El Giro, final de un tortuoso camino para Valls

Foto oficial 2018 © Movistar

Román Mendoza / Ciclo 21

Después de un calvario de dos años -con varias lesiones, entre ellas una grave fractura de cadera cuando preparaba la Vuelta 2017-, Rafa Valls ha comenzado a recuperar la ilusión en Movistar. Un fichaje que el de Cocentaina no esperaba, pero que le ha supuesto un cambio de rumbo tras ese bienio en Lotto plagado de infortunios y que le llevó incluso a pensar en colgar la bicicleta. Recuperarse físicamente, pero sobre todo en el plano anímico, era el objetivo, y para ello nada mejor que el Giro de Italia, donde será uno de los integrantes del ‘ocho’ de la escuadra telefónica y uno de los doce españoles en liza.

-¿Cuándo le comunicaron que correría el Giro?

-A principio de temporada estuvimos hablando de la lesión, y quedamos en ir viendo como evolucionaba, pero que, si no surgía ningún contratiempo, podría correr el Giro porque era una carrera idónea. Y así ha sido. Mucho mejor de lo esperado, porque no he tenido ninguna molestia, ni de la lesión ni de los tornillos que aún tengo.



-Por lo que me dice, la recuperación física es total. ¿Y la psíquica?

-Cuando te ves compitiendo al mismo nivel que antes, se te van pasando todos los problemas. Creo que ha sido fundamental estar en Movistar, porque es un equipo en el que hay muy bien ambiente y esto es fundamental, me ha ayudado mucho anímicamente.

-¿Cómo ha sido la preparación para el Giro?

-No me he preocupado por los resultados, sino por ir cogiendo la forma poco a poco, por volver a disfrutar de la bicicleta. Corrí País Vasco y Amorebieta y tras ello, me fui a Sierra Nevada, a concentrarme en altura, donde he estado 19 días. El domingo volví a casa, a cambiar las maletas y para Madrid e Israel.

-Por cierto, allí les esperan 37 grados…

-El calor nunca me ha molestado, todo lo contrario. El año que gané en Omán -en 2015- hizo una temperatura altísima.

Valls en Algarve © Movistar

-En Italia ya no será lo mismo. Una carrera que conoce bien ya que ha estado dos años. ¿Qué recuerdos tiene de esos dos Giros anteriores?

-Precisamente la climatología, que fue bastante adversa y que nos llovió e incluso nevó varios días. Para mí el Giro es la carrera más dura de todas no sólo por ello, sino por cómo se corre.

-A diferencia de lo que ocurrirá en Tour o Vuelta, en el Giro el Movistar se presenta sin un líder definido, con un equipo bastante joven…

-Vamos a ver que Giro nos sale. Tenemos un plantel bastante joven, pero con varios corredores que pueden brillar en la montaña. Carapaz demostró estar muy bien en Asturias.

-¿Y usted?

-Intentaré cazar alguna etapa, pero antes tengo que ver cómo responde el cuerpo. Llevo dos años sin competir en una grande, y aunque la lesión no me preocupa, si es cierto que tengo que ver como respondo físicamente. Si hay alguna opción de hacer un buen puesto en la general o si no dedicarme a intentar luchar por alguna etapa. En Sicilia ya podré hacerme una idea, no sólo por el final en el Etna, sino porque hay otras dos etapas bastante duras.

-Cambiando de tema, todo el mundo habla de un duelo Froome-Dumoulin, ¿lo ve usted así?

-Son los dos grandes favoritos, junto con Aru. Pero para mí un corredor que tiene mucho que decir es Miguel Angel López, que tiene el apoyo de un Astana que está fortísimo este año. Y ojo también a Chaves, que también tiene otro equipo muy fuerte detrás de él, y que ya sabe lo que es destacar en Italia.

-Y a pocas horas de volar hacia Jerusalén, ¿le preocupa la situación que se vive en el país?

-Hemos hablado algunas veces de la situación, pero no en estos días. Esperemos que todo se quede en una falsa alarma.

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