Superprestigio CX: Van Aert acelera en Spa

Wout Van Aert se impone en Spa-Francorchamps / © Superprestige

Nicolás Van Looy / Ciclo21

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Los ojos de todo el mundo estaban puestos hoy, y desde hace ya una seamana, en Spa-Francorchamps, que había sido catalogado como el lugar donde, si Wout Van Aert quería hacer que las dudas volvieran a surgir en torno a la figura de Mahtieu van der Poel, debía de comenzar su regreso. Un circuito más favorable al campeón del mundo que al genio holandés Un trazado, en resumidas cuentas, Van Aert friendly que el belga debía de aprovechar, sí o sí, para volver a poner, al menos en lo que a él respecta, las cosas en su sitio.

Él mismo había reconocido durante la semana que, efectivamente, si no conseguía batir a Van der Poel en este mítico lugar para los amantes de la Fórmula 1 y los deportes del motor, su moral iba a verse seriamente dañada.

Como siempre, fue Tom Meeusen el que se encargó de protagonizar el derroche inicial de fuerzas. El pequeño de los Van der Poel, David, se pegó a su rueda y, tras él, un grupo en el que no podían faltar los dos grandes nombres de este deporte.

Van der Poel, que había visto cómo esta táctica le reportaba pingües, intentó marcharse en los primeros compases de la segunda vuelta. Confió, de nuevo, en que un cambio de ritmo temprano fuese suficiente para abrir un hueco insalvable para sus rivales, pero en esta ocasión, Van Aert y Aerts no se dejaron sorprender y, atentos, se pegaron al campeón de Países Bajos.

Mediada la carrera fue el campeón de Europa, Toon Aerts, el que tuvo que caludicar confirmando, una vez más, que nadie está, ni de lejos, cerca de poder parar los pies a los dos dominadores del invierno. Poco más tarde, en pleno muro de Spa, fue el campeón del mundo el que dio un golpe encima de la mesa para abrir hueco y dejar clavado a un Van der Poel que, finalmente, fue incapaz de evitar el segundo triunfo consecutivo de Van Aert en este trazado, aunque su segundo puesto, tras las cuatro victorias consecutivas anteriores, le sigue manteniendo como líder del Superprestigio.

“Sencillamente, me encanta venir aquí”, reconocía un pletórico Van Aert que no podía disimilar el peso que se había quitado de encima. “¿Si esta victoria es una respuesta a las críticas de las pasadas semanas? Bueno, yo sabía que mi estado de forma era bueno. Es algo de lo que nunca he dudado y hoy lo he demostrado. Parece que cuando acabas segundo no tengas ningún derecho. Ya no puedes ni hablar”, analizaba y acababa, riendo, asegurando que “estoy curioso por leer los análisis de los próximos días”.

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