Los 10 favoritos del Tour 2018 (1): Chris Froome

Chris Froome, liberado del caso Salbutamol, peleará por su quinto Tour de Francia / © ASO

Los otros favoritos: Valverde / Adam Yates / Urán / Porte / Bardet / Landa / Nibali / Quintana / Dumoulin

Los jóvenes / Los aspirantes

Nicolás Van Looy / Ciclo21

El Tour, que todavía trata por todos los medios de borrar de la memoria, que es más difícil de dejar en blanco que el papel, los siete tours de Lance Armstrong; no quiso tener otro asterisco más que unir a su historia. No quiso otra llamada a pie de página junto al nombre de un vencedor corrigiendo o puntualizando cómo llegó a enfundarse el maillot amarillo. No quiso, en definitiva, que Chris Froome (Sky), el británico señalado por todos, estuviera pasado mañana en el Grand Départ. Pero el Tour, que todo lo puede, erró en su cálculo. ASO, con su músculo financiero, no tuvo en cuenta que las escuetas arcas de la AMA, cuyos máximos responsables siempre han gritado pidiendo auxilio ante la infrafinanciación de la organización, poco podían hacer contra el dosier de 8.000 folios y a saber cuántas libras esterilnas que Sky, quizás la única organización que pueda entrar en la pelea económica con ASO dentro del mundo del ciclismo, había puesto sobre la mesa. ASO, decíamos, se la jugó y dijo que Froome no iba al Tour. Que desolé, pero que no estaba invitado. Sabían que la broma podía salirles muy cara, pero asumieron el riesgo. Lo que vino después, esas 24 horas frenéticas y surrealistas, es por todos conocido.



Ahora Froome sí estará en el Grand Départ. Ahora Froome sí podrá luchar por su quinto amarillo. Ahora Froome sí tendrá todo el derecho a intentar colar su nombre junto a los de Anquetil, Merckx, Hinault e Induráin, los únicos hombres capaces de ganar cinco Tours y, al menos por ahora, conseguir que su logro perdure en el tiempo.

Froome llega a Francia con un calendario insólito en las piernas. Corrió y ganó el Giro de Italia aprovechando esa semana de descanso extra que este año ofrecía la celebración del Mundial de Rusia y afronta el Tour, como el año pasado la Vuelta a España, con la incertidumbre de saber cómo reaccionará su cuerpo cuando se sumerja en la profundidad abisal de la tercera semana, aquella en la que espera, es verdad, su querida contrarreloj; pero también unas terribles etapas pirenaicas que este año, con un corredor menos en su potentísimo Sky, pueden suponer un serio problema a poco que la mala suerte se haya cebado con alguno de sus compañeros.

Además, este año tendrá frente a él a un Tom Dumoulin (Sunweb) que, al menos en lo que a la pelea contra el crono se refiere, es un rival mucho más tembile que la ristra de escaladores, encabezados por Nairo Quintana (Movistar), que le ha venido procurando los últimos dolores de cabeza en Francia. El peligro que supone el holandés en Ezpeleta obligará a Froome, al menos en teoría, a mostrarse más activo. A correr de una manera más próxima a como lo hizo en la Vuelta a España o en el Giro de Italia, obligado aquí por las circunstancias, que al frío y calculadísimo ciclismo que ha venido mostrando en el Tour durante todos estos años.

Tendrá terreno para hacerlo. Froome, sobra decirlo, no es cojo subiendo, pero con Bardet ante la oportunidad de su vida, Nibali ante la que puede ser una de sus últimas bazas, Quintana con necesidad de reivindicarse, Landa, por fin, liberado y varios oportunistas agazapados a la espera de que las cosas se les pongan de cara como Urán, Valverde o Porte; el británico se enfrenta al que puede ser su Tour más complicado desde el punto de vista táctico y de control. Es esperable –y deseable– que sus rivales le ataquen casi como desde el primer día.

Un ciclismo que, por otra parte, ha contado con el beneplácito de unos rivales acobardados por su dominio que nunca parecieron atreverse a discutir su autoridad. Ataques sin convicción o en el último kilómetro han venido siendo la norma para un corredor al que la gran superioridad de su Sky siempre le sirvió para contrarrestar cualquier intento de motín.

Chris Froome ha vivido bajo un nivel de tensión inimaginable durante los últimos diez meses, eso es innegable. Si todo lo sucedido le afectará de alguna manera es toda una incógnita, pero si nos ceñimos a lo visto en este 2018, el británico nacido en Nairobi ya demostró en el Giro tener unas cualidades casi sobrenaturales para aislarse y dejar los problemas personales aparcados cuando se sube a la bicicleta. Una fortaleza mental, sin duda, cuajada a base de horas, días, semanas y meses de entrenamientos en solitario subiendo y bajando, una y otra vez, la misma carretera del Teide. El mismo tramo de asfalto sudafricano. El mismo puerto alpino que tantas veces ha visitado.

Ahora, dejado atrás ese capítulo, habrá que ver cómo reacciona su cuerpo a la enorme liberación de tensión que eso supone, pero, también, habrá que ver cómo convive con el infernal ambiente que, no cabe duda alguna, se va a encontrar en las carreteras francesas. Froome, al que ya desde hace años Francia y su afición vienen mostrando una especial inquina, estuvo en el Giro estando ya señalado por su control analítico adverso por Salbutamol en la Vuelta, pero allí, como en España, los tifossi suelen preferir, si es preciso, taparse la nariz y seguir creyendo. Porque al final, el deporte, el ciclismo, es un ejercicio de fe. Una religión. Con sus dioses y su ídolos. Con sus apóstoles. Sus traidores. Sus héroes. Un credo cuyo libro sagrado se va escribiendo y reescribiendo constantemente y en el que Froome está cerca de ganarse un hueco junto a los todopoderosos del asunto. Si lo conseguirá o no, lo sabremos dentro de tres semanas. Mientras tanto, tratemos de aceptar las cosas como han venido y, sencillamente, disfrutar del mayor evento deportivo anual que se celebra sobre la superficie del planeta.

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Chris Froome peleará por un 5º Tour / © ASO

Chris Froome (Sky), 33 años

Días de competición: 38

Victorias: 14ª y 19ª etapa y General Final Giro de Italia (2.WT)

Otros resultados: 4º General Final Tour des Alps (2.HC)

Clasificación UCI World Tour: 10º

Puesto Tour Francia 2017:

Mejor resultado Tour de Francia: 1º (2013, 2015, 2016, 2017)

Días de amarillo en el Tour de Francia: 59

Etapas Tour de Francia: 8

Mejor resultado Vuelta a España: 1º (2017)

Mejor resultado Giro de Italia: 1º (2018)

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