Péraud y la senda de la esperanza francesa

Péraud y Nibali © keyasset

Péraud y Nibali © keyasset

Ángel Olmedo Jiménez / Ciclo 21

El francés Jean-Christophe Péraud (Toulouse, 1977) es uno de los ciclistas que abandonará el panorama competitivo internacional al acabar esta temporada. El ciclista, que tuvo un pasado con dilatado palmarés en el ciclismo de montaña (destacando su plata olímpica en Pekín’08, Mundial por relevos en el mismo año y Campeonato de Europa 2005), había sido hasta 2014 el último francés en consolidar las aspiraciones francesas de intentar obtener, en París, el ansiado maillot amarillo (un instante que muchos galos no han podido vivir, toda vez que, desde 1985, y desde que Bernard Hinault venciera su quinto Tour, ningún francés se ha encaramado a lo más alto del cajón). Su compañero en el AG2R, Romain Bardet, dos años después le imitó entre Froome y Quintana siguiendo la abierta.

Corría el año 2014, y el Tour arrancaba con una mirada de favoritos desde territorio inglés, donde se mantendría durante las tres primeras etapas y que, curiosamente, ya dio idea de lo que podría ocurrir en el futuro (no en vano, el italiano Nibali se impuso en la segunda etapa, con un final exigente en Sheffield, y se colocó la túnica amarilla, que vestiría durante diecinueve de las veintiún jornadas). El Tour de aquel año, además, contaba con el aliciente de conocer si el dominio que los británicos del Sky (Wiggins primero y Froome después) habían mantenido durante los años 2012 y 2013 se mantendría.

Lo cierto es que el máximo favorito era el keniata Froome y, a su lado, otro núcleo de importantes corredores como el italiano Nibali (Astana), Alberto Contador (Tinkoff), Alejandro Valverde (Movistar) y Purito Rodríguez (Katusha), entre otros.

Sin embargo, una de los principales atractivos que la ronda de 2014 presagiaba era el paso por los adoquines en la quinta etapa. Y lo cierto es que lo acontecido superó cualquier tipo de expectativas. Venció el holandés Lars Boom, pero la noticia fue mayúscula. Chris Froome, que defendía título, se cayó dos veces y tuvo que abandonar. Y, tras el ataque desatado por los Astana, la carrera se resquebrajó de tal modo que Nibali cosechó diferencias inusitadas. Contador perdió cerca de tres minutos y Valverde algo menos de dos minutos y medio.

Nada estaba decidido, pero, con el Tour apenas iniciado, el máximo favorito ya estaba fuera de combate y gran parte de los favoritos apreciaban, asombrados, el terrible mordisco que “el Tiburón” Nibali había asestado a la carrera. Richie Porte, el primero de los hombres que se podía considerar (tras la retirada de Froome) que pujaba por la general, se hallaba a 1 minuto y 54 segundos del líder. Nuestro protagonista, Péraud, perdió aquel dia casi cuatro minutos, llegando en un grupo en el que se hallaban, entre otras, Mikel Nieve y Leopold König.

Adiós en el Giro 16 © RTL

Adiós en el Giro 16 © RTL

Lo cierto es que la dinámica mostrada el día del pavés fue constante durante toda la edición. La superioridad de Nibali y su Astana no dejó lugar a ningún asomo de dudas. Y, por si fuera poco, en la décima etapa, durante el descenso del Petit Ballon, Contador se marchó al suelo, por razones tan discutidas como poco aclaradas, y el impacto le obligó a dejar la carrera (se habló de fractura de tibia pero el madrileño pudo obtener una más que meritoria victoria en la Vuelta, compartiendo pódium con Froome y Alejandro Valverde).

Nibali dio un recital en la mayor parte de las llegadas en alto de la carrera. Además de vencer en la Planche des Belles Filles, Chamrousse y Hautacam, Nibali no sufrió ningún momento de flaqueza. De hecho, ninguno de los hombres que le acompañaron en la foto histórica en París, Péraud y Pinot venció en ninguna de las jornadas de la edición de 2014).

Otra de las características principales del Tour de 2014 fue su escaso kilometraje contra el crono. De hecho, la organización planificó en la vigésima etapa, los 54 kilómetros entre Bergerac y Perigeux, como única oportunidad para los especialistas en la disciplina. Y a fe que, con la general totalmente decidida, el alemán Tony Martin, se impuso con suficiencia y claridad (más de un minuto y medio frente al holandés Dumoulin) en la antesala de la celebración en la capital francesa.

Péraud fue segundo en la general a siete minutos y treinta y siete segundos de Nibali y su compatriota Pinot se situó a ocho minutos y quince segundos. Los españoles tuvimos que conformarnos con la cuarta posición de Valverde, un año en el que ningún compatriota consiguió una victoria parcial.

Péraud, Nibali y Bardet © cordonpress

Péraud, Nibali y Bardet © cordonpress

Para los franceses fue un año excepcional. Dos galos en el pódium final y dos victorias de etapa, una de Kadri en La Mauselaine y otra de Gallopin en Oyonnax. Pinot, además, se alzó con la prestigiosa clasificación de los jóvenes. En el top-ten, en una sexta plaza más que meritoria, el joven Romain Bardet, que incluso podría haber obtenido una posición más alta de no haber trabajado en interés de su compañero de equipo Péraud. Y, para culminar una fotografía de excelsa felicidad, la clasificación por equipos, que fue a parar al Ag2r.

Péraud no volvió, jamás, a ser el mismo de 2014. En 2015, tan solo cosechó el Criterium Internacional (repitiendo su triunfo del año anterior), pero en el Tour clasificó en una decepcionante sexagésimo primera plaza.

En el año de su despedida, Jean Christophe no acudió a la Grande Boucle, decidiéndose por un Giro, en el que abandonó por una caída y por la Vuelta, en la que finalizó en decimotercer lugar, siempre fuera de la lucha por la general.

Curiosamente, su compañero Bardet igualó su proeza de culminar segundo el Tour este año, por delante de Quintana y por detrás del insuperable Froome. Un escenario que permite mantener esperanzas a unos franceses que llevan más de tres décadas esperando un ciclista de su país de amarillo en París.

Un comentario

  1. Diogenes Diogenes

    Tiene gracia la afirmación de “Lo cierto es que el máximo favorito era el keniata Froome” El redactor de la noticia piensa que ¿el rey Juan Carlos I es italiano por haber nacido en Roma? ¿Son extranjeros los hijos de españoles nacidos fuera de España? Christopher Froome es hijo de británicos y nieto de británicos, lo de nacer en Kenía solo fue “un accidente” por el trabajo de sus padres.

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*