Los amigos de Contador

Sagan ante Alaphilippe y Valverde © ASO

Sagan ante Alaphilippe y Valverde © ASO

El otro día abundábamos sobre la presencia de equipos que salen en un mismo nueve dos o tres capos. Se da la lógica de priorizar y como dice el refrán que no rima: la carretera pone a cada uno en su sitio. Hablamos de Nario-Valverde, Froome-Landa y como no de Contador-Sagan, la pareja que sin duda se lleva la palma de reste arranque normando.

Alberto Contador lleva dos días como alma en pena por el Tour. La caída del primer día es de esas que ya comentamos esta mañana resulta muy complicado creer que no le pase factura. El tortazo fue de órdago y aunque en la jornada inaugural pudo conjurar las pérdidas, la primera etapa importante, con llegada en alto en los alrededores de Cheburgo, desató todas las alarmas.

La verdad, la victoria a Peter Sagan, y el amarillo que camuflará su arco iris los próximos días, era algo que entraba dentro de lo muy posible en esta llegada. Incluso hemos de decir que en favor de Contador se armó una fuga que muchos juraron y perjuraron que iba a llegar y que sin duda le descargaba de presión al líder lesionado, que encima se volvió a caer. Quiso la fortuna, que el último reducto de esa escapada, Jasper Stuyven, fuera uno de sus posiblemente compañeros futuros en el Trek si éste es finalmente el destino de Contador el año que viene.

Parecía que el madrileño iba a salir ileso en pérdidas de la jornada hasta que todo se precipitó al final. El fugado se vino abajo y ante eso saltaron los Tinkoff, sí los compañeros de Contador, haciendo añicos el pelotón y con él a su líder. Kreuziger, dignísimo gregario de Contador hace tres años, tiraba como si no hubiera un mañana, Sagan ganaba la etapa y Oleg Tinkov hacía el payaso en el set de entrevistas.

Artículo completo de Joan Seguidor aquí

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