Lefevere sobre el futuro: “Las negociaciones van por buen camino”

Lefevere_TV_Esxtre Time Koers

Patrick Lefevere durante la entrevista concedida ayer / ©VRT

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Patrick Lefevere (Moorslede, Bélgica, 6 de enero de 1955) vive momentos de enormes contradicciones internas. Su equipo, Quick Step Floors, está completando una de las mejores primaveras que se le recuerda en los últimos tiempos. Ayer mismo, con el triunfo de Marcel Kittel en el Premio Escalda y el de David de la Cruz en la Vuelta al País Vasco, fue sólo el último de una interesante racha de grandes días para el conjunto belga. Los más nostálgicos –o veteranos– pueden reconocer en esta campaña de 2017 retazos de aquel Mapei todopoderoso de finales de los años 90 del siglo pasado.

Sin embargo, esas estupendas actuaciones que han llevado al conjunto belga a colocarse, con 23 triunfos, como el más laureado del World Tour (con seis más que BMC, siete sobre Orica-Scott y ocho por encima de Movistar), tienen su contrapeso, al menos para el CEO del mismo, en la situación de inseguridad máxima que vive el proyecto. El próximo 31 de diciembre Quick Step dejará el patrocinio del equipo –al menos, como patrocinador principal ya que las dos partes siempre han reconocido que si el proyecto sigue adelante quieren seguir vinculadas– y, a día de hoy, dejará de existir una estructura cuya historia, con diferentes denominaciones, se remonta a 1993 con el nacimiento del Mapei.

La rama deportiva de la estructura está cumpliendo con creces su obligación para atraer futuros patrocinadores. Victorias y grandes actuaciones están dejando una imagen más que positiva que el mánager, con decisiones como la de dejar a Gilbert fuera de Roubaix y llevarle a las Ardenas, intenta estirar al máximo. Sabe que su papel en las grandes vueltas, donde los sprinters Gaviria y Kittel serán sus principales reclamos –sin perjuicio de lo que puedan hacer en la pelea por la general corredores como De Plus, De la Cruz o Jungels–, será siempre mucho menos importante que el de estas carreras, las clásicas, donde siempre ha sido el espejo en el que se han mirado el resto de los grandes equipos.

Lefevere, que ya dijo que se ponía como fecha límite el inicio del Tour de Francia para encontrar un patrocinador, pasó en la noche de ayer por el programa de VRT Extra Time Koers y, aunque sin lanzar las campanas al vuelo, se mostró algo más optimista que en ocasiones anteriores. “Las conversaciones van por buen camino”, dijo aunque luego matizó que “yo no soy Dios”.

Bakala asegura la continuidad

Zdenek Bakala_Recurso

Zdenek Bakala en una imagen de archivo

El mánager belga explicó que “siempre me sitúo en el peor de los escenarios posibles, pero las conversaciones van por buen camino”. Una afirmación y un optimismo que ha encontrado también un importante apoyo público en el máximo accionista de la empresa propietaria del equipo, el checo Zdenek Bakala que fue tajante: “si no me muero antes, este súper equipo seguirá en la carretera en 2018”.

Sin embargo, Lefevere no lo tiene tan claro y lanza un dardo a los patrocinadores que han pasado por el maillot de su equipo a lo largo de los últimos años. “Todo el mundo sabe, porque no es ningún secreto, que Bakala ha metido mucho dinero en el equipo a lo largo de los últimos años. Los antiguos patrocinadores estaban muy contentos: montar la fiesta con el dinero de otro”. Sin embargo, Lefevere asegura que esa situación no es la ideal y que no es su intención seguir dependiendo tanto del dinero del checo. “Mi intención es desmontar esa situación porque a la larga no es bueno para la empresa”.

Una situación que Lefevere abordó con el propio Bakala el pasado fin de semana cuando ambos, junto a otras personas relacionadas con el equipo, mantuvieron “la comida de negocios más barata de la historia”, bromeaba Lefevere. “Bakala llevaba años diciéndome que le tenía que llevar a una frituur. La comida costó 166 euros [en la foto que se ha publicado de la misma se ven, al menos, diez comensales N.d.A.]. ¡Aquellos tipos estaban encantados! Es genial que todos esos millonarios pudieran disfrutar de algo tan simple como una ración de patatas fritas”.

En cuanto a la llegada de un nuevo patrocinador a la elástica del que ya será el ex equipo de Tom Boonen, uno de los mayores reclamos que durante estos años ha tenido Lefevere a nivel publicitario, el CEO de Quick Step Floors asegura que “sería muy desagradecido si antes de escuchar nuevas oportunidades no me sentara con los patrocinadores que han venido confiando en nosotros durante todo este tiempo, pero es cierto que han aparecido nuevas oportunidades en las últimas semanas”. Aunque también matizó que “recibes cien peticiones de reuniones y al final resulta que 98 de ellas son de curiosos que quieren cotillear”.

Lefevere no quiere, sin embargo, lanzar las campanas al vuelo y avisa que “a día de hoy no hay nada real. Nada firme. Toda mi vida me he situado en el peor de los escenarios posibles porque yo no soy Dios. Como ya dije, mi fecha tope es el 30 de junio. Las negociaciones van por el buen camino, pero no voy a decir que está hecho. Ya sabéis que soy muy prudente. No quiero vender la piel del oso antes de cazarlo”. Lefevere es consciente de su responsabilidad y por ello explica que esa fecha límite se la ha impuesto porque “muchas personas dependen de mí y necesitan planificar su futuro. Tienen casas, hipotecas, hijos, familias… necesitan pagar facturas y tener una estabilidad, por lo que tengo que darles tiempo si las cosas no salen bien”.

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*