Europeo CX: Oros para Aerts y De Jong

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Toon Aerts fue el mejor en la prueba élite masculina / © UEC

Quizás tengan algo que ver las duras críticas de Sven Nys, maestro y jefe, a sus corredores, pero lo cierto es que Toon Aerts, esta vez despojado de los colores del Telenet-Fidea Lions para vestir la eterna elástica de la selección belga, ese combinado que llegaba hoy a Pontchâteau (Francia) con un Wout Van Aert que quería “tapar el hueco que dejó en mi palmarés el pasado año el único maillot que no pude conseguir”, se mostró como el más fuerte en el trazado galo donde se ponía en juego el título continental.

Aerts, que ya se libró de la furia del Caníbal de Baal, fue el más fuerte en una prueba en la que estuvieron los grandes, sí, pero que sigue siendo, tras haberse disputado su segunda edición en la categoría elite, un trofeo menor en comparación con las tres grandes challenges o los campeonatos nacionales y mundial.

Bajo un cielo completamente despejado, el circuito de Pontchâteau estaba tremendamente rápido, algo que, por supuesto, condicionó la carrera. Apenas se produjeron incidentes, por lo que mediada la carrera seguía comandando la misma un nutrido pelotón muy poco habitual en la especialidad invernal del ciclismo en el que rodaban, además de los Van Aert y Van der Poel, muchos actores secundarios a la espera de encontrar su oportunidad ante esa extraña configuración de carrera en la que ninguno de los dos grandes dominadores del invierno parecía cómodo.

De ello sacó provecho el combinado belga, que puso a Van der Poel contra las aislándolo en un entorno hostil y no permitiendo que el neerlandés, que en un trazado de estas características es tremendamente peligroso, pudiese marcharse en solitario y desplegar todo su arte. Hasta tal punto llegó el control de los belgas –y la falta de aceleración de cualquier rival–, que hubo momentos que más que todo un europeo la prueba de Pontchâteau se asemejaba más a una kermés de provincias cualquiera.

Y así se mantuvo hasta cuatro vueltas antes del final, cuando el joven Toon Aerts decidió jugarse sus cartas con un ataque lejano. El León de Flandes salió a la caza del francés Matthieu Boulo y, cuando llegó a su altura, decidió dar continuidad a su aceleración. Pronto abrió hueco y por detrás Clément Venturini (Fra) y Twan van den Brand (Hol) reaccionaron ya tarde y con el hándicap de saber que, a su rueda, llevaban al grueso del ejército belga para el caso de que su avanzadilla no llegara a meta.

Ya a falta de tres vueltas para el final fue evidente que sólo la mala fortuna o la desgracia iban a poder alejar a Toon Aerts del oro. Por detrás, los belgas tomaron el mando en el último giro para intentar copar por completo el podio, pero Van der Poel demostró que en estos circuitos sigue siendo tremendamente peligroso y superó a toda la escuadra belga en la pelea por la plata, dejando a Van Aert un bronce que sabe a muy poco y al francés Venturini con la sensación de que de haber contado con algún ayudante más o de mejor calidad, la cuarta plaza final podría haber sido algo mejor.

Thalita De Jong sucede a Sanne Cant

De Jong fue la mejor en Pontchâtau / © AFP

Si la ausencia de incidentes fue una de las causas por las que la prueba masculina se desarrolló de la manera que lo hizo, la prueba femenina supuso todo lo contrario. Nada más salir, una caída acababa con las británicas Helen Wyman y Nikki Brammeier, que el pasado año se colgó el bronce, en el centro médico del circuito. No fue esa la única, aunque sí la más grave, de las caídas registradas en la prueba femenina en la que Thalita De Jong, actual portadora del maillot arcoíris, decidió buscar la victoria con un ataque lejanísimo apenas mediada la prueba.

Esto sucedió cuando la holandesa ya rodaba en cabeza con la única compañía de Sanne Cant (Bél) y  Lucinda Brand (Hol), a las que dejó clavadas para buscar el oro en solitario. La pesadilla comenzó, claro, para una Cant que sabía que si quería tener la más remota opción de reeditar su título debía de dar caza a su rival, pero que eso suponía llevar a rueda a una Brand que no le iba a dar ni un solo relevo en ese trabajo.

Finalmente, ese tercer maillot azul no pasó de ser una utopía para una Cant que hubo de rendirse a la evidencia. De Jong entró en solitario mientras que Brand se impuso en el sprint por la segunda plaza a la francesa Caroline Mani. Las españolas Olatz Odriozola y Lucía González entrron juntas a más de 3 minutos en las plazas 14ª y 15ª respectivamente.

Cullell no pudo brillar entre los júnior

La decepción vino en la prueba júnior donde uno de los aspirantes a medalla, el catalán Jofre Cullell no pasó de la 34ª poisición. Un título que fue para el británico Thomas Pidcock, por delante del francés Nicolas Guillemin y el belga Timo Kielich.

DELCARACIONES

Toon Aerts: El joven corredor belga reconocía, poco después de la ceremonia de entrega de medallas, que “estoy en una nube” aunque aclaraba que “llegaba a Pontchâteau con la intención de hacer una buena carrera ya que sabía que este es un circuito que se me puede dar muy bien: muchos vatios y entrega total de potencia. Además, cuando ayer hice el entrenamiento de reconocimiento, me dio la sensación de que iba a ser una carrera muy rápida”. Ante esto, Aerts dedujo que “la carrera se podía hacer muy dura a mitad de prueba”. Preguntado sobre cuándo se dio cuenta de que el triunfo era algo más que una posibilidad contestó que “sencillamente, salté del grupo para cerrar el hueco que estaba abriendo un francés y, en el momento en el que lo hice, oí por la megafonía que por detrás se había producido un parón. Conseguí aumentar la ventaja segundo a segundo y a unas tres vueltas del final me di cuenta de que todo era posible, pero fue en la última vuelta cuando fui consciente de que iba a poder terminar bien mi aventura”.

Aerts reconocía que “tanto el seleccionador como los técnicos del Telenet-Fidea Lions han hecho un gran trabajo desde detrás de las vallas. Por detrás, la selección hizo un gran trabajo de secante con Wout [Van Aert] que es algo que, evidentemente, te da alas, algo que a lo que ayudó también enormemente la gran cantidad de público que ha venido [desde Bélgica, N.d.A.]”.

Tremendamente contento, reconoció que “no me daré cuenta de lo que realmente he conseguido hasta que me ponga este maillot tan bonito en el Koppenberg”.

Thalita De Jong: “Estoy muy orgullosa de estos tres maillots”, decía sonriendo nada más bajarse del podio una Thalita De Jong que con su triunfo de hoy en Pontchâteau ha conseguido tener en su poder los jerseys de campeona de Europa, del mundo y de Países Bajos en lo que, en boxeo, se llamaría una unificación de títulos. “Aprecio a los tres”, sentenciaba.

En cuanto al desarrollo de la prueba, De Jong aseguraba que “durante tres vueltas me dediqué a separar el trigo del grano y luego aceleré y enseguida vi que nadie podía seguirme”. Cuando esto sucedión, De Jong recuerda que “ya no quise volver a mirar atrás y me marché en solitario a por el triunfo”.

La corredora neerlandesa reconoce que “esta mañana estaba muy nerviosa. Lo estuve hasta poco antes de la salida ya que era la gran favorita junto a Lucinda Brand ya que en este tipo de circuitos siempre tenemos ventaja las corredoras de ruta”.

CLASIFICACIÓN HOMBRES ELITE COMPLETA

CLASIFICACIÓN FÉMINAS ELITE

CLASIFICACIÓN JÚNIOR