Mundial CX Junior: Dekker abre la fiesta holandesa

Nicolás Van Looy / Ciclo21

El mundial de ciclocross ha quedado oficialmente inaugurado hace apenas unos minutos con la carrera de la categoría junior masculina y, con ella, también se ha inaugurado la locura de la fiesta holandesa que los aficionados de aquel país confían en poder mantener a eso de las 16:00 horas de mañana domingo con el oro de su máximo exponente: Mathieu van der Poel. Pero lo que toca es vivir el presente y, si hablamos de la categoría más joven del evento mundialista, eso significa hablar del futuro que pasa irremediablemente por Jens Dekker que, tras una carrera en la que no ha dado opción a sus rivales, se ha colgado un merecidísimo oro rodeado en el podio por los francesas Mickael Crispin (quizás, el primer medallista negro de la historia de los mundiales de ciclocross) y Thomas Bonnet, que coronaron una enorme actuación del combinado galo que hace soñar con tiempos muy buenos a aquel país.

Dekker cumple con lo que parece que es la receta perfecta que han descubierto en el ciclocross holandés: pura selección genética. El nuevo campeón del mundo de junior de ciclocross es hijo de Dick Dekker, profesional de buen nivel entre 1987 y 1993 en los que llegó a correr para los equipos españoles Caja Rural (1989), Orbea (1990), Paternina (1991) y aquel fallido CHCS de 1992. Pero, además, esos genes perfectos para el deporte del pedal le llegan por parte del hermano de su padre, el conocido Erik Dekker. Su tío, profesional entre 1992 y 2007 cuenta en su palmarés, entre otras, con cuatro etapas en el Tour de Francia, una Copa del Mundo (2001), una Clásicas de San Sebastián, un Amstel Gold Race, un nacional de fondo o dos nacionales de contrarreloj.

Pero ellos son ahora el pasado y Jens Dekker, con su recién estrenado maillot arcoíris es el presente y el futuro. Crispin fue el que intentó mantenerle a raya durante más tiempo, pero ya en la segunda vuelta tuvo que claudicar y dejar marchar al holandés. Se quedó en tierra de nadie mientras su compatriota Bonnet tuvo que pelearse con un Jappe Jaspers que se vino muy pronto abajo. El belga, que partía como el gran favorito al triunfo, se diluyó como un azucarillo y acabó dejando solo a Bonnet que se colgó finalmente el bronce sin demasiada oposición.

Jaspers fue perdiendo posiciones hasta acabar en la séptima plaza, un resultado para nada acorde a las siempre altas expectativas de los belgas. Pero lo que para él y su país fue un desastre (entró en meta a 1:32) se traduce, para otros, en un enorme éxito. Iván Feijoo acabó en una extraordinaria 8ª posición a sólo dos segundos del belga y, además, podrá añadir a ese inmenso logro de haberse metido en el top 10 mundialista el hecho de hacerlo siendo el segundo mejor clasificado de los participantes de primer año (los nacidos en 1999) sólo superado por el británico Thomas Pidcock, que acabó 5º a 1:22, lo que da una muy buena imagen de lo apretada que estuvo la lucha por la cuarta plaza. Feijoo, además, marcó el segundo mejor tiempo en la última vuelta de cuantos participantes quedaban en carrera (junto al suizo Kevin Khun) parando el crono de ese giro en 8:48.

Jofre Cullell terminó en 26ª posición mientras que Jokin Alberdi se tuvo que conformar con la 34ª plaza. Todo ello hizo que España acabara la carrera con la séptima plaza en el cómputo de las naciones con 68 puntos superada por Francia (14 puntos), Países Bajos (25), Bélgica (42), Estados Unidos (52), Gran Bretaña (53) e Italia (55) y por delante de potencias tradicionales como Alemania (91) o Luxemburgo (104).

Dekker, inmensamente feliz, tenía grandes dificultades para encontrar las palabras que definieran sus sensaciones nada más proclamarse campeón del mundo. Así, antes de subir al podio decía que “ha sido una carrera muy dura por las condiciones del circuito, que estaba muy resbaladizo. Pese a que lo pueda parecer, no ha sido mi mejor día del año. Creo que ese fue la semana pasada en Hoogerheide. Pero ha sido… ¡increíble!”.

En cuanto a la pelea contra el barro y la lluvia que convirtieron el trazado de Zolder en una auténtica pista de patinaje, Dekker aseguró que “el circuito estaba muy resbaladizo. He pedido a los mecánicos que cambiaran la presión de los neumáticos para ir más seguro. Ha sido muy complicado en ese sentido”. Dekker no podía estar más satisfecho por una temporada en la que “he ganado la Copa del Mundo, el campeonato de Europa y ahora el mundial. Ha sido un gran año. Pasé un pequeño bache por el periodo de Navidad, pero ahora estoy muy bien”.

CLASIFICACIÓN MUNDIAL JÚNIOR MASCULINO

Previa Campeonato del Mundo de Zolder 2016 y dorsales

Y por fin llegó el gran día. Hoy comienza en Zolder una nueva edición del mundial de ciclocross. Como suele ser costumbre, el primer día queda reservado para la disputa de las carreras de la categoría Júnior masculina y las dos pruebas femeninas, verbigracia, Sub-23 y Elite.

Es la chavalería más joven la que tiene el honor de abrir el fuego. Hacer previsiones en esta categoría, en la que los corredores todavía están por pulir y la regularidad que se le puede atribuir a los más mayores todavía es una quimera, es harto complicado, pero si atendemos a lo que ha ido sucediendo a lo largo del invierno hay dos nombres que destacan por encima de todos los demás: el belga Jappe Jaspers y el holandés Jens Dekker, ambos compañeros de equipo durante el resto del año en el Enertherm-BKPC. Por detrás de ellos, aparecen varios outsiders a los que vigilar muy de cerca como Seppe Rombouts (Bél), Mitch Groot (Hol) o Tanguy Turgis (Fra).

Si hemos hablado largo y tendido durante toda esta semana sobre lo ilusionante que pinta el futuro del ciclocross español gracias a las opciones reales que suponen Kevin Suárez y, sobre todo, el alicantino Felipe Orts, que apunta a poder meterse entre los diez primeros en un circuito donde ya fue sexto hace unas semanas, no lo es menos el hecho de que en la categoría Júnior España cuente con la representación más numerosa de cuántas viajan a Bélgica con un total de cuatro corredores.

De ellos, sólo Jokin Alberdi tiene experiencia mundialista, pero el resto de los componentes de ‘la roja’ crossista ya saben lo que es enfrentarse a los mejores del panorama internacional ya que han tenido opción, como ya repasamos en nuestra previa de ayer, de disputar varias pruebas internacionales este invierno.

Jokin Alberdi podría considerarse, de alguna manera, como el jefe de filas de este combinado. “Llego bastante animado al Mundial y mejor que el año pasado. Sabía que lo más normal es que corriera el Campeonato y por eso hemos preparado la campaña, para llegar en las mejores condiciones a este final de temporada. Y creo que lo he logrado, aunque hasta el sábado no lo veremos”, comentaba Alberdi en la web de la RFEC antes de partir hacia Zolder. Piensa que “la clave será hacer bien la salida para coger posiciones. Es un circuito rápido, aunque con tramos bastante duros, aunque buena parte del recorrido se puede hacer a rueda, en grupo, por lo que habrá que intentar coger los de delante”. Se muestra, además, confiado en haberse quitado el ‘miedo’ a competir fuera de nuestras fronteras y aspira a conseguir un resultado importante. “Conociendo a los rivales te quitas el miedo, y sales con más seguridad aunque un puesto no depende sólo de tus fuerzas, sino de muchos factores. Espero hacerlo lo mejor posible, aunque espero terminar entre los diez primeros”.

Por su parte, Richard Brun, se ha mostrado muy realista y sabe que el mundial es todo un premio teniendo en cuenta que su actuación en el gran escaparate que es el nacional no estuvo a la altura de lo que se esperaba de él. “Aunque el campeonato de España no me salió nada bien, tenía esperanzas de poder estar en el Mundial y por ello seguí entrenando hasta que me llegó la confirmación del seleccionador. Si iban tres, como el año pasado, lo habría tenido muy complicado, ya que Jokin, Cullell y Feijoo han estado muy bien todo el año”. Aunque no ha corrido nunca en Zolder, su compañero de equipo en el MMR ya le ha informado de que “es un circuito muy guapo, como pueda ser Igorre, y que tiene esa clave de la salida, en una recta muy larga en la que si fallas un poco ya lo vas a tener complicado”.

Jofre Cullell es el único de los cuatro integrantes de la selección española que no estuvo el pasado fin de semana en Hoogerheide ya que ha “preferido entrenar en casa estos días, no cansarme con un largo desplazamiento y esta semana no forzar, para llegar lo más fresco posible al Mundial. Tengo muy buenas sensaciones y ahora a esperar que en carrera todo se de bien”, algo que se traduciría, en sus propios objetivos en “terminar entre los veinte primeros”. En la prueba disputada en este mismo circuito con motivo de la Copa del Mundo Cullell acabó 31º después de, como reconoce “no salir nada bien” y espera poder mejorar ese resultado ya que el trazado “es rápido, sin muchas zonas técnicas, aunque con algunos tramos complicados en las subidas o en las escaleras. Me va bien”.

También estará en Zolder, como es lógico, el vencedor de la Copa de España, Iván Feijoo que, como Cullell, está en su primer año en la categoría. Se muestra “con muchas ganas y mucha motivación de hacerlo lo mejor posible” en este debut mundialista. Tras perder casi todas sus opciones de hacer una buena carrera en Hoogerheide debido a una mala salida, asegura que “en el Mundial espero que sea distinto ya que todos sabemos que la salida será clave para las aspiraciones de hacer un buen campeonato”. Feijoo tomará la salida sin la experiencia que supone haber corrido la prueba de la Copa del Mundo aunque “lo ví por televisión y en vídeos y se ve que es un circuito rápido, que pienso que me puede ir bien, aunque ya lo veremos cuando lleguemos allí”. En cuanto a sus ambiciones personales, Feijoo dice que “no descarto terminar entre los diez primeros, aunque tendrá que salir todo bien”.