El PsicoTour: Enfrentarse a la adversidad

Chris Froome vuelve a la carretera tras su caída / © Sky

Antonio MorenoCiclo21

Caídas, alguna montonera, corredores cortados, ciclistas en la cuneta esperando asistencia, otros rodando en solitario para minimizar las pérdidas, y el resto a rueda de algún compañero o aprovechando alguno de los innumerables grupos que han quedado cortados del pelotón. Y mientras la cabeza de carrera lanzando la llegada.



Exceptuando a Lawson Craddock, que tuvo la mala fortuna de caerse durante el avituallamiento, el resto de incidentes se produjeron a falta de 10 kilómetros para la meta, como la caída en la que se vió involucrado Arnaud Démare.

Minutos después caería Egan Bernal y unos pocos metros más adelante Froome se saldría de la carretera y por poco impacta contra un bolardo.

A falta de 400 metros para la pancarta de los tres últimos kilómetros, Nairo Quintana reventaría las dos ruedas al golpearse contra el bordillo de una isleta.

En la línea de llegada, corredores como Jakob Fuglsang, Rafal Majka, Vincenzo Nibali, Tom Dumoulin, Mikel Landa, Romain Bardet, Alejandro Valverde, Bauke Mollema, Steven Kruijswijk, Ilnur Zakarin o Rigoberto Urán entran en el grupo de cabeza.

Por detrás, Richie Porte, Adam Yates, Chris Froome y Domenico Pozzovivo perderían 51 segundos mientras que los colombianos Nairo Quintana y Egan Bernal 1:15 minutos.

El estadounidense Craddock sería el último corredor en cruzar la línea de llegada con un tiempo perdido de 7:50 minutos.

Caídas y pérdida de tiempo. Para algunos de los favoritos a ganar el Tour de Francia éste es el balance de la primera etapa.

¿Cómo se remonta un contratiempo?

Lo cierto es que caerte en los cinco últimos kilómetros del primer día de carrera y perder un minuto… es un contratiempo.

La principal tarea de quien se haya visto perjudicado por ello no es otra que aceptar la nueva situación.

Esto no quiere decir que deban cambiar los objetivos personales o la estrategia del equipo, dado que, en el caso de la etapa de ayer, las diferencias no han sido excesivas y los daños en los corredores, afortunadamente, parecen mínimos.

Una forma de redirigir la tendencia de los corredores a interpretar la carrera en función de los resultados (posición y tiempo perdido respecto al líder y a sus rivales) es la de establecer objetivos centrados en tareas concretas, es decir, implicarles en aquellas acciones físicas, técnicas y psicológicas que,  correctamente ejecutadas, dan como resultado el rendimiento, independientemente de las posiciones y tiempos parciales de la carrera.

Además, para que el corredor se posicione en el momento presente y no lo haga en el pasado (por ejemplo, culpabilizándose o lamentándose por la caída) ni en el futuro (por ejemplo, elucubrando con la posición que ocuparía de no haberse caido) se recomienda establecer objetivos a corto plazo, prácticamente inmediatos, dado que se encuentran próximos en el tiempo y nos predisponen a su consecución.

Otro de los aspectos al que los ciclistas, así como su entorno, deben prestar especial atención es el de las atribuciones.

En un deporte en el que las diferencias entre el éxito y el fracaso se miden en segundos, pérdidas de tiempo en situaciones de carrera como las caídas o los pinchazos de ayer suelen aflorar los últimos días de carrera para especular con la posición que se estaría ocupando de no haberse visto implicado en ellos.

Las caídas pueden atribuirse a diversos factores, las explicaciones que hagamos podrían afectar a nuestras expectativas de éxito y de fracaso, por eso son tan importantes.

Si tomamos como ejemplo la salida de la carretera de Froome o las montoneras, aquellas explicaciones que enfaticen su origen inesperado e imprevisible, producidas por acciones involuntarias de otros ciclistas y frente a las que apenas disponemos de capacidad de respuesta, serán menos perjudiciales para los corredores que si las consideramos resultado de nuestra falta de aptitud, de una pérdida de concentración o de malas decisiones, dado que, en este caso, afectarán a nuestra motivación y confianza.

Debemos entender que los corredores que se han visto perjudicados por las caídas y pinchazos se muestren contrariados y manifiesten su rabia. Y que necesiten horas o días para lamentarse y aceptarlo.

Enfrentarse adecuadamente a la adversidad requiere de explicaciones acerca de lo sucedido que preserven la motivación, la confianza y los estados de ánimo positivos de los corredores, así como el establecimiento de objetivos a corto plazo que se orienten a la tarea, en lugar de centrarse exclusivamente en los resultados.

* Antonio Moreno es psicólogo del deporte especializado en ciclismo

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*