Thomas: “Sabía que estaba mejor que Froome”

Thomas, junto a su esposa / © BBC

Nicolás Van Looy / Ciclo21  

Tras haber sido elegido personalidad deportiva británica por los espectadores de la BBC, Geraint Thomas y su mujer, Sara, han concedido una entrevista íntima al canal público británico en el que han explicado el camino que llevó al galés al triunfo en el pasado Tour de Francia y algunos detalles íntimos de los cambios que el corredor de Sky afrontó en las semanas y meses previos a la Grande Boucle.

Es Sara Thomas, con la que el corredor lleva casado desde 2015, la que explica que “una semana antes del Tour de Francia vi algo muy distinto en él. De repente, se volvió una persona muy callada y se preocupaba por cualquier cosa. El último martes antes de irse, recuerdo que era un día muy caluroso en Cardiff y que me desperté a las cuatro de la mañana y comprobé que no estaba en la cama conmigo. Le busqué y le encontré tumbado en el suelo de nuestra sala de estar. Me dijo que ahí se estaba más fresco y que dormía mejor. En ese momento, le dije que le quería y que me gustaba que estuviera a mi lado, pero que había llegado el momento de partir. Estaba completamente preparado”.

Thomas, que escucha a su mujer relatar los meses previos a la ronda gala y lo importante que fue su triunfo en el Dauphiné y las tres concentraciones “de dos semanas cada una” en Tenerife, explica que cuando llegó el momento de comenzar el Tour de Francia “en realidad, sabía que estaba en mejor forma que Froomey. Nos conocemos desde hace muchos años y me di cuenta de ello enseguida. Sencillamente, sabía que tanto física como mentalmente estaba un punto mejor que él”.

El corredor explicó también cuál fue su peor momento durante la Grande Boucle. “Ningún día del Tour tuve tanta ansiedad como en la etapa del Alpe d’Huez. Estaba pasándolo mal por el calor y me sentía deshidratado y, de repente, empecé a dudar de mí mismo. Me dolía todo. Era un dolor increíble. Quizás suene exagerado, pero si te disparara ahora mismo, sentirías ese dolor. Los sentimientos de ese día no fueron tan malos, pero tuve que soportar ese dolor durante mucho tiempo. Estás subiendo y ves que te quedan 10 kilómetros para coronar y ya vas a tu 95%. Intentas respirar, concentrarte en tu pedaleo y en la rueda que llevas delante. Sencillamente, te olvidas de todo lo demás y aceptas que es así, que tiene que ser muy duro. Que hay que aguantar con los otros cinco corredores con los que vas. Estás en tu propio mundo”.

Y entonces, en plena ascensión al Alpe d’Huez, “me acordé de algo que mi compañero en el equipo de persecución en los JJOO de 2008, Paul Manning, me dijo una vez: no busques el dolor, ese llegará solo. Sencillamente, trata de mantener la velocidad. Pensé mucho en esas palabras durante la subida. En realidad, es más complicado subir al 95% que al 100% porque en el primer caso eres muy consciente del dolor que estás sufriendo. Pero entonces ves la pancarta de tres kilómetros para la cima y te das cuenta de que estás peleando por la victoria de etapa. Desde ese momento, todo va más fácil”.

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