Kuurne-Bruselas-Kuurne: Asgreen gana el pulso

Roberto Tejedor / Ciclo21

No lo llamaremos una segunda oportunidad tras el desenlace del Circuito Het Nieuwsblad, pero Kuurne-Brussels-Kuurne es, por supuesto, una nueva vía para que alguien sume en su palmarés una victoria en una clásica flamenca con historia. 72 ediciones cumplía en 2020. Las líneas principales del nuevo formato en el reestructurado recorrido se encontraban a que a 75 kilómetros de la llegada la carrera se adentrarían hacía rutas nuevas, más selectivas y emocionantes para quitar la etiqueta de «carrera para velocistas» con el Viejo Kwaremont colocado a 58 kms de meta para ser determinante. El corazón de la carrera pasaba por el corazón de Ronse, con final por carreteras más estrechas y onduladas con una vuelta local al circuito de Kuurne que definiría al sucesor de Bob Jungels.

Mientras se avecinaba la primera cota del día, los corredores recibieron nuevas advertencias: Se penalizaría el abuso de ciclovías y senderos. Una imagen recurrente como cada año y que, por fin, el organizador toma medidas al respecto para no repetir errores del pasado.

El primer grupo fugado. © Photonews

El día comenzaba con un activo Astana moviendo ficha con el belga Laurens De Vreese. Pero el pelotón aún no estaba por la labor de permitir que equipos de primera línea tuviera ventaja tan pronto. Sí lo lograría Mikkel Bjerg (UAE) junto a Roy Jans (Alpecin-Fenix), Hugo Houle (Astana), Boris Vallée (Wallonie-Bruxelles) y Jonas Abrahamsen (Uno X). El triple campeón mundial de contrarreloj sub-23 comanda el destino del quinteto con paso afianzado sabedores de que lo más difícil para ellos estaba hecho. Sería el campeón danés quién por un infortunio mecánico, por un pinchazo, vería perder sus opciones de poder optar a ser una pieza clave posterior para UAE y Alexander Kristoff justo antes de pasar por la cima del Viejo Kwaremont, momento en que la carrera comenzó de verdad.

Momento además de muchos nervios. Bien para cubrir la posición en el pelotón, o bien para mejorarla, provocó una caída numerosa en uno de los muchos estrechamientos. A pies del Kwaremont, llegó la imagen desafortunada de la jornada. Como ya nos tiene acostumbrados, el italiano Gianni Moscon (Ineos) no pudo templar sus nervios en una montonera y con malos modos lanzó la bicicleta de un rival sobre él mismo corredor mostrando ostensibles gestos de frustración. Acción que le costaría la exclusión inmediata y no contento con la decisión del jurado técnico rompió su dorsal delante de las cámaras de TV mostrando su desacuerdo. La resolución está a la espera de una sanción más severa ante un ciclista ya reincidente en otros tantos comportamientos inadecuados.

“Hey mate, here do you have your f*cking bike back!”🤣 #KBK20 pic.twitter.com/4t0504XvyD

— Bas Tietema (@BasTietema) March 1, 2020

#KBK20 – Moscon reaction to DSQ pic.twitter.com/ygM4us8xnz

— La Flamme Rouge (@laflammerouge16) March 1, 2020

Trentin, Van Avermaert, el propio Kristoff o Stuyven eran varios de los hombres que se moverían en la cota insigne deslavazando al pelotón principal y acercando sus opciones al grupo de cabeza. A unos 30 kilómetros del final, Asgreen salió al contraataque una vez fue neutralizado el selecto grupo y conecto con la escapada. En ella, pudo entenderse con Jans y Vallée, Houle no pudo continuar el ritmo del escandinavo a su llegada, y pusieron unos 30″ sobre el pelotón al que pasaron a comandar Sunweb, Ineos y Lotto-Soudal para preservar sus intereses al sprint con un DQT que tomaba un segundo plano a la espera del brillo de su pupilo en la punta. Otro, de tantos, movimientos tácticos que le hacen ser referencia en este tipo de clásicas.

Asgreen parecía roto, pero con el premio a la vista en la última vuelta del circuito ya, sin compañero de fuga, nadie podía frenarle. Los últimos 9 kilómetros solo él creyó en sus posibilidades. En ocasiones, esa actitud encuentra premio al igual que su propio compañero Bob Jungels hace un año. Supone, además, la victoria nº 14 del año para Deceuninck Quick Step, el mejor equipo de lo que va de año en cuanto a triunfos seguido de UAE con 11, y supone el estreno del danés en una clásica.

Asgreen, tan lejos y tan cerca del pelotón. © Cor Vos

Declaraciones

Asgreen. “Jungels me dijo esta mañana que tenía que hacer lo que él hizo el año pasado. En las partes estrechas, cuando nos unimos en cabeza después de la última cota, sabíamos que era posible atacar.  Cuando aún tenía que recorrer 300 metros, sabía que podía ganar. Me dolían las piernas, lo di todo. Tuve que librarme de Jans contra el viento, porque él no relevaba y Merlier estaba detrás de él. Eso fue inquietante para nosotros. En ese momento dudaba si iba a llegar a meta. Ese era el plan, de lo contrario tendríamos a Fabio Jakobsen para el sprint».

Nizzolo. «Ciertamente fue muy bien. Por mi parte, puedo decir que es bueno ganar el sprint, pero Asgreen fue muy fuerte así que hay que felicitarlo. Me sentí bien desde el principio, junto con el equipo tomamos la decisión de no correr ayer en el OHN para presentarme lo mejor posible, fue una elección correcta».

Krstoff. «Cuando hubo la primera selección en la subida de Kwaremont supe que las piernas estaban bien. Me lancé un poco temprano en el sprint, pero sigue siendo un buen resultado para mí. Ayer no salió según lo planeado, así que subir al podio hoy es realmente agradable. Bjerg también tuvo una buena carrera, pero tuvo mala suerte con el pinchazo. Con el alto nivel que había aquí, creo que un podio es un buen resultado para el primer fin de semana de clásicas».

Van Avermaert. «Asgreen se merece todo el crédito y nadie más hoy. Ayer ya fue capaz de neutralizar a Benoot y Van Aert de una manera impresionante en un momento clave. Entonces supe que estaba bien. Me sorprendió un poco, pero sabía que si iban a dejarlo ir, sería muy difícil recuperarlo».

Puntos Top Ciclo 21: Eduard Prades, 2 (mejor español prueba 1.Pro) / Alex Aranburu, 1 (mejor sub-26)

CLASIFICACIÓN FINAL

©PCS

Dorsales, previa y palmarés tras el directo de la cuenta oficial

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DORSALES OFICIALES

© KBK2020

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Where legends are born. Donde nacen las leyendas. Ese es el lema de la Kuurne-Bruselas-Kuurne, la segunda gran clásica flamenca del año que se celebra sólo un día después del siempre esperadísimo Circuito Het Nieuwsblad y que para su edición de 2020 presentó el año pasado un recorrido con importantes novedades con las que busca adaptarse a los nuevos tiempos y seguir manteniendo su estatus, siendo como es, una de las pocas grandes citas de aquel país que vive fuera de la burbuja protectora de Flanders Classics.

“Es el momento de hacer algo diferente”, aseguró el director de la carrera, Peter Debayeve, sobre esas variaciones que afectarán, sobre todo, a la parte final de la prueba. Con ellas, principalmente, se busca ponérselo más difícil a aquellos interesados en un final al sprint, algo que se ha tornado en tradicional en la carrera belga.

En cualquier caso, desde la organización apuntaron que no se trata de imposibilitar una llegada masiva, sino de “ponérselo un poco más difícil a los sprinters”. Además, antes de esos cambios que deben afectar a la resolución misma de la carrera, Debayeve explicó que “por motivos de seguridad de los corredores, hemos querido llevar la prueba por carreteras más anchas”, algo que se verá ya tras las primeras colinas.

Los principales cambios llegarán ya en la parte resolutiva de la prueba. Tras el paso por Ronse, la carrera se dirigirá a Mont Saint-Laurent, una nueva subida que precederá al Kruisberg. Desde allí, se volverá al trazado tradicional, pero el Viejo Kwaremont se afrontará ahora ya muy cerca de los 50 kilómetros finales, acercando, por lo tanto, uno de los puntos calientes de la carrera a la línea de meta.

Aquellos velocistas que hayan conseguido sobrevivir al Viejo Kwaremont –y las ascensiones previas–, todavía tendrán que estar muy atentos al Zwalmstreek, una zona de caminos muy revirados en los que el viento, muy frecuente allí, puede jugar un papel muy importante. Tras ese paso, todavía quedará una zona de adoquines antes de llegar a Kuurne, donde sólo se acometerá una vuelta al circuito final en lugar de las dos que venían siendo tradicionales.

Así pues, haciendo un resumen muy somero de lo que será la Kuurne-Bruselas-Kuurne de 2020, la carrera presenta 75 kilómetros completamente renovados respecto a otras ediciones, un total de once subidas (dos menos que en 2019) y una sola vuelta –en lugar de dos– al ya tradicional circuito final de 15 kilómetros en Kuurne.

La última novedad es que el Alpecin de Mathieu Van der Poel estará en la línea de salida ocupando la última plaza disponible tras la renuncia del Jumbo.

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