El CX español aguanta el endurecimiento normativo UCI

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La UCI aumentará la brecha de puntos UCI entre las pruebas C1 y C2 / © Belga

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Todavía queda mes y medio para que la temporada 2018-2019 de ciclocross se adentre, durante las fiestas navideñas, en su momento de mayor ebullición; pero la UCI ha adelantado algunos de los cambios que introducirá, ya para la campaña 2019-2020, en su normativa para la especialidad invernal, que podría suponer un auténtico terremoto para organizadores y corredores al endurecerse algunos de los requisitos para acceder a la categoría C1, la más codiciada entre las pruebas del calendario internacional y que, evidentemente, reparte una mayor cantidad de puntos que, a la postre, es lo que atrae a los ciclistas.

La primera de las novedades que surgen de esta reforma de la normativa es que, como ya sucede en la categoría femenina, se eliminará la carrera Sub23 masculina de las principales pruebas y, por lo tanto, existirá una única carrera en la que compitan los Elite y los Sub23. Esta medida afectará a los campeonatos nacionales, continentales, mundiales, Copa del Mundo y las tres challenges. Además, se convierte en obligatorio incluir en el programa de todas las citas del calendario internacional una carrera Júnior masculina.

El cambio más importante, como decíamos, llega en el apartado de los requisitos para que los organizadores puedan optar a inscribir su prueba en la categoría C1. Con la nueva normativa en la mano, queda claro que una carrera sólo podrá solicitar ser de clase C1 si en su edición anterior contó con, al menos, 10 participantes extranjeros provenientes, al menos, de cinco países distintos. Para contabilizarlos, se habrá de sumar todos los corredores presentes en las pruebas masculinas y femeninas.

La UCI, además, establece que todas las pruebas C1 de la temporada 2018-2019 (la actual) que no cumplan con ese requisito anterior serán automáticamente descendidas a la categoría C2.

Para fomentar el esfuerzo de los organizadores para conseguir su pasaporte a la categoría C1, la UCI anuncia que establecerá un nuevo sistema de reparto de puntos aumentando la cuantía que se reparten en las pruebas C1 y cameponatos nacionales y continentales. Cabe recordar que en estos últimos España no presentó a ningún representante la pasada semana ya que los principales corredores nacionales se repartieron entre las distintas pruebas españolas, especialmente, Manlleu y Vic. El nuevo sistema de puntos se publicará en el mes de junio de 2019.

También presenta algunas novedades el nuevo reglamento en lo que afecta a la organización de las challenges o, lo que en el lenguaje técnico de la normativa, el máximo organismo mundial llama las UCI Recognized Series.

Desde Aigle se establece que estos eventos deberán ser organizador o aprobados por las distintas federaciones nacionales. Para entendernos, seguir el modelo de la Copa de España, organizada por la RFEC; o del Superprestigio o el DVV, autorizados por la KBWB. Se establece, además, que una challenge contará con un máximo de ocho pruebas puntuables y que la UCI aceptará un máximo de dos competiciones de este tipo por nación, algo que, al menos en lo que a notoriedad internacional se refiere, sólo podría suponer un peligro para el cross belga, en el que se aglutinan, además de las dos ya mencionadas, otras challenges como el Brico Cross o el Soudal Classics (aunque esta última no es más que una marca comercial ya que no existe una clasificación general de sus seis pruebas).

La nueva normativa, que persigue la igualdad entre el ciclismo masculino y femenino, establece que, al menos, los tres primeros clasificados de la general final deberán recibir un premio económico y que este premio debe ser de idéntica cuantía para hombres y mujeres.

España cumple… por ahora

Baestaens, un habitual en España / © @Javilinares1/@Nciclismo

¿Y como afecta esto al calendario español? A falta de ver cómo se realizan el nuevo reparto de puntos que se publicará en junio del próximo año, lo que se sabe hasta el momento, tal y como lo ha redactado la propia UCI, es que la nueva normativa restará atractivo a las pruebas C2 en lo que a la suma de puntos UCI se refiere, por lo que, insistimos, a la espera de conocer exactamente cómo de grande se hace el hueco entre las dos categorías, podría provocar la huida de los mejores especialistas hacia un calendario más internacional.

Lo que sí podemos conocer ya es el impacto directo que la nueva normativa puede tener sobre las pruebas de Llodio y Elorrio, las dos únicas citas C1 que se celebran en España y que se celebraron los pasados días 27 y 28 de octubre por lo que, repasando su lista de inscritos, ya podemos saber si pueden optar a repetir en esa máxima categoría en la 2019-2020.

Recordemos, a modo de repaso, que entre los inscritos en las categorías elite y sub23 masculina y femenina, debemos de conseguir sumar 10 representantes extranjeros de, al menos, cinco países distintos.

Comencemos por la primera del calendario, Llodio. En la prueba masculina se dieron cita un total de 86 corredores de los que 66 eran españoles y 20 procedían de otros países. En la carrera femenina, con un total de 45 participantes, formaron en la salida 9 corredoras extranjeras. Así, con un total de 29 ciclistas no españoles en la salida, Llodio cumple la primera exigencia… pero, ¿y la segunda?

En este caso, es preciso contar con corredores de, al menos, 5 países distintos. En Llodio formaron, sumando chicas y chicos, 15 franceses, nueve belgas, dos holandeses y un representante de Irlanda, Reino Unido y Colombia. Así pues, habiendo arrastrado a ciclistas de seis países distintos, Llodio podrá aspirar a la categoría C1 la próxima temporada.

Un día más tarde se disputó la cita de Elorrio. En este caso, 78 hombres y 44 mujeres se dieron cita en la salida. Mientras que la prueba masculina contó con 19 representantes extranjeros, la femenina repitió las mismas nueve foráneas de Llodio.

En este caso, John Jairo Castaño, el corredor colombiano que terminó 37º en Llodio no tomó la salida. Pese a todo, con 15 franceses, 9 belgas, 2 holandeses y un británico e irlandés, Llodio también consigue cumplir el requisito, por los pelos, de reunir cinco nacionalidades distintas en la salida.

Así pues, las dos pruebas C1 que actualmente existen en España podrán optar a repetir categoría el próximo año, aunque esta noticia podría llevar aparejada, en el premio, el castigo ya que es de esperar que el pelotón internacional tome buena nota de esta nueva situación y más de uno intente aprovechar la nueva tesitura para pedir un aumento en el fijo de salida.

Y, ¿qué pasa con las C2 españolas? Este invierno España cuenta con nueve pruebas de la segunda categoría, de las que únicamente se han disputado tres hasta el momento a la espera de que este próximo fin de semana se dispute el CX de Karrantza. Hablar ahora sobre futuribles es absurdo, así que únicamente analizaremos si las citas de Marín, Manlleu y Vic, ya celebradas, podrían ser elegibles para un hipotético ascenso a C1.

La prueba gallega, celebrada el 14 de octubre, fue la primera en tener lugar y a ella, de nuevo sumando hombres y mujeres, acudieron un total de cinco corredores (cuatro hombres y una mujer) extranjeros, pero esos cinco ciclistas provenían todos ellos de Portugal, por lo que el Xanxan CX no cumple el requisito de la multinacionalidad exigido por la UCI.

En Manlleu se dieron cita un total de 19 hombres y 13 mujeres ( 32 en total) provenientes de fuera de España, permitiendo a la cita catalana cumplir con creces los nuevos requisitos de la UCI. Además, saltaron al circuito ciclistas de Bélgica, Francia, Estados Unidos (sin duda, que Girona sea base de operaciones de los americanos en Europa ayudó mucho), Suecia, Alemania, Países Bajos e Italia, convirtiendo a Manlleu, con siete países representados, en la más internacional de nuestras pruebas. Así pues, la primera de las C2 catalanas disputadas este año sí podría, si así lo desea, aspirar a ser C1 en la 2019-2020.

Exactamente lo miso se puede aplicar al CX de Vic, donde se dieron cita un total de 30 corredores extranjeros provenientes de siete países distintos. Manlleu, por esos dos extranjeros más (uno en hombres y una en mujeres), sigue siendo el evento más internacionalizado del calendario español hasta la fecha, pero estos datos reflejan que, pese a lo que pudiera parecer en un primer momento, los circuitos españoles gozan de una relativa buena salud para aguantar el nuevo empuje que la UCI pretende darle a la categoría.

En este sentido, claro está, falta por saber qué ocurrirá en Karrantza, Les Franqueses, Abadiño, Ametzaga, Xátiva y Valencia, las seis pruebas C2 que restan por disputarse.

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