Sagan y Boonen, sin discos en los adoquines

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La bicicleta con discos de Sagan / © Ciclo21

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Hace casi tres meses desde que Tom Boonen (Quick Step Floors), metido ya de lleno en su última temporada como ciclista profesional, añadiera un motivo más –secundario en esta ocasión– para ser recordado por siempre en la historia de este deporte: convertirse en el primer hombre en ganar en una cita profesional usando frenos de disco. En enero –y durante la mayor parte de lo que llevamos de temporada– el discurso de Tornado Tom y su equipo era claro: el belga correría este año todas las carreras con la nueva tecnología (re)admitida por la UCI.

Un caso parecido, aunque nunca dijo que hubiera tomado la decisión de decir adiós de forma definitiva al sistema tradicional de frenado, es el de Peter Sagan (Bora-Hansgrohe). El eslovaco, que utiliza la misma marca de bicicletas que el belga, también ha corrido aquí y allá con frenos de disco.

Las marcas se frotan las manos este año por el interés que están demostrando los aficionados por conocer qué figura utiliza cada sistema en cada carrera. Un interés, claro está, que se ha visto muy beneficiado por la polémica sobre la seguridad de los discos. Un interés, que llegaba ahora a su punto culminante: ¿cómo funcionarían los frenos de disco en las grandes citas adoquinadas que están por venir?

Pero esa pregunta, al menos en lo que respecta a Boonen y Sagan, quedará por contestar. Y si atendemos al motivo que ambos han esgrimido para optar por el sistema de frenos tradicional, lo más probable es que ninguna gran figura tome la salida de Amberes o Compiegne con frenos de disco. Las primeras señales las dio el propio Tom Boonen, que decidió correr algunas etapas de la Tirreno-Adriático y, sobre todo, el E3 Harelbeke con frenos normales.

Specialized había preparado, en torno a la participación de sus dos grandes reclamos en De Ronde y el Infierno del Norte, el lanzamiento de su nuevo modelo: la Roubaix, que sólo contará con una versión con frenos de disco. Se trata de un modelo rediseñado que, además de esa característica ya comentada, contará también con una nueva suspensión delantera.

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La Roubaix modificada con frenos tradicionales / © PN

Sin embargo, la marca americana se ha visto en la obligación de protagonizar un enorme contrasentido al fabricar dos bicicletas de este nuevo modelo (recordemos: únicamente se podrá comprar con frenos de disco) con frenos tradicionales. Dos modelos que serán, precisamente, para Peter Sagan y Tom Boonen. Así pues, los dos hombres que más pueden ayudar a que los aficionados compren los nuevos productos del fabricante de bicicletas tomarán la salida en las dos carreras donde tendrán más exposición usando un modelo que nadie podrá comprar y un sistema de frenos que el fabricante estadounidense ha dado ya por muerto.

El porqué de esta decisión no hay que buscarlo en la mejor o peor capacidad de frenado del nuevo sistema. Tampoco en la controvertida cuestión de la seguridad en caso de caída. El problema al que ni Specialized, ni los corredores, ni sus equipos han dado respuesta es más de ámbito logístico.

Sean Estes, relaciones públicas de Specialized, lo explicaba perfectamente a Cyclingtips. El directivo de la empresa americana explica al periodista Neal Rogers que la Vuelta a Flandes y la París-Roubaix son dos carreras donde “la posibilidad de sufrir un pinchazo es muy grande y existe un elevado riesgo de que las asistencias neutras [que ofrecen ayuda en las muchas situaciones en las que los coches de equipo no pueden estar cerca de sus corredores, N.d.A.] no puedan ofrecer un cambio de material rápido a causa de las sutiles diferencias entre los distintos discos”.

Estes añadía que “queremos que todos los corredores tengan un acceso fácil a las asistencias neutras. Hay demasiado en juego en estas carreras en las que los pinchazos son algo muy habitual” y reconocía que “la asistencia neutra para frenos de disco todavía no está disponible”.

Nadie apuesta por los discos… de momento

Son varios los equipos que se encuentran en una situación similar y que, aunque no han dado una explicación clara sobre sus intenciones o los motivos por los que pueden optar por uno u otro sistema, parecen compartir la preocupación del relaciones públicas de Specialized. De hecho, la práctica totalidad de equipos World Tour han probado ya los frenos de disco en distintas carreras –incluidas las más parecidas a De Ronde y el Infierno del Norte–, pero en casi todos los casos la balanza, al menos a día de hoy, parece inclinarse hacia el lado del sistema tradicional. Trek-Segafredo ya ha confirmado que Degenkolb y Stuyven usarán frenos tradicionales, la misma decisión que también han confirmado desde Cannondale-Drapac. Las mayores dudas, según la información del medio anglosajón, las tienen ahora mismo en el Sunweb, que sigue sin decidirse públicamente.

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