Adriano Malori (Movistar) se retira

Adriano Malori, el italiano del Movistar, ha anunciado oficialmente su retirada del ciclismo profesional al asumir y reconocer que su estado físico no le permite competir en bicicleta -sí como cicloturista- al más alto nivel. Su caída en el Tour de San Luis 2016 y las secuelas físicas no le han permitido continuar su oficio.

La noticia la ha dado en una conferencia de prensa en el hotel de concentración e su equipo en el Tour de Francia antes de la comparecencia de Nairo Quintana, rodeado de sus compañeros que participan en la gran ronda francesa.

Tras su recuperación, el excorredor del Lampre de 29 años, regresó a las carreteras con sendos abandonos en Québec, Montreal, Giro Toscana -solo acabó la primera etapa, su última meta-, Copa Sabatini y Milán-Turín, donde sufrió otra caída junto a su colega Rubén Fernández. Tras el invierno y la nueva temporada hizo dos nuevos intentos en 2017 en la Volta al Alentejo y en la Vuelta a Castilla y León -Aguilar de Campoo albergó su firma final-, donde tampoco pudo completar sus respectivas primeras etapas.

Sus declaraciones de despedida

«Todos sabemos lo que pasó en Argentina. Llevo dos años luchando en una batalla contra ese día y la he ganado, aunque no lo haya hecho del todo. El objetivo que tenía en mi vida, como ya le he explicado a Eusebio, era hacer algo especial en el mundo de la bici. No puedo hacerlo como corredor y será de otra manera. Desde hoy empieza ‘Adriano Malori 2.0’. Llevo ya un mes formándome como técnico, estudiando para ayudar en esa faceta. Me está ayudando muchísimo la Federación Italiana, al igual que dos grandes amigos que forman parte de este equipo, como son Mikel Zabala y Manu Mateo».

«Lo he dado todo todo para conseguir volver a ser profesional, pero los resultados de este año son muy claros para todos. En Alentejo solo pude cubrir 80 km y en Castilla y León, 30. Intentarlo era la única manera de saber si podría seguir. Puedo seguir saliendo en bici perfectamente, pero la competición ya no es para mí. Con todo, mi recuperación ha sido algo impresionante. Y no lo digo yo: son palabras de los médicos. Esa es la primera cosa buena que saco de todos estos meses: que la gente que tiene este tipo de dolencias se pueden inspirar en una figura, que soy yo, que se ha recuperado como ninguno lo ha hecho antes. Esto es lo importante de mi historia: un mensaje de esperanza para la gente, para que sigan creyendo aunque yo no haya podido volver a ser corredor. Como dije en ‘Informe Robinson’ en noviembre: si quieres, puedes. Sigo diciéndolo, y ese tiene que seguir siendo el mensaje».

«Movistar para mí ha sido un lado muy bonito de mi vida, en general. He encontrado gente espectacular, amigos, una verdadera familia. Llevaré siempre una M verde en el corazón. Ha sido un encanto estar en carrera con ellos, y han sido espectaculares en ayudarme y animarme cuando pasó lo que pasó. A todos los de Movistar -auxiliares, corredores, todos sus miembros- les digo: en Parma siempre tendréis una buena cena pagada (ríe)».

Cuando despertó del coma lo primero que escuchó fue que su cerebro se había desconectado de la parte derecha de su cuerpo y que sería muy difícil que volviera a montar en bici. Siete meses después del accidente Adriano Malori viaja a Canadá a disputar lo más parecido a su primera carrera. El reportaje sobre el corredor italiano emitido en Movistar +.

Malori en la rueda de prensa © Bettini

Malori en la rueda de prensa © Bettini

30 agosto 2016

Cuando Adriano Malori se ponga un dorsal el próximo 9 de septiembre, en el GP de Québec, 231 días después de su grave caída durante la quinta etapa del Tour de San Luis, solo una preocupación se inmiscuirá en sus pensamientos: “Tengo miedo de ponerme a llorar como un niño cuando esté entre todos los corredores del pelotón, esperando la salida”. La historia del italiano de Movistar es una lección emocionante, un camino de superación y una recuperación que apenas nadie entre la gente que conocía la seriedad de sus dolencias podía esperar tan rápida y completa. Una senda que, aun así, no ha estado exenta de instantes de desaliento, en los que Malori perdió incluso toda ilusión.

“De aquel 22 de enero solo recuerdo que me encontraba muy bien en carrera y que había bajado a hablar con (Vincenzo) Nibali para proponerle que arrancásemos los dos juntos en unos repechos que había en el tramo final. A partir de ahí, nada más. Por lo que me contó luego Fran -Ventoso-, compañero que rodaba a su lado en el pelotón cuando Malori pasó por encima de un bache que lo desequilibró-, la caída fue a unos 65 km/h. Di directamente con la cara en el suelo y del fuerte golpe, el cerebro se movió, rozó, resbaló sobre mi cráneo, y fruto de ese rozamiento se produjo un hematoma en la parte izquierda del cerebro, que gobierna todo el lado derecho del cuerpo. A causa del accidente tengo casi media cara de titanio”, bromea, tratando de quitar hierro -valga la redundancia- al asunto. “Son piezas que cubren todo el pómulo y un trozo de la mandíbula. Estarán ahí toda la vida, pero con el tiempo serán la única secuela”.

“De los primeros 15-20 días tras el accidente solo conservo fotogramas, ‘flashes’ de cosas que veía”, situación lógica habida cuenta de la fuerte sedación a la que estuvo sometido para la curación inicial de sus lesiones. “Mi novia Elisa me recuerda siempre que el 27 de enero le dije ‘felicidades’ por su compleaños. Sé que estaba con ella y con mi madre la primera semana, los primeros 10 días… pero no recuerdo nada en realidad. No era consciente, pero sí reaccionaba ante estímulos o fechas así. No empecé a recobrar la consciencia hasta más o menos el día de San Valentín, cuando Elisa me llevó una tarta para celebrarlo juntos”. Su novia, su familia y amigos cercanos habían sido su primer gran apoyo: “El día que me caí en Europa ya era de noche, pero Elisa, a las ocho de la mañana del sábado -el accidente se produjo un viernes-, ya estaba en una agencia de viajes buscando el primer vuelo a Argentina. Ella sola se vino, sin preguntar a nadie ni pedir ayuda. Solo tengo palabras de agradecimiento y amor hacia Elisa”, con quien ha contraído matrimonio este mismo verano.

Malori con sus compañeros © Movistar

Malori con sus compañeros © Movistar

Reparar la conexión

A bordo de un avión medicalizado, Adriano viajó el 16 de febrero desde Argentina hasta Pamplona, donde fue ingresado en la Clínica Universidad de Navarra. Allí vino el golpe más duro. Mucho más que el de la caída. “Al par de días de estar ingresado allí pedí que viniese un médico. En Argentina no me habían dicho claramente cuál era la situación de mis lesiones y no pensaba que fuese tan grave. Llego a Pamplona, me hacen resonancias, exámenes… y le pregunto tras ese par de días al médico: ‘¿Cuándo me operáis la clavícula para poder volver a mover el hombro?’ Yo daba por hecho que me operaban el hombro y en Tirreno-Adriático (marzo) volvía a competir. Total, si la pierna ya se movía algo… nada te hacía pensar que hubiese nada grave. Entonces, aquel médico me dice: ‘Adriano, no vamos a operar. No tenemos que operar. El problema que tienes en tu hombro es que tu cerebro se ha desconectado de la parte derecha de tu cuerpo’. Estuve llorando durante más de una hora sin parar, hasta la extenuación, después de oír aquellas palabras”.

Sin una motivación ni referencia claras pero con la voluntad de “volver a ser, digamos, una persona normal, independiente, lo antes posible”, Malori ingresa el 25 de febrero en el Centro Neurológico de Atención Integral (CNAI) de Imárcoain, a las afueras de la capital navarra. Allí encontró “un equipo fantástico. El Dr. Manuel Murie y todo su grupo de trabajo se portaron de forma espectacular conmigo. Toda la gente de allí, en especial las dos fisioterapeutas con quienes compartí gran parte de los momentos de trabajo, Rebeca Fernández y Tania Iriarte, me solucionaron la vida. Entré medio-paralizado, en silla de ruedas, y salí el 28 de abril por mi propio pie, habiendo rodado en bici por carretera desde días antes”.

En efecto, Adriano, con ese carácter y capacidad de lucha inherente a los mejores deportistas, se saltó cualquier plazo. Lo hizo sometido a sesiones maratonianas. “Detallar todos los ejercicios que practiqué allí no cabe en un papel. Todos los días tenía 3 horas de fisioterapia, 2 horas de terapia personal en movilidad y una hora más de logopedia. Además, desde el 20 de marzo, le añadí una hora diaria de rodillo. Le dedicaba cada uno de mis días por completo a curarme”. En mayo, Malori regresó a su Parma natal con la confianza de que el cuerpo daría los últimos pasos por sí solo. “Y la fuerza en mis extremidades aumentó muchísimo ese mes. Pero los movimientos progresaban entre poco y nada. El problema era que el centro donde continuaba la rehabilitación en Italia, sin ser malo, no era adecuado para mí. Allí trabajaban con casos más extremos de gente que no puede aspirar a una recuperación total y ‘solo’ quieren volver a ser personas normales. Yo ya había vuelto a eso, ya había pasado esa fase. Lo que quería era volver a ser un deportista profesional”.

En plena recuperación © Movistar

En plena recuperación © Movistar

Salir a volar

Para afianzar definitivamente su vuelta a la existencia que siempre ansió recobrar, Adriano volvió a ingresar en el CNAI a finales de junio. “Combiné la rehabilitación allí con otros ejercicios en Mutua Navarra y con las últimas pruebas para asegurar que neurológicamente todo estaba bien. Estuve hasta el 5 de agosto: me iba dos semanas, volvía a casa una, luego otras dos con ellos…. En la Mutua hacía ejercicios de recuperación de fuerza en el hombro, los músculos de la escápula, el brazo; en el CNAI mejoraba mi precisión en los movimientos de la mano. Sigo haciendo en casa esos ejercicios, aún me queda tiempo para recuperar el 100% de fuerza en esa mano. Pero para la bici, estoy completamente repuesto. Tomo las curvas cada vez más fuerte, más rápido, arranco y paro con facilidad, voy a la misma velocidad que iba en entrenamientos fuertes, freno con suavidad y con el mismo ‘feeling’ que antaño. No tengo ninguna duda ni miedo. Estoy listo”.

Durante estos meses, la relación de Malori con el ciclismo ha sido puro amor-odio. “Del Giro de Italia no he visto ni una sola etapa; del Tour, tampoco. Me ponía a ver una carrera, los veía corriendo y me parecía un deporte que no era el mío, era como ver MotoGP. Me dolía muchísimo. Me quedaba reventado. No podía soportar no estar con ellos, no vivir ese ritmo”. Sin embargo, volver a estar junto a sus compañeros de Movistar Team fue una motivación extra: los visitó en el GP Miguel Indurain, estuvo una noche con ellos en el Giro y compartió entrenamientos con todo aquel que cubría kilómetros por Pamplona. “La gente del equipo ha sido mi segunda familia, de los que más se han esforzado en arroparme. Tras Elisa y mis amigos, han sido lo mejor de este tiempo. Todos ellos -CNAI, la CUN, Mutua Navarra, médicos, fisioterapeutas, amigos y gente del ciclismo- me han ayudado a volver a competir”.

Aun así, aunque Adriano vuelva a ser un puntito más en el grupo de maillots que se ven desde una toma de helicóptero, por dentro hay otra persona. “Te pasa una cosa así y empiezas a ver la vida de otra manera. Cuando estás tan mal, mal de verdad, en Pamplona, en una silla de ruedas, ves a la gente moverse a tu alrededor y aspiras a hacer todas esas cosas que ellos hacen, como alguien normal, alguien más. Pero cuando ingresas en el CNAI y rápidamente mejoras, hasta el punto de que en 10 días te quitan la silla de ruedas, que vas mejorando en todos los sentidos, y miras los ojos de la gente que cada día se esfuerza pero no avanzaba y tú, que estabas más grave, vas al doble de velocidad… La cara, cómo te miraban, eso nunca se olvida. No te miraban con admiración por ser corredor de Movistar Team, por llevar un buen reloj, tener un coche bonito… te admiran por cómo te movías. Y eso te conmueve. Te hace dar el valor justo a las cosas. Estos ocho meses me han cambiado por completo. Vas por ahí cuando eres joven y te vas cagando en todo porque no encuentras el apartamento que has alquilado para las vacaciones, porque no puedes aparcar cerca de los sitios… y ahora todo eso ves que da igual. Le das otro valor a la vida. El sentido que verdaderamente tiene”.

Lo que buscó Malori contando este martes su historia en un hotel de Salsomaggiore Terme fue transmitir “una sonrisa, una esperanza. Que a alguien le pase lo que a mí me pasó y en ocho meses vuelva a competir, no a entrenar, a competir… es una cosa extraordinaria, es un milagro. Y tenía que contarlo por toda la gente que he visto que está mal. Su cerebro funciona y no pueden mover ni un dedo, ni los ojos. ¿Sabe la gente lo frustrante que es eso? Lo que quiero es que cualquiera que esté en esa situación conozca mi historia o le lleguen ecos y digan: ‘Anda, aquí hay un chaval con mi misma edad, o más joven, o mayor, que vuelve a mover su mano, su brazo, su cuerpo, con trabajo, con voluntad. Y de hecho es un chaval que ha vuelto a ser un gran atleta, o a competir donde sea. Que le ha echado dos huevos, que ha podido, y tú también puedes’. Si yo lo hubiese tenido, me habría ayudado mucho. Sé que no puedo solucionar los problemas del mundo, que hay gente con lesiones más graves, con enfermedades… pero si les puedo regalar una sonrisa, aunque sea por una hora, por dos horas, por un día… no soy médico ni neurólogo, pero pienso que eso les puede ayudar”.

Audio rueda de prensa © Movistar

Malori, en Navarra © Movistar

Malori, en Navarra © Movistar

14 abril 2016

Dos meses después de su grave caída en el Tour de San Luis, el ciclista italiano del Movistar Adriano Malori da pasos hacia su recuperación en el Centro Neurológico de Atención Integral (CNAI) de Navarra. El equipo médico del centro que dirige Manuel Murie-Fernández, que está a cargo de la neurorrehabilitación del deportista, se muestra muy optimista ante el rápido proceso de recuperación y la evolución favorable que está experimentando Malori, como informa la formación española.

El italiano está recibiendo un tratamiento especializado e intensivo que comprende 6 horas diarias de terapia que incluye hidroterapia, realidad virtual, terapia ocupacional, fisioterapia, logopedia o neuropsicología, entre otros, de la mano del equipo multidisciplinar del CNAI.

Hace unas semanas Adriano Malori anunciaba en su cuenta de Twitter que volvía a subirse en su bicicleta para hacer rodillo. “Me he sentido muy a gusto al subirme a la bicicleta aunque no sea en carretera, para mí es como volver a empezar. Ha supuesto una segunda parte en mi carrera. Mi recuperación está siendo bastante rápida, sólo de pensar cómo estaba hace un mes y medio, y cómo estoy ahora, me parece un sueño”, explica Adriano Malori.

El proceso neurorrehabilitador del ciclista italiano del Movistar está aún activo, teniendo en cuenta que este tipo de tratamientos suelen durar entre 6 y 12 meses, si bien estos tiempos pueden variar en función de la evolución de cada paciente. “Adriano está consiguiendo acortar algunos plazos”, concluye el director médico de CNAI.

Malori sufrió una grave caída el pasado 22 de enero durante la quinta etapa del Tour de San Luis.

Actualización 25 febrero 2016

Una vez realizados todos los exámenes médicos pertinentes y tras descartar cualquier tipo de dolencia, Adriano Malori (Movistar) ha recibido hoy jueves por la mañana el alta hospitalaria de la Clínica Universidad de Navarra, donde el ciclista italiano ha permanecido ocho días desde su aterrizaje en España la pasada semana.

Malori será trasladado al Centro Neurológico de Atención Integral (C.N.A.I.) de Imarcoain, a las afueras de Pamplona, donde proseguirá con su proceso de restablecimiento con sesiones que abarcarán buena parte de su jornada y durante un período aún por determinar, que dependerá de la evolución del corredor.

Eusebio Unzue, mánager del equipo español, descartó en la amplia entrevista concedida en exclusiva a Ciclo 21 que el problema del italiano se debiera a una dolencia anterior.

ACTUALIZACIÓN 18 febrero 2016

Adriano Malori ya está ingresado en la Clínica Universitaria de Navarra después de haber viajado el pasado martes en un avión medicalizado desde Buenos Aires hasta Pamplona, siguiendo las instrucciones del cuerpo médico del Movistar.

El campeón de Italia contrarreloj individual publicó una foto en las redes sociales para verificar que ya estaba en España y aprovechó para lanzar un mensaje a sus seguidores. «Con esta foto os digo que no os libraréis de mí jamás«.

También quiso ser agradecido. «Aprovecho para dar las gracias a todos por el apoyo moral y en especial a Gabriel Curuchet y Giovanni Lombardi [excorredor, agente de Sagan y organizador del Tour San Luis]».

Y finaliza diciendo que «aunque será dura, aquí es donde empieza la subida«.

ACTUALIZACIÓN 16 febrero 2016

Adriano Malori viajará hoy martes en un avión medicalizado desde Argentina hasta Pamplona, después de que Movistar y el equipo médico que ha atendido al ciclista italiano en Buenos Aires comprobasen que se encuentra en perfectas condiciones para ser trasladado, según informa el equipo español.

Tras su aterrizaje en España, previsto para la mañana del miércoles, Malori pasará a ser ingresado en la Clínica Universidad de Navarra por elección de Mutua Navarra –entidad que gestiona y coordina todo el proceso del ciclista italiano-, para la prestación de la atención sanitaria.

Malori, en el hospital © spaziociclismo

Malori, en el hospital © spaziociclismo

ACTUALIZACIÓN 9 febrero 2016 (18 horas)

El equipo español Movistar notifica que, de acuerdo con los informes remitidos por el centro médico de Buenos Aires donde Adriano Malori permanece ingresado, su estado clínico sigue mejorando y la evolución del ciclista italiano es favorable.

Todas las partes implicadas están estudiando la mejor fórmula para hacer posible, en los próximos días, el traslado de Malori a Pamplona (España), donde pasará revisión con los especialistas médicos de la Clínica Universidad de Navarra.

ACTUALIZACIÓN 1 febrero 2016

De acuerdo con las informaciones facilitadas por los servicios médicos del hospital donde Adriano Malori continúa con su recuperación en Buenos Aires, la evolución del ciclista italiano es favorable como informa el Movistar. La sensibilidad de extremidades es normal, así como la capacidad de comunicación y discernimiento del corredor. Responde con normalidad a los estímulos externos.

La operación -de la que no ha dado más datos- a la que fue sometido el pasado viernes ha resultado satisfactoria. La evolución del ciclista, rodeado en todo momento por su familia, continúa el cauce habitual en estos casos.

En los próximos días se valorará la situación del corredor de cara a su posible traslado a Italia.

Quintana, Moreno y Malori © twitter

Quintana, Moreno y Malori © twitter

ACTUALIZACIÓN 12:30 (26/1/2016)

Mientras Adriano Malori, corredor del equipo Movistar que sufrió una durísima caída durante la quinta etapa del Tour de San Luis, ya se encuentra en un hospital de Buenos Aires (Argentina) para continuar con las pruebas y exámenes que determinen el alcance de sus lesiones, los responsables del equipo telefónico han hecho público esta mañana un comunicado en el que han asegurado que en ningún momento han tenido la intención de ocultar información respecto del estado o alcance real de las lesiones del deportista.

Desde que ayer el diario Marca anunciara en exclusiva, noticia de la que se hizo eco este medio, que los galenos que habían atendido a Malori en San Luis sospechaban que las lesiones cerebrales del italiano no habían sido consecuencia de la caída sino más bien su causa, las dudas y las sombras se han ceñido sobre el accidente y la gestión de la comunicación que ha llevado a cabo el equipo español.

Movistar asegura en este comunicado, después de anunciar que Malori ya se encuentra en Buenos Aires acompañado por el Dr. Jesús Hoyos, que “se siente en la obligación de emitir las siguientes consideraciones que permitan clarificar algunas informaciones aparecidas en distintos medios de comunicación”.

Movistar asegura que “Los corredores que presenciaron el accidente de cerca han corroborado la forma en que éste se produjo: Adriano Malori pasó por encima de un bache que lo desequilibró y le hizo caer contra el asfalto. Esta fue, sin duda, la causa del accidente”, una afirmación que, si bien cuenta con el respaldo, al parecer, de los hombres que rodaban junto al italiano, contradice enormemente los hallazgos médicos de las últimas horas.

También aclara Movistar que “tras ingresar en el hospital acompañado de los servicios médicos del equipo, el corredor fue inducido a un estado de “coma”, entendiendo como tal el estado de sedación inducido con el fin de permitir que las lesiones del paciente sanen de forma controlada. Por tanto en ningún momento el coma ha sido una consecuencia directa del traumatismo”.

Por último, los responsables de Movistar niegan que hayan ocultado ninguna información relativa a la evolución de Adriano Malori. “La información se da con el mayor ánimo de transparencia y mediante actualizaciones periódicas”, explican. “Sin perjuicio de las limitaciones que, en ocasiones, impone el debido respeto a la intimidad del corredor afectado y de sus familiares y allegados. En ningún caso ha existido por parte de Movistar Team ánimo alguno de ocultación de la mayor o menor gravedad del estado físico del corredor, que no puede ni debe confundirse con el más escrupuloso rigor en nuestras comunicaciones que se sustenta siempre en datos médicos contrastados”.

ACTUALIZACIÓN 12:30 (25/1/2016)

Lo más importante en estos casos es seguir la evolución del paciente y, por fortuna, los médicos encargados del cuidado de Adriano Malori son optimistas y en su último parte de novedades hablaban de una “importante mejoría clínica”. Pero las dudas siguen rodeando un caso que ya comenzó de manera rocambolesca cuando el equipo Movistar, contra toda lógica, decidió ocultar la gravedad de las lesiones del ciclista que, como se supo poco después por fuentes del centro hospitalario, había sido sometido a un coma inducido.

Pero según publica hoy el diario Marca, el caso de Malori podría dar un nuevo giro si los especialistas del Instituto Alexander Fleming de Buenos Aires, centro hospitalario al que va a ser evacuado hoy el italiano, confirman las sospechas de sus colegas de San Luis: que la lesión cerebral de Malori no fue consecuencia de la caída sino su causa.

Según la información publicada hoy por el rotativo español, los galenos que han atendido a Malori sospechan, tras haberle realizado ya una serie de pruebas, que los daños cerebrales que sufre el corredor de Movistar no fueron provocados por la caída, sino que se presentaron antes de que esta se produjera y fueron los causantes de que este se fuera al suelo.

Ante estos nuevos hallazgos y a la espera de lo que puedan determinar las pruebas a las que será sometido Malori en la capital de Argentina, los médicos se inclinan ahora por una anomalía congénita en el cerebro o un aneurisma.

Tras el parte médico de mediodía publicado por el Hospital San Luis este domingo, el staff médico de Movistar Team desea realizar las siguientes valoraciones: «La condición de Adriano Malori continúa mejorando. Su respuesta a los estímulos es buena. Se espera que empiece a tomar líquidos por vía oral hoy a mediodía. Está acompañado por un amigo de su familia y un miembro de la misma llegará mañana. Se está poniendo en marcha un plan para su traslado a una clínica especializada en Buenos Aires, posiblemente a mediados de la semana que viene. Cuando pase allí exámenes más exhaustivos, se comenzará a valorar la posibilidad de efectuar los trámites para su regreso a Italia».

El parte oficial © TSL

El parte oficial © TSL

(Tercera actualización: domingo, 16h ESP, mediodía ARG) Adriano Malori avanza con paso firme en su recuperación hospitalaria. El boletín del Complejo Sanitario San Luis emitido a las 36 horas pasadas de su internamiento indica que «continúa internado en UTI [cuidados intensivos: NdR], hemodinámicamente estable, con importante mejoría clínica», y señala que está «despierto, respondiendo órdenes simples».

(Segunda actualización: sábado, 22h ESP, 6pm ARG) El Hospital San Luis emitía, a las 24 horas de su ingreso, un escueto comunicado en el que afirma que la evolución de Adriano Malori es «favorable, estacionaria».

(Primera actualización: sábado, 14.30h ESP, 10.30am ARG) A su regreso del Hospital San Luis donde se encuentra ingresado Adriano Malori, el staff médico de Movistar Team emitió la siguiente declaración: «Adriano ha pasado una noche tranquila. Su condición es estable y hay signos de mejora. Durante la tarde de hoy pasará nuevas pruebas médicas. El Hospital de San Luis publicará un nuevo parte médico durante hoy sábado».

https://twitter.com/danimoreno81/status/691082428044148736/photo/1

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