Las reflexiones de Manolo Saiz sobre Portugal… y España

Manolo Saiz, mánager del Aldro Team / © Aldro Team

Aldro Team afronta con ilusión, desde mañana hasta el próximo domingo, una de las citas más importantes de la temporada, el Trofeu Joachim Agostinho-Gran Premio Torres Vedras, en lo que significa su debut en tierras portuguesas, pero sobre todo por poder medirse contra todos los equipos lusos y contra cuatro de las cinco escuadras españolas de las categorías profesional y continental.

Por todo ello, hemos querido conocer las impresiones de Manolo Saiz, manager del equipo cántabro, que siempre ha reclamado poder participar en pruebas como ésta como clave para la formación de los jóvenes ciclistas.



– ¿Qué significa para Aldro Team participar en el Trofeu Joachim Agostinho?

– Desde el punto de vista deportivo, siempre es una buena experiencia medirnos contra equipos de más nivel, para poder aprender. El ciclismo portugués es bastante más competitivo de lo que la gente piensa, sobre todo en estas fechas que todos los equipos están en la recta final de preparación para la Vuelta a Portugal. Además, son carreras algo más largas que las de aquí. Y todo eso nos beneficia en la formación de nuestros corredores. Pero, por otro lado, nuestro patrocinador tiene bastantes intereses en Portugal y siempre he dicho que hay que compatibilizar los objetivos deportivos con los del patrocinador.

– De todas formas, se sigue viendo a Portugal como un ciclismo inferior…

– Es un error lamentable y la prueba es la gran cantidad de corredores que están saliendo ahora a nivel internacional. Como decía, es un ciclismo muy competitivo y, además, hoy en día, buena parte de los amateurs españoles terminan corriendo en equipos portugueses. De una forma u otra, debería trabajarse para coordinar los calendarios.

– Siempre ha dicho que, como formación, es importante que los corredores puedan participar con profesionales, algo que ya han hecho en Francia o Italia, que van a hacer ahora en Portugal, pero que no se puede en España…

– Del caso de España puedo hablar amplio y tendido porque lo viví en primera persona. Cuando se crearon los continentales, se les pusieron unos requisitos muy altos, en cuanto a presupuestos y otros condicionantes, porque vivíamos en una época de vacas gordas. Pero esos tiempos han pasado, y desde entonces los reglamentos no han cambiado ni una coma. No nos hemos adaptado a las vacas flacas y, lo que es peor, no interesa hacerlo. Habría que dar oportunidades a los equipos amateurs, especialmente a los equipos de formación.

– ¿Pero no hay mucha diferencia entre amateurs y profesionales?

– No estoy hablando de todas las carreras, ni de que entraran todos los equipos aficionados, sino que se fuesen rotando, un par de ellos en este tipo de pruebas. Hasta el año pasado, en buena parte de estas carreras españolas participaba la selección nacional y los ciclistas que corrían acudían encantados con esa oportunidad, aunque a los equipos aficionados les pudiera molestar estas cesiones de sus mejores corredores. Ahora estoy hablando de que fuesen los equipos los que participasen directamente. Hay equipos como Lizarte, como Polartec o como nosotros que salimos a Francia o Italia, y otros como los gallegos que suelen correr bastante en Portugal. Pero ello conlleva un coste económico mayor que hacerlo en España, y no hay que olvidar que somos equipos amateurs, con unos presupuestos bastante limitados. Está claro que el reglamento tiene que cambiar.

– ¿Qué puede aprender un corredor sub23 en estas pruebas?

– Pues todo. Se corre de forma diferente, más deprisa y sobre todo en distancias más largas. En España las carreras son cada día más cortas y es fundamental que afronten distancias por encima de los 150 kilómetros. Pero también hay otros muchos detalles de los que se contagian, aunque solo sea viendo lo que llevan de avituallamiento, lo que hacen en las salidas o las llegadas, o lo que desayunan o cenan, cuando coincides con ellos en el mismo hotel.

– Cambiando de tema, ¿cómo está siendo la temporada de Aldro Team?

– Tenemos ocho o nueve corredores que están andando bien. Hemos tenido aportaciones muy interesantes, pero lo que más me importa es que hay una bonita convivencia y que los ciclistas están aprendiendo. No nos olvidemos nunca que somos un equipo de formación, que los resultados son algo secundario, pero que, si llegan, bienvenidos sean. Y en este sentido estoy contento porque hemos podido ganar la Copa de España que se nos había resistido en las dos temporadas anteriores, y una carrera por etapas tan importante como Castellón. Eso sí, ganaríamos más carreras si se pudiera usar el pinganillo.

– Esa es otra de las batallas perdidas, ¿no?

– Es algo incomprensible, que en una categoría de formación no se deje usar este sistema de comunicación, mientras que en profesionales se haya terminado por aceptarlo en todas las pruebas. El ciclismo es un deporte de equipo, y el director es el responsable de las decisiones, independientemente de la iniciativa que pueda tener el corredor.

– Aunque Manolo Saiz es conocido sobre todo por su faceta en el campo profesional, también estuvo siguiendo muy de cerca otros proyectos en esta categoría de plata en la década pasada. ¿Ha cambiado mucho el campo aficionado?

– Hace doce o catorce años pasábamos a corredores de 20 o 21 años, pero ahora hay una tendencia de pasar a los corredores con 23 o 24. Y nos estamos autoengañando, llevando a un envejecimiento al campo amateur, con lo que conlleva. Los juniors de hoy en día tienen demasiados ‘asesores’ a su alrededor, que les dicen que vayan tranquilos, que se adapten, y eso les lleva a perder el primer año de sub23, y a que empiecen muy tarde a funcionar, en el último como sub23 o el primero como élites. Y no debería ser así, desde el primer año tienen que trabajar para ser profesionales cuanto antes. Aquí se está diciendo que nuestros ciclistas son de maduración lenta, pero no es así. Nuestros mejores ciclistas nunca han sido tardíos, como Delgado, Indurain, Contador o Mauri, ya que pasaban pronto a profesionales, aunque luego hayan llevado una evolución más o menos rápida. Eso sí, veo que hay una generación de ciclistas muy buena, los nacidos de 1999 a 2001, que empuja muy fuerte y que va a apartar a todo lo demás.

– También eres bastante crítico con los controles antidopaje…

– Hay muy pocos controles, y deberían ser más numerosos, por no hablar de que se debería pensar en un pasaporte biológico en esta categoría, aunque es algo que veo muy lejano. Pero sí se podrían plantear otras actuaciones más sencillas, como, por ejemplo, no poder correr durante un tiempo con AUTs, con el certificado de corticoides, para entendernos. No estoy acusando a nadie, pero sí son reflexiones en voz alta que no me importa decir. Deberíamos replantearnos muchas cosas en este sentido.

– Por último, cuando se creo el equipo se dijo que el objetivo era llegar al campo profesional. ¿Se está trabajando en este aspecto?

– Estamos dando pasos, pero resulta demasiado difícil. En cualquier caso, tenemos que estar agradecidos no sólo al apoyo que tenemos de Aldro Energía, sino al resto de patrocinadores que nos apoyan y que nos dan el mismo trato que a un equipo profesional y que son un pilar en la consolidación y crecimiento de nuestro proyecto.

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