Previa 10ª Tour Francia: La Grandeur a la enésima potencia

Gallopin y su novia Rousse © ASO

Gallopin y su pareja Rousse © ASO

Nicolás Van Looy / Ciclo 21

Francia, con sus miserias y grandezas, siempre será Francia. Arrogante, bonita, chauvinista, sensual, orgullosa, exuberante, besucona, gastronómica… miles de tópicos más o menos acertados. Una amalgama de ideas preconcebidas –algunas de ellas alimentadas por los propios franceses– que, eso sí, parecen unirse y manifestarse en su máxima expresión durante el Tour de Francia. Y, sin duda, el 14 de julio, día de su fiesta nacional, todo se exagera. Parece, incluso, que, de una manera mucho más festiva, las masas enloquecidas estén a punto de volver a tomar la Bastilla. O, en este caso, el Tour. Miles y miles de aficionados que dentro de unas horas llenarán las cunetas. Y, para hacerlo todo más especial, con Tony Gallopin vestido de amarillo, algo que no sucedía desde que Thomas Voeckler hiciera soñar al país entero en 2011.

Y, para hacerlo todo más especial, ASO ha preparado una enorme jornada para esta fecha tan especial. Una etapa que huele a Grandeur. Con siete puertos. Con Contador obligado a atacar. Con Nibali a la expectativa. Con Purito metido en carrera y prometiendo guerra. Con Gallopin vestido de amarillo.

La etapa de Arenberg nos dejó una clasificación general con mayores diferencias de lo que los intereses de Contador, máximo favorito y mayor (quizá único) dolor de cabeza para Nibali tras la retirada de Froome, esperaban. El de Pinto debe de comenzar hoy su deseada remontada. Es un Tour montañoso, sí; pero pensar que el italiano Nibali –ganador de una Vuelta y de un Giro– va a ser un hueso fácil de roer en las rampas de esta carrera sería, cuanto menos, temerario.

Fue en La Planche des Belles Filles, punto de llegada de la etapa de hoy, donde Chris Froome comenzó en 2012 su ataque al Tour de 2013. Fue ese día. En esas rampas, donde el ya abandonado dorsal 1 se pasó las órdenes de equipo por el hueco existente entre esas dos largas piernas y, sin palabras, desafió la autoridad de Sir Bradley Wiggins dentro del equipo.

Contador ya ha avisado. Va a atacar. Al menos, lo va a intentar, porque una cosa es querer hacerlo y otra bien distinta es que las fuerzas, las circunstancias de carrera y los rivales le dejen a uno hacer las cosas a  placer. Contador tiene que atacar porque tiene mucho terreno que recuperar. Contador necesita atacar para confirmar las enormes expectativas que su aparente estado de forma están generando. Y terreno, lo que se dice terreno favorable para sus intereses, tiene. Y tiene mucho.

Cuatro puertos de primera, dos de segunda y uno de tercera concentrados en 160 kilómetros muestran un perfil que da miedo. Será una etapa, en teoría, en la que los dos grandes nombres de este Tour deberán de protagonizar su primer gran duelo en las cumbres y donde sus escuadras deberán de superar un enorme examen.

Todos conocemos la valentía de Contador. Su gusto por el ataque lejano. Su querencia por el espectáculo. Su amor por la Grandeur de hacer las cosas a lo bestia. Condiciones, aparentemente, tiene para intentarlo. Pero la gran duda es saber si el Tinkoff le podrá preparar la cosa o si, por el contrario, Astana, ya sin el amarillo que defender, será capaz de neutralizar ese deseo.

Mientras, en Lotto-Belisol andan con la mosca detrás de la oreja. Defienden el amarillo de Gallopin el 14 de julio. El primer día de gran montaña. La jornada en la que sabremos, definitivamente, si Van den Broeck es un contendiente claro al podio. Un Van den Broeck, por cierto, que se ha caído tres veces en los últimos tres días. Llega, por lo tanto, algo tocado a una etapa en la que los responsables del equipo belga ya han dicho que su jefe de filas sigue siendo el cuarto clasificado de 2010 y 2012.

Y, ajeno a todo ello, está Purito Rodríguez. Al acecho. Superada la primera semana en la que ha perdido –se ha dejado perder– una minutada (es 120º a 58:16), ha llegado su momento. No se esconde el catalán. Nunca lo ha hecho. Quiere el maillot de la montaña y debe de comenzar a atacarlo hoy mismo.

¿Quieren un poco más de drama? Hoy se cumplen 11 años de la caída más dolorosa de la carrera de Joseba Beloki. Camino de Gap, bajando La Rochette, el corredor de ONCE se rompió el cúbito y el radio del brazo derecho y el hueso trocánter de la cadera. Adiós al Tour para él. Es justo recordarlo un 14 de julio. El día de la Grandeur.

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