Michael Rasmussen acusa a Riis de dopaje en el CSC

La portada del libro

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El exciclista Michael Rasmussen ha vuelto al primer plano de la actualidad con la filtración de varios pasajes de su autobiografía por parte del diario danés BT. Y una de las más importantes es la que acusa a Bjarne Riis de estar al corriente del dopaje sistemático y organizado en el seno equipo CSC -donde militaron entre otros Carlos Sastre, Jalabert, Frank Schleck y Hamilton-, antecesor del actual Saxo Bank, y de ver cómo se dopaba. «Todos estábamos dopados y todo el personal del equipo contribuyó a ello«, afirma con rotundidad.

«Entré en la habitación del doctor Piet De Moor, donde también estaban Bjarne Riis y Tyler (Hamilton), que acababa de inyectarse synacthen y me invitó a unirme. Acepté. Bjarne no puso ninguna objeción», relata Rasmussen, en un episodio  que se produjo presuntamente en el Giro de Italia de 2002.

En «Gul Feber» (Fiebre Amarilla), que se publicará este próximo lunes, Rasmussen acusa también a su excolega Nicki Sorensen, que sigue siendo compañero de Alberto Contador en el Saxo-Tinkoff, y con quien asegura adquirió eritropoietina (EPO) y hormona de crecimiento en una farmacia de Llucmajor (Mallorca) en 2003″ en los entrenamientos previos en la isla antes de la celebración de la Challenge de Mallorca. «Él tomó prestado un coche del CSC y juntos fuimos hasta la farmacia, que queda en la esquina de la plaza. Ya había estado allí varias veces antes y el farmacéutico me saludó como si fuéramos viejos amigos. Compramos lo que necesitábamos de EPO y hormona y Nicki se lo llevó en avión hasta Pisa», afirma.

Quince días más tarde, Rasmussen se llevó las sustancias de la casa en la Toscana italiana de Sorensen, que las había enterrado en el jardín por temor a posibles registros de los carabinieri, la policía italiana.

Rasmussen tambien implica a los exprofesionales daneses Rolf Sorensen, quien según él «me dio a probar por primera vez synacthen en el Mundial de 2001 en Portugal»; y Frank Hoj, que presuntamente filtró cortisona en un reproductor de MP3 en la villa olímpica en los JJ. OO. de Atenas 2004. También incluye en sus testimonios a tres corredores de BTT, entre los que se encuentra Ryder Hesjedal, el canadiense del Garmin y que el año pasado se impuso en el Giro de Italia, por delante de Purito Rodríguez.

El excorredor del Rabobank apunta en el libro redactado por Klaus Wivel a los entonces médicos del CSC en 2002 Joost de Maeseneer -al que no se menciona en la publicación- y Piet de Moor. El primero trabaja en el Astana y el segundo sigue con Riis en el Saxo-Tinkoff. Según Rasmussen, De Moor controlaban siempre los valores sanguíneos de los corredores al estar dopada con EPO. «Los médicos nos hablaban abiertamente de cómo hacerlo y prepararlo». Los médicos recetaban recetas falsas que incluían la cortisona. Las inyecciones las administraba el médico Piet de Moor, que sigue con Bjarne Riis, siempre según la versión del denunciante.

Rasmussen, de 38 años, colabora desde hace meses con las autoridades antidopaje danesas tras confesar haberse dopado durante toda su carrera.

En el CSC-Tiscali de 2002 militaron los españoles Manuel Calvente, Javier Cerezo, Marcelino García Alonso, Javier Ramírez Abeja y Carlos Sastre. Un conjunto que tenía corredores como Tyler Hamilton, Laurent Jalabert, Andrea Peron, Frank Schleck o Geert Van Bondt.

 

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