Óscar Pujol: «No ha sido la despedida soñada»

Pujol, durante la Japan Cup

Óscar Pujol ha vivido sus últimos días como corredor profesional en Japón y Taiwán con una sensación agridulce. Por un lado, un tanto “decepcionado” porque le hubiera gustado despedirse “de otra forma”, pero por otro “agradecido por el cariño y reconocimiento” que ha tenido por parte de la afición asiática y también “muy motivado” porque, a partir de ahora, va a poder seguir vinculado al ciclismo que es su “pasión”.

Entre vuelo y vuelo de regreso a Valladolid, el ciclista del Team Ukyo ha repasado su participación en las tres carreras en las que ha tomado parte. Pujol ha lamentado que la “falta de planificación del equipo” haya mermado su preparación. “Vine corto de forma porque pensé que el equipo no me iba a dejar correr, ya que no me avisaron hasta tres semanas antes de que me habían inscrito en estas pruebas cuando les había comunicado hace tres meses mi intención de disputarlas”, señala el vallisoletano.

Estas últimas tres semanas, aunque ha intentado “ponerse al día”, ha sido “imposible” llegar con un buen golpe de pedal a Japón. Aun así, y fiel a su forma de correr, el del Team Ukyo se ha dejado ver en la Japan Cup. “Tenía dos opciones, una era dejarme ir en el pelotón y la otra ser fiel a mi forma de entender el ciclismo y buscar la escapada desde el principio”. Y así lo hizo, al protagonizar una fuga que le tuvo en cabeza tres cuartas partes de la prueba.

Al final, la corta preparación y el escaso ritmo de competición –llevaba sin ponerse un dorsal desde Getxo y Ordizia- hizo que tuviera que bajarse y no completar la prueba por calambres. Aun así, se llevó el “reconocimiento y cariño” del público japonés donde ha sido un icono en estos últimos años. “La verdad es que les estoy muy agradecido porque siempre me han tratado muy bien y tengo una relación muy especial con ellos”, asegura.

Su última carrera ha sido en Taiwán, una prueba de 100 kilómetros ascendentes que acaban en un puerto a más de 3.000 metros de altitud. Una carrera que había vencido en la primera ocasión que la disputó y que en la pasada edición fue segundo detrás de Vincenzo Nibali. “Sabía que este año no iba a ser así, pero sí que iba a ser muy especial por muchas cosas”, relata. Lo primero, porque era su último dorsal como profesional y segundo por la “compañía”.

En la carrera participaba mi hermana –es una prueba mixta—y además mi madre estaba con nosotros y me iba a seguir en el coche”, señala el vallisoletano que finalizó décimo tercero, también con calambres, pero con las “gran satisfacción” de haber corrido como su hermana Anna, que lograba la cuarta posición en una prueba tan “exigente” como la asiática.

Su adiós al ciclismo profesional se debe a la falta de “motivación” para encarar una temporada más con “tan poco calendario”. “Me he sentido muy cómodo, reconocido y querido por la afición japonesa, pero no me motivaba seguir en un equipo con poco calendario después de ir mucho tiempo a contrapié”, se ha sincerado.

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