La Vuelta sigue fiel a sí misma

Vuelta a Esp presentacion_2017

El Palacio de Congresos de Madrid ha acogido la presentación de la Vuelta a España 2017 / © ASO

Todos los perfiles

Las 9 llegadas en alto

Valoraciones de los protagonistas

Nicolas Van Looy / Ciclo 21Madrid. Enviado especial

La Vuelta a España, que el próximo día 19 de agosto partirá desde la más torera ciudad de Francia –cosas de la globalización– ha sido presentada esta tarde en Madrid y, un año más, a la hora de analizar lo que puede o no puede dar de sí la ronda española es inevitable hablar de esa marca de la casa que supone un diseño de las etapas tan característico y tan propio a nuestro país como lo son el jamón, el buen vino, las playas rebosantes de turistas o ese chitinguito en el que se mezcla el olor del espeto, el protector solar, la sangría y el mar. Topicazos, todos ellos, con base real y que, según ha podido interesar en cada momento, se han fomentado o combatido, pero que han ayudado a crear lo que antes, cuando Fraga se bañaba en Palomares, se resumía con el Spain is different y hoy en día, por fortuna, ha venido a denominarse Marca España. Y eso, marca o imagen propia, es lo que tiene la Vuelta a España –otros lo definirán como carácter, pero ese ingrediente dejaremos que sean los ciclistas quién lo pongan– con estos trazados que, como ocurre con el de 2017, serían reconocibles por cualquier aficionado incluso si les presentamos los perfiles sin pista alguna de la prueba a la que pertenecen.

El Palacio Municipal de Congresos de Madrid era esta tarde, como corresponde a cualquier presentación de un gran evento deportivo, lo más parecido a la noche de Reyes: sólo los que han querido permanecer en la más absoluta inocencia se han visto sorprendidos por el anuncio de un recorrido que en Ciclo 21 hemos venido desgranando desde hace meses.

La Vuelta, como le gusta a sus defensores y odian sus detractores, será, una vez más, una carrera pensada y diseñada para decidirse al final sin que esto reste espectáculo diario. ¿Es eso posible? Pues sí. No le gusta a todo el mundo, eso lo sabemos, pero funciona en términos televisivos que, a fin de cuentas, es lo que buscan los patrocinadores y el motivo por el que grandes marcas están, tras años alejados de este deporte –por motivos que no corresponde ahora volver a analizar–, volviendo a invertir en el pelotón en busca de un rendimiento económico que, según dicen los que saben mucho de estas cosas, es muy complicado, por no decir imposible, encontrar en otros deportes.

Una carrera, decíamos, que busca decidirse al final, lo que este año nos llevará a la cornisa cantábrica, pero que no renuncia al espectáculo diario, para lo que se han preparado un total de nueve finales en alto, la (también típica) única jornada cronometrada (si obviamos en este recuento la contrarreloj por equipos inicial) y, como descubriremos cuando podamos analizar de manera detallada el trazado de cada etapa, más de un día tramposo en el que, con esos kilometrajes tan cortos, la tensión y las ganas de demostrar cosas de esa eterna combinación de jóvenes figuras que reciben su bautismo de fuego y de suspendidos en los exámenes anteriores que buscan la redención en septiembre, podría pasar de todo.

De todo, sí, pero nada decisivo o, al menos definitivo, de cara a la general. La Vuelta a España de 2017, como lo han venido siendo sus predecesoras más recientes, se guarda, como las buenas mascletàs, la traca más potente para el final. Pero para eso, por el momento, quedan algunos párrafos.

Comencemos por el principio y esa salida desde Nîmes en la que, como toca en la especialidad de la crono por equipos, no veremos a nadie perder sus opciones, pero que seguro que deja a algún favorito con cara de pocos amigos después de dejarse un tiempo mayor del esperado o deseado. Salir de Francia, además, obliga a cruzar los Pirineos pero, dada la ya comentada aversión de Javier Guillén y su equipo a permitir que la carrera tome forma tan pronto, ninguno de los grandes colosos albergará una llegada en esta ocasión. Andorra La Vella, la capital del país de los Pirineos, servirá como placebo para los amantes de la cordillera fronteriza.

Cierto es, sin embargo, que la ausencia de una meta en cuesta no debe hacernos perder de vista la visita a Andorra. Tercer día de competición y primera gran ración de altos en una etapa relativamente corta (158,5 kms) con el Col de la Perche, La Rabassa y el Alto de La Comella (dos primeras y un segunda) que bien podrían pillar en un renuncio a aquellos que gustan de comenzar las tres semanas algo bajos de forma.

A España se llegará vía Tarragona antes de enfilar hacia la Comunitat Valenciana donde espera la Ermita de Santa Lucía de Alcossebre, apenas 3 kilómetros sin una dureza extraordinaria, pero sí primera piedra de toque con esos muros que tanto arrastran al telespectador. Será esta, la quinta etapa, una jornada apta para que los equipos más valientes y despiertos busquen –o, al menos, puedan hacerlo– algún movimiento táctico interesante. ¿Fácil? No. En absoluto. Salvo caídas o lesiones, todos seguirán contando con la totalidad de sus efectivos y la fase decisiva de la carrera estará todavía muy lejos en la mente de la gran mayoría, por lo que un exceso de valentía aquí podría ser interpretado como una apuesta temeraria con mucho más que perder que ganacias posibles.

Los sprinters o los valientes volverán a tener su oportunidad camino del Port de Sagunt y de Cuenca que servirán, en un extraño bucle sobre el mapa, para encarar las dos etapas alicantinas de esta edición y que, ahora ya sí, servirán para abrir las primeras –aunque no grandes– diferencias. Xorret del Catí, a donde llegaremos desde Hellín será lo más parecido que veamos en esta primera semana a un puerto clásico –con perdón a los más puristas– antes de afrontar, al día siguiente, la durísima ascensión a Cumbres del Sol, una tachuela pestosísima que ya maravilló hace dos años y que vuelve al recorrido (esta vez sin doble paso por su cima) para poner punto y final al primero de los tres asaltos a los que está planificado este combate.

La región de Murcia arrullará las piernas del pelotón en esa primera jornada de descanso tras la que, insistimos, no tendremos absolutamente nada claro, pero habremos asistido ya a una buena dosis de espectáculo marca de la casa. ¿Conclusiones? Alguna sí habremos podido sacar, claro está, pero ninguna, salvo sorpresón monumental, servirá para hacer una apuesta más o menos segura de cara a la Cibeles.

La segunda semana servirá para cruzar la frontera hacia el sur que 2016 no traspasó. Calar Alto y La Pandera esperan en una semana en la que durante meses se especuló con una llegada histórica (no sólo para la ronda española sino para el ciclismo europeo) al Veleta, la carretera más alta del Viejo Continente con sus 3.392 metros. No fue posible, pero a cambio, Guillén y los suyos han llevado al pelotón a Sierra Nevada, un puerto que el ciclismo moderno ha podido devaluar un poco, pero que sí que puede suponer una tumba para alguno de los grandes nombres en caso de tener un mal día.

Pero no corramos tanto. Primero habrá que plantearse muy bien lo que hay que hacer camino de la factoría de El Pozo Alimentación. Collado Bermejo, con sus 1.190 metros sobre el nivel del mar, espera a sólo 33 kilómetros de meta. Un primera que evitará cualquier opción de sprint, pero que no será suficiente para los grandes escaladores. ¿Qué ocurrirá? Quizás, la clave esté en cómo pasa cada uno el día de descanso previo. Y, por su puesto, la presencia de Calar Alto, que será un examen muy serio, al día siguiente condicionará enormemente lo que pueda suceder en tierras murcianas. Un desnivel de 1.421 metros, una pendiente media del 6,45% y, sobre todo, los 22 kilómetros de longitud son, se mire por donde se mire, un regalo para los aficionados y una trampa mortal para el que se lo tome a la ligera. Pero el observatorio almeriense no será nada comparado con la dupla formada por La Pandera y Sierra Nevada, dos puertos muy distintos, pero que pondrán fin a una segunda semana que, con esas cuestas andaluzas, dejarán vivos, eso seguro, a muy pocos. Antes, visitaremos Antequera, una etapa pestosa en la que la escapada parece la opción más plausible y, por supuesto, la parada en Tomares en un día perfecto para los hombres más rápidos que, si se dejan ver por tierras españolas, puede ser el punto ideal para que los mundialistas terminen de afinar sus piernas de cara a la cita de Bergen.

Sierra Nevada, decíamos, es el guiño de la Vuelta a España a los dibujos más clásicos en esto de los diseños de etapa… sólo a primera vista. Con únicamente 127 kilómetros la cumbre granadina, que vendrá precedida del Alto de Hazallanas (1ª categoría) y el Alto de Monachil, que es, siendo puristas, parte de la propia subida a Sierra Nevada, la etapa promete ser eléctrica y movida a poco, claro está, que los ciclistas quieran colaborar en conseguir ese objetivo.

El segundo día no competitivo de esta Vuelta a España será cualquier cosa menos una jornada de descanso. Cruzar España entera para ir desde Andalucía hasta Navarra es algo que no apetece a nadie, pero la Vuelta, insensible a las quejas que este tipo de traslados provocan, precisaba de él si quería llevar al pelotón a las rampas de la cornisa cantábrica.

Además, tras ese día de (no) descanso espera la contrarreloj larga de esta Vuelta. Serán 42 kilómetros entre el Circuito de Los Arcos y la capital riojana de Logroño, inicio, qué duda cabe, de una tercera semana infernal y espectacular en la que se sucederán, sin solución de continuidad, el final inédito (e inhumano) en Los Machucos –imperdible el vídeo de presentación con Miguel Ángel Revilla como estrella invitada–, la pared de Santo Toribio, la nunca sencilla etapa asturiana de Gijón (haríamos bien aquí en no olvidar la lección de Urdax) y, por supuesto, el ya mítico Angliru, un puerto que resume a la perfección los sentimientos encontrados que en los aficionados provoca la Vuelta a España: una cuesta de cabras innecesaria y excesiva para algunos o un puerto espectacular en el que el ciclismo muestra su cara más brutal y real, esa que obliga a sus protagonistas a exprimirse al máximo y disparar los niveles de ácido láctico a límites imposibles.

Una semana, esta tercera, sin duda complicada y peligrosa en todos los sentidos. En el deportivo, por supuesto, porque será aquí, en todas esas cuestas finales que hemos comentado y, claro está, en las intermedias de cada etapa, donde se decidirá la carrera. Una semana y una carrera que, como quiera que se disputa en el momento en el que se disputa, suma a la dureza de sus 21 etapas el añadido de toda una temporada dando pedales. Y a ese peligro deportivo hay que añadir, como hemos mencionado de pasada al referirnos a Urdax, el riesgo organizativo de acumular tantísima dureza en los días finales. Una apuesta que, por el mismo precio, grantizará espectáculo o, por el contrario, trabará la carrera de forma insufrible.

Decía Javier Guillén que este año hay menos cuestas (se refiere a las paredes en las que tanto gusta de terminar las etapas de su carrera) “porque Los Machucos ya las acumula todas” y puede que no le falte razón al hombre que ha llevado la Vuelta a España a Nîmes después de que José Tomás le invitara a la preciosa ciudad francesa en el año 2012 cuando se encerró con seis toros en su plaza.

Pero si Los Machucos es una salvajada y el Angliru una brutalidad, la jornada con final en el ya mítico alto asturiano guarda, en sus 119 kilómetros, las trampas de La Reigada (3ª), Cobertoria y Cordal (ambos de primera) que, combinados con las altísimas posibilidades de que la lluvia nos visite, podrían dejarnos un día dramático en todos los sentidos.

Luego, iremos a Madrid. Ya tranquilos. Con todo decidido. Para pasear, como cada tarde-noche del mes de septiembre, por el centro de la capital en busca de la diosa Cibeles y de la ya tradicional y preciosa foto en la que el blanco de la fachada del ayuntamiento contrasta con el rojo del maillot que, tras tanto sufrimiento se habrá ganado… ¡ah, claro! Esto es, precisamente, lo que debe de decidir esta maravillosa locura que acabamos de describirles. Bienevenidos, ahora sí, a la Vuelta a España 2017.

Las etapas de la Vuelta a España 2017

Sábado, 19 de agosto. Nîmes – Nîmes (CRE). 13,8 Kms

Domingo, 20 de agosto. Nîmes – Gruissan 201 Kms

Lunes, 21 de agosto. Prades – Andorra la Vella 158,5 Kms

Martes, 22 de agosto. Escaldes-Engordany-Tarragona 193 Kms

Miércoles, 23 de agosto. Benicàssim – Ermita de Santa Lucía de Alcossebre 173,4 Kms

Jueves, 24 de agosto. Vila-real – Port de Sagunt 198 Kms

Viernes, 25 de agosto. Llíria – Cuenca 205,2 Kms

Sábado, 26 de agosto. Hellín – Xorret del Catí 184 Kms

Domingo, 27 de agosto. Orihuela – Cumbres del Sol 176,3 Kms

Martes, 29 de agosto. Caravaca – El Pozo Alimentación 171 Kms

Miércoles, 30 de agosto. Lorca – Calar Alto 188 kms

Jueves, 31 de agosto. Motril – Antequera 161 Kms

Viernes, 1 de septiembre. Coín – Tomares 197 kms

Sábado, 2 de septiembre. Écija – Sierra La Pandera. 185,5 Kms

Domingo, 3 de septiembre. Alcalá La Real – Sierra Nevada 127 Kms

Martes, 5 de septiembre. Circuito de Navarra – Logroño (CRI) 42 kms

Miércoles, 6 de septiembre. Villadiego – Los Machucos 180 kms

Jueves, 7 de septiembre. Suances – Santo Toribio de Liébana. 168,5 Kms

Viernes, 8 de septiembre. Caso – Gijón. 153 Kms

Sábado, 9 de septiembre. Corvera – Angliru. 119,2 Kms

Domingo, 10 de septiembre. Arroyomolinos – Madrid. 101,9 Kms

 

Ficha técnica

Inicio: Sábado, 19 de agosto de 2017 en Nîmes (Francia)

Final: Domingo, 10 de septiembre de 2017 en Madrid

Total kilómetros: 3.297, 7 Kms en 21 etapas con dos días de descanso

Total kilómetros contrarreloj: 55,8

Desglose de etapas:

Etapas llanas: 6 (1 con final en alto)

Etapas de Media Montaña: 8 (3 con final en alto)

Etapas de Alta Montaña: 5

Contrarreloj por equipos: 1

Contrarreloj individual: 1

8 Llegadas de etapa inéditas

Nîmes (meta de la Etapa 1)

Gruissan. Grand Narbonne (meta de la Etapa 2)

Alcossebre (meta de la Etapa 5)

ElPozo Alimentación (meta de la Etapa 10)

Antequera. Los Dólmenes (meta de la Etapa )

Tomares (meta de la Etapa 13)

Los Machucos. Monumento Vaca Pasiega (meta de la Etapa 17)

Santo Toribio de Liébana (meta de la Etapa 18)

14 Salidas de etapa inéditas

Nîmes (salida de la Etapa 1)

Prades Conflent Canigó (salida de la Etapa 3)

Vila-real (salida de la Etapa 6)

Llíria (salida de la Etapa 7)

Orihuela. Ciudad del Poeta Miguel Hernández (salida de la Etapa 9)

Motril (salida de la Etapa 12)

Coín (salida de la Etapa 13)

Alcalá la Real (salida de la Etapa 15)

Circuito de Navarra (salida de la Etapa 16)

Villadiego (salida de la Etapa 17)

Suances (salida de la Etapa 18)

Caso. Parque Natural de Redes (salida de la Etapa 19)

Corvera de Asturias (salida de la Etapa 20)

Arroyomolinos (salida de la Etapa 21)

 

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