Carlos Barbero: «El Caja Rural no me exige objetivos»

El equipo navarro y sus bicicletas estadounidenses © Ciclismo a Fondo

El equipo navarro con Barbero © Ciclismo a Fondo

Lejos de cualquier temor, Carlos Barbero (Burgos, 23 años) acudió al Hotel Castilla, en Benidorm, sin miedo ninguno. Con decisión. Tan sólo movido por las ganas y la motivación. Como un universitario en su primer día de clase tomando aliento ante las escaleras de acceso a su facultad. Con la carpeta llena de hojas en blanco para rellenarlas de un aprendizaje que tanto había deseado adquirir: Su primera concentración con el Caja Rural-Seguros RGA.

El joven sprinter burgalés regresaba a Burgos dos semanas después con un gran sabor de boca: “Llevaba viniendo a Benidorm 3 años por mi propia cuenta y haberlo hecho ahora de la mano de mi nuevo equipo ha sido una experiencia genial y muy agradable. Desde luego el ambiente ha sido estupendo, con tiempo para las bromas y los días se han pasado volando”, destacaba con un gran entusiasmo.

La concentración del equipo de la “espiga” ha sido muy completa: “Básicamente las premisas eran claras: entrenar y descansar”, destacaba, para posteriormente matizar que “los entrenamientos eran matinales, trabajando el entrenamiento específico que tocase: fuerza, umbral, fondo y luego el descanso, repitiéndolo en ciclos sucesivos”, destacaba, como si lo tuviese subrayado en sus apuntes. Además, también hubo tiempo para otros aspectos igualmente importantes: “Hemos tenido oportunidad para hacer las fotos del equipo, así como la adquisición de la ropa nueva y test de pruebas del material”, subrayaba con ilusión y conjuntado con una ropa que ya no es la de su anterior equipo, el Euskadi.

Precisamente por eso, era inevitable tener un recuerdo hacia su anterior escuadra: “Con el Euskadi nunca tuvimos la oportunidad de hacer concentraciones como ésta, como mucho eran ‘findes’ con el equipo, ya que no había presupuesto para mucho más como lo hay aquí, con el Caja Rural, pero en el Euskadi me dieron todo lo que tenían y es imposible poder reprochar nada y eso me ha servido para valorar mucho más lo que ahora me ofrecen aquí”, explicaba.

Pero como en toda concentración, como si de una residencia universitaria se tratase, son los estudiantes los que hacen sus propios corrillos, tanto con los veteranos que “lejos de hacer novatadas son muy cercanos. David Arroyo, Txurruka o Pardilla, que son los que más tiempo llevan en el ciclismo, son mis nuevos referentes y me gusta fijarme en ellos. No son distantes ni mucho menos, y tampoco van de ‘capos’”, relataba con el entusiasmo de un estudiante bien integrado. Sobre “los nuevos”, la versión era similar: “mi compañero de habitación ha sido Edu Prades, lo cual tenía su miga ya que fuimos rivales en Alentejo finalizando yo primero y el segundo”, recordaba. Ahora juntos. Como dos estudiantes becados para seguir progresando en una gran Universidad.

Respecto a sus “profesores”, la impresión era igual de buena. La presión no existirá: “El equipo no me ha exigido ni marcado objetivos pero yo sé que me voy a exigir a mí mismo y quiero que estén contentos con mi trabajo durante el año”, admitía ya con un gran deseo de comenzar.

Así, una vez que el curso haya comenzado a rodar, sus primeros “exámenes parciales” no tardarán en llegar: “Debuto en ‘La Marsellaise’ el 1 de febrero para luego proseguir con Estrella de Bessèges, Volta Algarve, una gira de clásicas entre Holanda y Bélgica aún por determinar, Vuelta a La Rioja, Clásica de Amorebieta, Vuelta a Castilla y Léon y los 4 días de Dunkerke”, señalaba de carrerilla. En teoría un calendario que “aunque no comienza en Mallorca como lo ha sido otros años, me gusta mucho, ya que el calendario francés me motiva y creo que lo puedo hacer bien”, destacaba.

Sin embargo, su periplo tiene un pequeño “obstáculo”. Barbero estudia dos carreras. La de su afición por el ciclismo, la que le da “la vida” y la otra: “Mis estudios de Ingeniería, la que me voy sacando poco a poco y que me hace sentarme un mes al año con los apuntes de verdad y que me ha hecho abandonar antes de tiempo la concentración del equipo, pero bueno, cuando se acabe mi época de ciclista es algo que tendré ahí”, concluía con cierto aire de resignación. Eso será dentro de muchos años. Ahora toca divertirse de verdad.

Carlos Barbero fue en 2014 13º absoluto en el TOP Ciclo 21, 2º en el sub-25 y favorito para este escalafón en 2015.

Fuente: Rafa Simón. Prensa Carlos Barbero

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