Serrano: «La victoria de Andalucía me anima en estos días»

El madrileño estrenó su palmarés en el repecho de Iznájar © Photo Gómez Sport

Pablo Zaballa / Ciclo 21

Gonzalo Serrano Rodríguez (17 de agosto de 1994, Madrid) es una de las buenas noticias para el ciclismo español en un atípico comienzo de temporada. El joven escalador del equipo Caja Rural-Seguros RGA estrenó su palmarés como profesional con una victoria de fuerza y clase en la segunda etapa de la Vuelta a Andalucía y exhibió su potencial entre los mejores durante el primer fin de semana de semiclásicas en Francia.

La pandemia del coronavirus obliga y Gonzalo atiende la llamada de Ciclo 21 desde su domicilio familiar en la capital: «Teníamos la suerte de estar en la casa de la sierra de Madrid, pero hace unos días falleció mi abuelo Carlos y nos trasladamos a la ciudad para cuidar de mi abuela», desvela el ciclista, que se topó de pleno con la realidad del COVID-19: «No ha habido ni entierro ni incineración y tendremos que esperar a que todo esto termine para despedirnos de él como se merece», lamenta.

«Es un momento duro para todos, pero debemos mantenernos unidos y apoyarnos entre nosotros», prosigue Serrano, que como la mayoría del pelotón internacional se entrena sobre el rodillo: «El ciclismo es un deporte para practicar al aire libre, compartirlo con amigos y compañeros. Pasar al rodillo se hace difícil y la calidad de los entrenamientos no se puede comparar. Es más complicado trabajar y sufres con menos ganas», admite.

El madrileño mantiene el contacto con sus compañeros de equipo a través de las plataformas virtuales, aunque las sensaciones no son las mismas: «En la carretera puedes hacer puertos y series largas que el rodillo no lo permite. Te deshidratas muy rápido y se sufre mucho a nivel de articulaciones. El desgaste es mucho más grande y dicen que es más lesivo», razona.

Serrano, con la equipación 2020 © Caja Rural-Seguros RGA

Gonzalo detalla cómo es un día de entrenamiento en el rodillo: «Normalmente empiezo con 45 minutos en ayunas y, después de desayunar, hago otro tanto. En las redes veo auténticas barbaridades de gente que hace cuatro o cinco horas. Yo prefiero series cortas e intensas, de tres a cinco minutos, y luego recuperar. El día que más he sacado fueron unas dos horas y media y terminé muy cansado», un ejercicio que compagina con el trabajo de core.

En el tiempo libre se dedica a dibujar, ver series o películas, además de los piques a la Play Station con su hermano Javier –también ciclista– y las incursiones en la cocina: «A veces lo intento, pero todo lo que yo cocino engorda», desvela entre risas. «Lo de la alimentación es lo que más me está costando. Con tantas horas libres, aunque no quieras, siempre comes un poco de más y gastas menos. Las cuentas no salen», reconoce.

La incertidumbre y un objetivo: la Vuelta

Sin fecha para el regreso a la carretera y con el calendario UCI descabezado, Serrano reconoce que le falta cierta motivación:  «Es todo un poco raro. Si tuviésemos una fecha exacta para volver, aunque fuese a largo plazo, podríamos organizar el calendario y un plan de preparación con mi entrenador, el nutricionista… Sin una fecha es todo como una planicie, sin picos, y hay días que me levanto cansado, sin ganas de cuidarme o entrenar. Es un problema para todos los ciclistas».

Mientras en España los deportistas profesionales no se pueden entrenar al aire libre, en otros países europeos si está permitido: «Personalmente estoy a favor de quedarme en casa para ayudar a parar todo esto. Ahora mismo la prioridad es la salud de todas las personas», opina el madrileño, que entiende las medidas distintas en cada país como un hándicap: «Cuando volvamos a la competición se va a notar mucha diferencia. Creo que las federaciones deberían ponerse de acuerdo en dos cosas: todos los ciclistas deberíamos tener las mismas condiciones y la misma fecha de regreso».

Con las aplazadas hasta 2021 Volta a Catalunya y Vuelta al País Pasco en su programa original, el escalador de Caja Rural-Seguros RGA tenía previsto hacer el calendario nacional (Vuelta a Castilla y León, Vuelta Asturias, Vuelta a la Comunidad de Madrid) hasta los Campeonatos de España, pero ahora es todo una incógnita, incluida la Vuelta a España, su gran objetivo de la temporada.

«Esperemos que se pueda correr, aunque en el equipo no tenemos el ‘sí’ y por ahora son todo suposiciones. Hemos hecho un buen inicio del año y hemos puesto todo de nuestro lado para merecernos esa plaza, aunque es cierto que va a estar peleado porque todos los equipos que aspiran a ella lo han hecho bien. La decisión no la podemos tomar nosotros, solo podemos confiar en que llevamos muchos años yendo y siendo competitivos», declara.

La carrera de casa para todos los españoles no lo es menos para Gonzalo: «La Vuelta es el escaparate que he visto desde pequeño en televisión, donde veía a mis ídolos por algunas de las carreteras en las que yo entrenaba. Y era un sueño poder estar algún día en la salida», rememora el madrileño, que en 2019 completó su primera grande con un sabor agridulce: «El año pasado no tuve suerte ni mis mejores sensaciones. Primero fue una caída, luego la fiebre y llegué a pensar en irme a casa, pero aguanté hasta el final aunque no conseguí ser todo lo combativo que me hubiese gustado».

El madrileño saca una lectura positiva de aquella experiencia: «Creo que gracias a haber terminado la Vuelta he podido empezar tan bien este año», indica Serrano, que arrancó el 2020 de la mejor manera posible con una victoria en la segunda etapa de la Vuelta a Andalucía: «Esa victoria es la que me anima en los días difíciles y me empuja a seguir entrenando».

Gonzalo arrancó a los pies de la última subida, de 1300 metros al 7.2% de pendiente media y con rampas que superaban el 10%: «Salimos con las ideas claras y sabíamos que tenía que intentar sorprender desde lejos. En Valencia –ya lo había intentado en la segunda etapa de final en Cullera– se me hizo un poco largo el final, pero me sirvió para aprender cuál es mi distancia y que debía esperar un pelín», recuerda el ciclista de Caja Rural, que sorprendió a los favoritos y tuvo tiempo para saborear el triunfo.

«Siempre sueñas con poder llegar a la meta en solitario, pero hasta que lo consigues no sabes cómo es esa sensación… Se me pasaron muchas cosas y mucha gente por la cabeza. No se lo podría dedicar a una sola persona. Es una victoria de prestigio para mi equipo y para todos los que están conmigo y me apoyan desde siempre», indica.

El primer bloque de temporada de Serrano se terminó con dos pruebas francesas: la Clásica Ardèche (21º) con una exhibición de Cavagna y la Clásica Royal Bernard Drôme (6º), en la que peleó casi hasta el final con los mejores. «Poder estar delante con una climatología tan dura y con el nivel que había –solo quedaron por delante Clarke, Barguil, Nibali, Martin y Cosnefroy– es una alegría y refleja el trabajo bien hecho durante el invierno».

El madrileño, en el podio de la Vuelta a Andalucía © Photo Gómez Sport

Admiración por Sagan y un precontrato

En su tercera temporada como profesional, el madrileño ha compartido pelotón con algunas de las estrellas que no hace mucho seguía por la televisión: «El que más me sorprendió fue Peter Sagan. Hace cinco o seis años me lo crucé en Madrid por mi zona de entrenamiento y desde entonces seguía con atención todas sus carreras, me leí su biografía…», recuerda Gonzalo, que en 2018 coincidió con él en los Europeos de Glasgow. «Es uno de los mejores a nivel mundial, pero me transmitió sensaciones de buena persona y humildad… Hay otros ciclistas cuya imagen cambia de la televisión al trato en persona, pero con Sagan eso no me pasó», matiza.

El madrileño tiene contrato con el Caja Rural-Seguros RGA hasta el final de esta misma temporada, pero no se preocupa demasiado por su futuro porque ya tiene un precontrato firmado por un año más: «Este va a ser un año raro para todo el tema de fichajes, pero yo estoy tranquilo. En Caja Rural me encuentro muy a gusto y en estos momentos es importante tener un equipo que te arrope y te apoye. Necesitas esa tranquilidad».

Serrano pasó a profesionales en 2018 después de un año en el filial de Caja Rural-Seguros RGA, donde coincidió con algunos de los que también son ahora sus compañeros: «Es un equipo que le da muchas oportunidades a los jóvenes y en la plantilla actual nos juntamos muchos ciclistas que ya compartimos equipo en amateur».

A sus 25 años (cumple 26 en agosto), el madrileño desconoce cuál es su techo o límite, pero tiene claros sus objetivos como profesional: «No sé hasta dónde seré capaz de llegar, pero como cualquier ciclista mi objetivo principal es correr con un equipo de la máxima categoría para tener el mejor calendario posible. Me gustaría hacer las clásicas de las Ardenas, aunque son muy duras, y para ser competitivo hay que empezar desde joven para conocerlas. Creo que estoy en el momento de probar», arguye.

Ya sea en la Vuelta o en las Ardenas, pero siempre pasando por las carreteras de la sierra madrileña, Gonzalo Serrano será una de las ruedas a seguir del ciclismo español cuando todo esto pase.

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