Los adoquines del Tour dejan muchos tocados y un hundido

Porte, maldito en las últimas ediciones del Tour de Francia © ASO

Juanje Monreal / Ciclo21

La esperada y a la vez temida novena etapa del Tour de Francia reunió sin duda más emoción y expectación que las ocho precedentes. Si bien no resultó determinante de cara a la clasificación general y el pelotón la afrontó como una jornada de supervivencia, la incertidumbre generada por los múltiples incidentes en forma de caídas y averías mecánicas hizo que la tensión se mantuviera hasta que los corredores cruzaron la meta de Roubaix.



No lo hicieron todos los que partieron de Arrás, ya que Richie Porte y José Joaquín Rojas se quedaron por el camino y tuvieron que abandonar cuando apenas se habían recorrido los ocho primeros kilómetros y los tramos de pavés estaban por llegar. El australiano fue el único de los favoritos al triunfo final en París que se vio obligado a subirse al coche de equipo, con una fractura en la clavícula derecha no desplazada y «destrozado, ya que por segundo año consecutivo termino el Tour de esta manera».

Rojas, uno de los escuderos de Quintana, Valverde y Landa en Movistar, corrió mejor suerte, ya que su fuerte golpe en el hombro izquierdo no reviste fracturas, pero se encuentra igualmente «jodido por dejar el Tour tras una caída».

Landa y Smith, al suelo en un tramo sin pavés © ASO

Después de una más que destacada actuación del resto de integrantes del equipo telefónico, Mikel Landa se fue al suelo inesperadamente en un apacible tramo de carretera recto y liso: «Iba bebiendo en un tramo de asfalto entre sectores de pavé y he pasado por encima de un agujero o alcantarilla». Después de un titánico esfuerzo de caza, el alavés cruzó la meta a apenas siete segundos de los candidatos al triunfo absoluto con múltiples laceraciones por todo su cuerpo: «Ojalá sea solo ‘chapa y pintura’ y pronto estemos al 100%. Ahora me ‘pica’ el hombro derecho, pero parece que no es nada más».

Dion Smith (Wanty-Groupe Gobert), que no pudo evitar caer encima de Landa, sufrió una fractura en el pulgar izquierdo, costillas magulladas, una mejilla magullada y cortes en la mano. El durante algunas jornadas rey de la montaña podría aún así tomar la salida en la décima etapa, según la escuadra belga.

Dentro de los ‘capos’ que terminaron la etapa Rigoberto Urán fue el más damnificado. El líder de Education First sufrió dos percances, el más importante durante el quinto sector adoquinado. «Tuvimos que cambiar la bicicleta porque la mía se había roto y luego tocó perseguir. Tengo lesiones por todas partes, pero estamos acostumbrados a eso. Me recuperaré y seguiremos trabajando», destacó el colombiano.

Bardet, cambiando una rueda © AFP / Marco Bertorello

Alexis Vuillermoz (Ag2r) acabó la jornada con una rotura. El ganador de etapa en el Tour de 2015 -con final en el Muro de Bretaña- golpeó a un espectador en el tercer tramo de pavés y sufre «una pequeña fractura del omóplato derecho», según el parte médico de la escuadra francesa, lesión que impedirá que sea de la partida este martes. «Terminé la etapa de pavés con una sola mano debido a un imbécil que quería su foto a toda costa. El día podría haber ido mejor. ¡RESPETEMOS!», tuiteó el galo antes de conocer que su participación en el Tour de 2018 ha terminado.

Su jefe de filas acabó con el grupo de favoritos, pero a cambio de varios calentones tanto para Romain Bardet como para sus compañeros. Hasta tres veces tuvo que cambiar de ruedas el ocupante del tercer cajón el año pasado por otros tantos pinchazos: «Nos pasamos el tiempo persiguiendo por detrás. Es un milagro que todavía esté corriendo. No pinché ni una vez durante el reconocimiento previo que hicimos. Es una pena porque me divertí mucho, etapas como estas escriben la leyenda de nuestro deporte», explicó.

El Lotto belga presenta un parte de guerra con dos accidentados. Jens Keukeleire concluyó con varias abrasiones en la espalda y las piernas, además de heridas en la rodilla, pero no ha podido superar sus lesiones y este martes no será de la partida. El médico del equipo Servaas Bingé dijo que «Jens tiene una fractura en la parte superior de su rótula y su muslo está magullado. Debido a un esfuerzo de los ligamentos, su rodilla es inestable y eso hace que correr sea imposible. Le pinchamos para drenar la sangre superflua y eliminar la hinchazón, pero no resultó ser la solución. Jens usará un aparato ortopédico durante las próximas dos semanas y las próximas cuatro semanas no podrá hacer ejercicios exigentes». El belga por su parte explicó que «todos hablaban del nerviosismo y los adoquines ayer, pero el choque en el que, entre otros, Richie Porte y yo quedamos atrapados, no tuvo nada que ver. Michael Valgren tuvo un problema de cadena y eso causó el colapso. Por supuesto, me dolía la rodilla, pero solo después de la etapa comenzó a hincharse. Esperaba mejorar en este día de descanso, pero hoy recibí el duro veredicto. Llegué al Tour para olvidarme de mi primavera, que también estuvo llena de mala suerte, así que es una pena que tenga que abandonar la carrera. Es muy pronto para hacer nuevos planes, pero espero poder competir en la última parte de la temporada y pasar un buen invierno».

Andre Greipel, por su parte, recibió como regalo previo a su 36º cumpleaños moretones en ambas muñecas y abrasiones en la rodilla y el codo.

Groenewegen, dolorido © ASO

Dylan Groenewegen, ganador de las etapas séptima y octava, se fue al suelo a la salida de un tramo adoquinado. Su lesión en la rodilla izquierdo no le impidió finalizar. Descartada la fractura, el neerlandés seguirá en carrera.

Egan Bernal aterrizó dos veces, una de ellas al estamparse contra el coche del BMC. Pese a que algunas informaciones apuntaban a que podía sufrir una fractura de dos de sus dedos, el entorno del ciclista ha negado ese extremo y no hay que temer por la continuidad del joven y prometedor colombiano en la ronda francesa.

La relación de heridos por caídas continúa. Rafal Majka, Jakob Fuglsang, Michal Kwiatkowski, Chris Froome -que dejó una espectacular instantánea-… Todos ellos y algunos más tuvieron que pasar por el trago de caer, levantarse y apretar para conectar con sus predecesores, algunos con más éxito, algunos con más dolor, en una jornada que, en cualquier caso, resultó memorable y cuyos efectos sobre los protagonistas se comprobarán en los próximos días.

El vuelo de Froome © Reuters / Benoit Tessier

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