Nys: “No me sorprendería que se retrase el arranque del CX”

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Oficialmente, el calendario internacional de ciclocross arrancará el próximo día 8 de agosto en Melbourne (Australia) con la disputa del Gran Premio de aquella ciudad. Desde ese momento, habrá que esperar casi un mes para que, dando un salto hasta Roanoke, en el estado de Virginia (EEUU), la competición vuelva a hacer acto de presencia el día 5 de septiembre. Por lo que respecta a Europa, Lokeren (Bélgica) acogerá la primera carrera el día 12 de septiembre.

La nueva Copa del Mundo, por su parte, arrancará el día 4 de octubre para, con sus 14 pruebas, copar la práctica totalidad de fines de semana de la campaña invernal… o, al menos, ese es el plan. Porque aunque todavía nos encontramos a medio año para la llegada de ese momento, algunos de los principales actores del ciclocross apuntan ya a un posible aplazamiento del arranque de la temporada.

Las consecuencias de la actual pandemia del Covid-19 –sin entrar siquiera a valorar las derivadas de un repunte de casos durante el próximo otoño– se dejarán notar en el calendario de ruta, que podría prolongarse hasta bien entrado noviembre. Por ello, Sven Nys ha manifestado ya su preocupación sobre la afectación que pueda tener sobre el ciclocross.

En declaraciones realizadas a Het Nieuwsblad, el mánager general del Telenet-Baloise Lions explica que “ahora mismo todo está en el aire. Tenemos un calendario esbozado, pero ¿qué ocurre si los Monumentos ya aplazados se disputan en septiembre u octubre? ¿A qué carreras darían prioridad las televisiones que tienen nuestros derechos? Por ello, no me sorprendería que la temporada no comenzara en septiembre”.

Además, el Caníbal de Baal atisba unos circuitos muy distintos a los que estamos acostumbrados a ver en las grandes citas belgas y neerlandesas, algo que, a la vez, podría tener un gran impacto económico para los organizadores. “Me parece que lo último que van a permitir es montar una carpa donde miles de personas se reúnan para pasarlo bien durante las carreras”, analiza Nys.

Tampoco es ajeno el excorredor a las dificultades que la actual crisis puede traer a niveles que, por lo general, se pasan por alto por parte de los aficionados. “Nuestras bicicletas tienen que ser importadas desde Estados Unidos. Por fortuna, recibimos todo el nuevo material antes del cierre de fronteras en Bélgica, pero el montaje se está convirtiendo en una aventura. Los corredores han venido, uno por uno, a recoger sus bicicletas, pero Lars van der Haar no pudo cruzar la frontera y hemos tenido que mandarle sus bicis”.

Y como colofón a todo ello, un problema mucho más grave asoma en el horizonte: “el contrato de patrocinio con Telenet finaliza al final de este 2020 y la búsqueda de un nuevo patrocinador será muy complicada ya que las empresas tienen otros problemas”.

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