificados.

Quanto à presença de rhEPO na amostra-A, há precedentes de “falsos positivos” em certas circunstâncias, como explica o doutor em fisiologia do exercício da Universidad del País Vasco, Jordan Santos-Concejero: “Após esforços extenuantes em dias de calor o excesso de proteínas na urina pode alterar as leituras de EPO na urina. Estudou-se isto e podem dar-se falsos positivos de rhEPO em certas circunstâncias. Em principio o caso Cardoso não cumpre estas premissas, por isso é difícil justificar uma leitura “positiva” na amostra-A.” Recuperando a carta aberta de André Cardoso, de 20 de novembro, no dia do controlo o atleta admitiu ter feito “treino ligeiro, almoço nos sogros, onde permaneci até ao final do dia”, antes de atender em casa os agentes – fora do horário definido para o controlo, pelo que não tinha a obrigação de se submeter ao mesmo.

Santos-Concejero recorda ainda o precedente do meio-fundista Bernard Lagat, em 2003, que acusou EPO na primeira análise, sendo ilibado após uma amostra-B negativa: “É verdade que o código antidoping mudou [em 2015 foi endurecido], mas não deixa de ser um precedente numa situação muito parecida.”

É incontornável que a UCI aponta alguns factos difíceis de justificar por parte de André Cardoso. No entanto, o orgão que tutela o ciclismo vive o pós-caso Froome, que dividiu opiniões quanto às diferenças de tratamento dos atletas. E não podemos esquecer que a Agência Mundial Antidopagem atravessa uma crise sem precedentes, sobretudo após o vergonhoso levantamento da suspensão à Rússia, que durante anos desenvolveu e patrocinou um programa de doping estatal que atingiu o pico nos Jogos de Inverno de Sochi 2014, como ficou provado no relatório do Professor Richard McLaren, de julho de 2016.

Parece óbvio que um “falso positivo” pré-Tour de France teria sido mais um constrangimento para as instituições e para o movimento antidoping. Com o caso André Cardoso a UCI manda uma mensagem ao pelotão: a amostra-B deixou de ter efeitos práticos. Caso recorra ao Tribunal Arbitral do Desporto (TAS em francês) e a sentença seja ratificada, está estabelecida nova jurisprudência que permitirá condenar os atletas só com base na amostra-A.

“Até 6 de dezembro podemos recorrer ao apoio judiciário do TAS. Vamos lutar contra esta injustiça. Estará o desporto, os atletas, as organizações a favor de que o atleta seja condenado só com a amostra-A? Na amostra-B o atleta tem o direito de estar presente, ser acompanhado por um expert, segue o teste, é tudo explicado e feito de forma isolada. O que aconteceu comigo pode acontecer com outro qualquer”, conclui o gondomarense.

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