El ciclismo está muerto sin televisión

Cámaras en la Vuelta © motostv

Cámaras en la Vuelta © motostv

Es raro ver el Puigmajor con nieve, pero esta mañana de viernes de un atribulado mes de marzo, rebosaba blanco esplendor. Mis amigos mallorquines me hablan del raro suceso y apuestan que en horas ese brillo será borrado, emergiendo la rugosidad de la roca. Camina mi taxi por una semivacía avenida paralela  al puerto de Palma. Dejó a la izquierda los molinos, la Llotja gótica. Atravesamos la rambla y desde abajo nos vigila la Almudaina, posiblemente el monumento más original del patrimonio nacional. Encarada al palacio, la catedral y su enorme sala gótica abigarrada de sólidos contrafuertes que se clavan en el suelo que ha de dar lecho al parque del mar.

Miro la estampa con rapidez, antes de que, pasadas las avenidas, vea ese palacio de congresos inconcluso camino del aeropuerto, camino de Barcelona. Miro la estampa con envidia, porque es bella, bellísima, e imagino pasar un fin de semana próximo pos su césped al abrigo de un aire gótico. Miro la estampa y recuerdo la primera etapa de la Challenge de Mallorca, esa que se despachó a media tarde, en diferido, en un hueco de la parrilla de Teledeporte.

Artículo completo de y en Joan Seguidor

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