Font: «Mi agresión demuestra que todo tiene que cambiar»

Bernat Font © Naturgas Energía

Bernat Font © Naturgas Energía

Bernat Font (7 febrero 1994, Begues, Barcelona) ha sido uno de los mejores júnior de Cataluña y de España, por lo que fue fichado este año por el Naturgas Energía, filial del Euskadi, pertenecientes a la Fundación Euskadi, que pasa malos momentos. Y peores fueron cuando el hijo de la expresidenta de la Federación Catalana, Carme Mas, sufrió una grave agresión de un conductor que se dio a la fuga, pero que está perfectamente identificado. Recuperado física y anímicamente este prometedor sub-23 relata a Ciclo 21 su experiencia y sus reflexiones sobre la seguridad vial y la convivencia en las carreteras cada día.

Fernando Ferrari / Ciclo 21

-¿Como te encuentras físicamente?

-Ya bien. Entrenando en bici y volviendo a competir. Ha sido mala suerte encontrarte a alguien así en la carretera. Es algo que no te esperas nunca.

-¿Qué pasó realmente?

-Íbamos Óscar González y yo entrenando, rodando en paralelo y en eso un coche nos empezó a pitar, a increparnos, que no podíamos ir así en la carretera, que nos fuéramos al carril bici y que no hacíamos nada ahí. Discutimos con él, aceleró, nos cerró el paso, frenó, aceleró de nuevo, paró en un cruce, nos esperó y al pasar con la bici me pegó un puñetazo, me tiró al suelo y continuó pegándome. Estaba fuera de lugar. Suerte que no pasó nada grave y le dio por pegarme. Si le da por atropellarnos o pasarnos con el coche por encima imagina… Nos quedamos en estado de shock.

-¿Cómo acabó todo?

-Un camionero paró y nos separó. Este hombre quiso también pegar al conductor del camión. Se dio a la fuga y llamamos al 112 y a la Ertzaina. Vino la ambulancia y me trasladaron al Hospital de Cruces. Hice la correspondiente denuncia y ahora a esperar cómo evoluciona todo. Tomamos la matrícula y esperaremos la investigación porque el coche, al parecer, no era propiedad del que me agredió.

-¿Y anímicamente recuperado?

-Estos días entrenando me ha costado. Piensas que te lo vas a encontrar de nuevo y por eso trataba de entrenar con más gente. Pero bueno, son cosas que pasan, paso página y miro hacia adelante. Todo esto es un motivo más para seguir dándole a los pedales.

-¿Te había pasado algo similar?

-A veces tienes palabras con alguno que no te respeta pero jamás me había pasado algo así y espero que no se vuelva a repetir.

-Bajo tu experiencia de tantos kilómetros, ¿hay más respeto en la carretera?

-Apenas lo hay y en algunos sitios más que otros. La gente no está concienciada de que el ciclista es uno más en la carretera, que la bicicleta tiene el mismo derecho a circular que otro vehículo. Es un problema de educación. Si no se enseña, a la gente le da igual y te adelanta como quiere. Somos personas, tenemos familia y no se puede permitir.

-¿A quién hay que educar más? ¿A conductores o a ciclistas?

-Mi opinión es que toda la culpa es de los conductores aunque reconozco que los ciclistas también se saltan semáforos o no respetan las señales. Pero hay que enseñar al cincuenta por ciento a ambos. Es cuestión de respeto mutuo.

-¿Crees que ha servido de algo tu incidente?

-Me sorprendió la reacción, a raíz de la nota de prensa de la Fundación Euskadi, de los medios de comunicación y en las redes sociales. La gente expresó su malestar porque llevamos un año con muchos ciclistas muertos en la carretera y están angustiados. No se toman las medidas oportunas y la reacción es normal cuando las cosas no van bien. Esto da pie a que todo tiene que cambiar porque algo va mal.

-¿Notas diferencias según la zona?

-Soy de Cataluña y entreno por la carretera de la costa por Castelldefels y Sitges y no hay punto de comparación con Euskadi. Los coches no se esperan, te pasan de cualquier manera. En Güeñes, donde vivo, te esperan hasta que sea posible, te facilitan el paso. Se nota que hay más cultura de ciclismo en Euskadi y claro que se nota en la carretera.

-¿Y en el extranjero?

-En Holanda y Bélgica hay un respeto mucho más grande, pero por ejemplo en Francia hay muchos accidentes con ciclistas y la convivencia también es difícil. Otra ventaja de los países nórdicos es que tienen una red de carriles bici destinados al ocio y para entrenar y eso facilita más la seguridad. Y en España es algo de lo que carecemos también.

-¿Como corredor del Naturgas cómo estás viviendo la crisis de la Fundación Euskadi y la posible desaparición del equipo continental?

-Una situación difícil. No se puede dejar desaparecer a la Fundación Euskadi porque es una institución que representa unos valores para el ciclismo y la sociedad que no se deben dejar perder. Creo que es el único equipo que apuesta por los jóvenes, te da una salida y debería tenerse en cuenta. Con la crisis que tenemos, es un ejemplo a seguir para ayudar a la juventud y darte esa oportunidad. Y si se cierra el equipo Euskadi es más complicado. Sería un palo muy duro.

-¿Cómo llevas la temporada?

-Tuve una tendintis rotuliana a comienzos de año y no competí hasta mayo. Estoy adaptándome bien y cogiendo horas de competición. A ver si el año que viene doy un paso más y aporto todo lo que pueda al equipo.

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