Opinión: “¿Homicidio o legítima defensa?”

Cavendish_Sagan_Tour Francia_2017_04_caida

Momento del impacto de Cavendish / © Eurosport

Nicolás Van Looy / Ciclo21

En los años 90, cuando la televisión de pago acababa de aterrizar en España, medio país se arremolinaba cada lunes por la tarde delante del televisor para ver en abierto lo que durante el fin de semana comenzaba a ser imposible. El día después metía cada domingo sus cámaras en los estadios de fútbol españoles para mostrarnos, en su sección lo que el ojo no ve pequeños detalles que, hasta entonces, pasaban completamente desapercibidos para todos. Y así se nos hizo famoso Rafa Guerrero con su ¡penalti y expulsión! y el ya histórico (fue coletilla habitual de toda una generación) ¡Rafa, no me jodas! de Enrique Mejuto como respuesta.

Desconozco si el presidente del jurado del Tour de Francia, Philippe Marien, tuvo clara desde el primer momento su decisión de expulsar de la carrera a Peter Sagan (Bora-Hansgrohe) por la polémica maniobra protagonizada por el campeón del mundo en la recta de meta de Vittel en plena disputa del sprint y que acabó con Mark Cavendish por los suelos. No sé, por lo tanto, si Marien tuvo su propia versión de aquel famoso ¡Rafa, no me jodas!, pero lo cierto es sería muy interesante que alguna televisión hubiese podido meter una cámara, a modo de lo que el ojo no ve, en la sala donde el jurado de la UCI tomó la decisión de dejar fuera del Tour al campeón del mundo.

Mucho se ha escrito a estas horas sobre lo sucedido. La encuesta que ha publicado este medio (sin base científica alguna) muestra que el sentir mayoritario de los aficionados es que la decisión de expulsar a Sagan ha sido la correcta, pero esa mayoría no es aplastante. Ni mucho menos.

El movimiento de Sagan no es limpio. De eso no hay duda. Cavendish, que progresa por la derecha, intenta meterse, como tantas veces ha hecho en el pasado, por donde objetivamente no cabe. De eso, tampoco hay duda. Si el codo del eslovaco se mueve con intención de impedir el avance de su rival o si es un movimiento derivado de una pérdida de equilibrio es algo que él y sólo él sabe. Polemizar sobre ello es absurdo.

Sagan está bien expulsado. El jurado no entra a valorar, en su motivación, si existe o no intencionalidad de algún tipo en su movimiento. El jurado dice que el motivo por el que saca a Sagan del Tour de Francia es porque “pone en serio peligro” a otros corredores y eso, habiendo sacado el codo de paseo como lo ha hecho, es exactamente lo que ha ocurrido. Cosa distinta es si es el contacto con el codo de Sagan o su afán por fabricar un hueco donde no lo hay lo que tira a Cavendish.

A Sagan lo hemos visto en el pasado ganarse el puesto con movimientos al límite de lo que permite el reglamento. Es exactamente lo que se espera de cualquier velocista. Los sprints no son limpios. Son auténticas melés donde la distancia entre el triunfo y el suelo se mide en milímetros. Los que separan el manillar propio del de cualquier oponente cercano. Y, claro, igual que a Sagan, hemos visto en situaciones igual de comprometidas a Bouhanni, Kittel, Greipel… y, por supuesto, al propio Cavendish, cuyo historial no es, precisamente, el de un santo varón del sprint.

Pero en el ciclismo, como en cualquier actividad humana, el ojo por ojo no vale. Si Cavendish tiró a un corredor en un pasado más o menos lejano, no es excusa para que hoy en día cualquier rival pueda empotrarle contra una valla con la absurda justificación de “como tú lo hiciste, ahora te toca recibir lo tuyo”.

Aquí hablamos, o lo hace el jurado presidido por Marien, de poner en serio peligro a otros corredores y, por ello, Sagan está bien expulsado… pero Cavendish también debería de estar camino a casa. El británico, que busca meterse por un hueco que no existe, pone en el mismo peligro al resto de corredores que Sagan cuando saca el codo y, por ello, debería de estar ya fuera de carrera –mientras escribo estas líneas seguimos sin confirmación oficial de su estado de salud y de si saldrá mañana–.

Esto es deporte y, por lo tanto, un entretenimiento. Estas polémicas, que favorecen encarnados debates, son la sal y la pimienta de ese show y así hay que tomárselas. Quizás habría que tomárselas, incluso, con algo de humor para poder contextualizar mejor todo lo ocurrido. Y por ello y porque estoy convencido de que Sagan está bien expulsado y que Cavendish también debería de estar ya camino de la Isla de Man, permítanme cerrar esta polémica con una frase del ex profesional Unai Yus que, con humor y, sobre todo, una brillantísima capacidad de síntesis, aseguraba: “según la toma que veas, parece homicidio o legítima defensa”. Decidan ustedes.

Un comentario

  1. Defendiendo lo injustificable…. ¿Para quedar bien con todo el mundo defendiendo al macacao de la bicicleta?…¿porque entre macacos anda el juego?

    Ummm… el Sagan este va a dar mas problemas y cada vez mas gordos, sus hooligans, parte de la prensa y la banda de su equipo.. a partir de ahora los culpables (por reírle las gracias)

    No contribuye nada a que esto mejore el hecho de que los abrazafarolas habituales lo llamen en cuanto gana algo.. «el nuevo Merckx» que es como llamar Porsche 911 a un pollino.

    » Los corredores que mas me impresionaron fueron Valverde y Contador ¿Sagan? no, no me impresiona, es solo un sprinter que puede hacer algo mas» (Tom Boonen).

    Hala, Sagan-Sauron, enga, pa casa, al rincón de pensar.

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*