Lappartient: “Los exdopados no tienen sitio en el ciclismo”

David Lappartient, presidente de la UCI, en una imagen de archivo

Nicolás Van Looy / Ciclo21

El tema es recurrente y polémico. Las distintas varas de medir, según sea el nombre del protagonista de cada historia, hacen que el consenso sea prácticamente imposible. Mientras unos se han visto arrojados a las cunetas y olvidados en el tiempo, otros disfrutan de un cómodo status y suculentos salarios como comentaristas, organizadores, mánagers, entrenadores o directores deportivos. Hablamos, claro está, de los exciclistas que han reconocido, libre o forzosamente, haberse dopado a lo largo de sus carreras deportivas. Una realidad incómoda que el mundo del ciclismo parece no saber cómo digerir. Una realidad para la que, quizás, no haya pasado el tiempo suficiente como para poder analizarla con la frialdad y objetividad que la historia requiere.

En una entrevista publicada en el Luxembourger Wort, el (todavía) nuevo presidente de la UCI, David Lappartient, habla claro sobre esta cuestión y lo hace poniendo el ejemplo de Bjarne Riis, que sigue empeñado en volver al World Tour al frente del Team Virtu Cycling, una aventura en la que le acompaña otro danés, Lars Seier.

Riis es uno de tantos excorredores que conformaron el pelotón de los llamados años negros del ciclismo y de cuyos detalles todos somos ya conscientes y no hacen falta repetir más veces. Poniendo, como decimos, al danés como ejemplo, Lappartient afirma, categórico, que “aquellos que han reconocido haber dopado no tienen cabida en el ciclismo. Decir cualquier otra cosa sería hipócrita. Todos los corredores deben estar comprometidos con un mismo objetivo: el ciclismo debe de ser creíble. De lo contrario, todo estará perdido”.

Uno de los primeros en reaccionar sobre estas declaraciones ha sido Michael Rasmussen, que dispara un dardo envenenado al máximo responsable de la UCI. “Si realmente opina eso, podría haber empezado limpiado la Federación Francesa de Ciclismo mientras era su presidente, empezando con Marc Madiot, que reconoció haberse dopado”.

Rasmussen no se olvida de corredores recién retirados o todavía en activo. “¿Qué pasa con el equipo de desarrollo de Alberto Contador? ¿O con el de Alejandro Valverde? Hay muchísima gente que, de acuerdo a la opinión de Lappartient, no serían bienvenidos” y concluye con un argumento sobre el que el ciclismo tiene todavía mucho que reflexionar como es el objetivo final de las sanciones. “Si las sanciones deben de servir para lo mismo que en la sociedad, todo aquel que haya cumplido con su sanción tiene el derecho de ser readmitido en igualdad de condiciones que cualquier otro”.

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