GP Sven Nys: Van der Poel, la vida sigue igual

Van der Poel fue muy superior en Baal / © Belga

Las pruebas ya disputadas

1ª GP Mario De Clercq: Van der Haar es la alternativa

2ª Koppenbergcross: Van der Poel no da tregua

3ª Flandriencross: Van der Poel pone las cosas en su sitio

4ª Essen: Van der Poel no se deja sorprender

5ª Scheldecross: Van der Poel ya se compara con Nys

6ª Azencross: Van der Poel iguala el mejor año de Nys

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Era un día de cambios. De nuevos maillots y nuevas bicicletas. De salida y llegada de patrocinadores. Y, por supuesto, de cambio de año. El GP Sven Nys que hoy se ha celebrado en Baal (Bélgica) ha vuelto, como ya es tradicional, a abrir el año ciclista. Un año que ha comenzado, en términos generales, como acabó 2017: con Mathieu van der Poel (Corendon-Circus) siendo el gran rival a batir y con Wout Van Aert (Crelan-Charles) buscando su sitio. Su antiguo yo.

En un circuito embarradísimo, de esos que tanto le gustaban al hombre que da nombre a la primera carrera del año, la hora de carrera podía convertirse en una trampa mortal para aquel que no supiera dosificar bien sus fuerzas para sobreponerse, además de al siempre complicado barro, a las subidas a un complicadísimo Balenberg que aparecía como el más probable juez de la carrera.

Laurens Sweeck (Era-Circus) se encargó de protagonizar la salida más rápida. El belga intentó pelear una ligera ventaja que ni Van der Poel ni Van Aert estaban dispuestos a permitirle. Así, el campeón del mundo y el de Europa se colocaron pronto al frente de la prueba acompañados del ya mencionado Sweeck y un Toon Aerts (Telenet-Fidea Lions) que en el segundo giro, cuando Van der Poel y Van Aert ya habían construido una ventaja de poco más de diez segundos, se dio un fenomenal trompazo que aprovechó Sweeck para colocarse en esa posición que tantas veces le hemos visto defender en las últimas semanas: tercero en tierra de nadie.

En uno ciclocross de libro, de esos que cualquiera tiene en mente para poner imágenes a la definición de la especialidad invernal del ciclismo, Van Aert hizo todo lo posible por soldarse a la rueda trasera de la nueva Canyon de Van der Poel que esperó hasta el ecuador de la carrera para proponer su imparable cambio de ritmo.

Restaban poco menos de cuatro giros para el final cuando el holandés aceleró. El belga nada pudo hacer por evitar una nueva aventura en solitario de Van der Poel, que en apenas media vuelta construyó un muro de 19 segundos entre él y su máximo rival. Mientras, por detrás, Toon Aerts se rehacía de su dura caída y alcanzaba a Sweeck a falta de tres vueltas para el final en esa eterna pelea por ser el mejor del resto, un combate al que poco después de unió también Corné van Kessel (Telenet-Fidea Lions).

Mientras todos pasaban una y otra vez por los boxes para cambiar de bicicleta, Van der Poel no necesitó cambiar de bicicleta hasta la penúltima vuelta, algo que, según Canyon, es posible gracias al mayor espacio que guarda su diseño entre la rueda y el cuadro, lo que impide que se acumule mucho barro y, por lo tanto, favorece que la bicicleta permanezca limpia y ligera. Y así, el holandés comenzó el último giro con 37 segundos de renta sobre su rival más cercano.

Lo más emocionante, llegado este punto, estaba por detrás, en la pelea por el tercer peldaño del podio en el que Sweeck se las estaba viendo con la pinza de los dos Telenet-Fidea Lions. Fue cuando restaba media vuelta cuando el dúo a las órdenes de Sven Nys aceleró dejando clavado a Sweeck y fue el holandés el que, en el sprint final, se llevaba la tercera plaza.

Con 7:34 de renta en la general sobre Toon Aerts y 9:09 sobre Wout Van Aert, Van der Poel ya tiene asegurado el triunfo final en el Trofeo DVV ya que, por normativa, el tiempo máximo que puede perder un corredor, incluso sin presentarse a la salida, es de cinco minutos por carrera.

Tras terminar la carrera Van Aert aseguraba que «tras la caída sentí un click en el hombro. Me dio la sensación de que se había salido y por eso entré con mucho dolor en meta. Llevaba ya dos vueltas sufriendo mucho con el frío y cometiendo errores de conducción por ello y la caída fue la gran consecuencia. El hombro parece haberse colocado de nuevo en su sitio y el dolor ha desaparecido».

Ni Felipe Orts ni Ismael Esteban, ambos del Ginestar-Delikia, consiguieron acabar la durísima carrera de Baal.

Compton se rehace tras una dura caída

Compton ganó en Baal y se asegura el triunfo final / © DVV Trofee

En un día en el que Sanne Cant (Corendon-Circus) estuvo muy lejos de la genial versión de ella misma que hemos estado viendo en las últimas semanas fue el turno para las mal llamadas actrices secundarias de este circo invernal del ciclismo. Katie Compton dio muestras, desde el inicio mismo de la carrera, de querer buscar el triunfo. Tanto apretó la americana que ese ímpetu le jugó una mala pasada y acabó dando una espectacular voltereta a las primeras de cambio que bien podría haber terminado con todas sus opciones.

Por fortuna para ella, nadie tuvo hoy un súper día y pudo sobreponerse a ese contratiempo y colocarse de nuevo en cabeza muy pronto y aprovecharse entonces de una caída de Annemarie Worst (Era-Circus) para conseguir la ventaja que le permitiría entrar en la línea de meta con una destacada primera posición que, además, le sirve para asegurarse el triunfo final en el Ijsboerke Ladies Trophy, denominación oficial de la challenge femenina. Worst se tuvo que conformar con la tercera posición y, un día más, Maud Kaptheijns (Crelan-Charles) dio claras muestras de estar recuperando sus mejores sensaciones y acabó tercera justo por delante de Sanne Cant.

Iserbyt se lleva la general final tras ganar en Baal

Eli Iserbyt es el ganador final del DVV 2017-2018 / © DVV Torfee

El campeón de Europa sub23, Eli Iserbyt (Marlux-Bingoal) ha comenzado 2018 con una doble celebración gracias al triunfo obtenido hoy en Baal que, además, le ha servido para amarrar de forma definitiva la general final de la challenge de la aseguradora a falta de la última prueba valedera que tendrá lugar en Lille el próximo día 10 de febrero.

El excampeón del mundo se llevó la victoria en una carrera entretenidísima en la que se fueron sucediendo las alternativas de principio a fin con tres corredores como principales protagonistas. En esta ocasión, a los omnipresentes Iserbyt y Thomas Pidcock (Telenet-Fidea Lions) se les unió el checo Adam Toupalik (Corendon-Circus), que se mostró tremendamente activo y que trató poner tierra de por medio por todos los medios, pero Iserbyt, muy potente hoy, siempre consiguió cerrar de nuevo el hueco.

En una estampa muy poco habitual, Pidcock se mostró como el más flojo de los tres. El británico, del que se esperaba más en la cita con el nombre de su patrón, corrió siempre a la contra y no fue hasta poco antes de empezar la última vuelta cuando pudo, por fin, alcanzar a sus dos rivales en cabeza.

Gonzalo Inguanzo en una imagen de archivo / © Twitter

Todo fue, sin embargo, un espejismo para Pidcock que pronto pagó el esfuerzo de la remontada y en el último giro no pudo seguir el ritmo de Iserbyt y Toupalik, cuando el checo lanzó su ataque definitivo. Un movimiento que le permitió comenzar la fase final de la prueba con una ligerísima ventaja que Iserbyt pudo neutralizar para, en la subida al Balenberg, lanzar un nuevo cambio de ritmo que Toupalik no pudo contestar. Con este triunfo Iserbyt da una bienvenida inmejorable a Bingoal, que desde hoy sustituye a Napoleon Games como copatrocinador de Marlux.

En cuanto a los jóvenes españoles presentes en Baal, cabe destacar la muy meritoria undécima posición del cántabro Gonzalo Inguanzo (Ridley-Spiuk) en la prueba Júnior, en la que se quedó a poco más de cinco segundos de meterse en el Top10.

CLASIFICACIÓN PRUEBA ELITE MASCULINA

CLASIFICACIÓN PRUEBA ELITE FEMENINA

CLASIFICACIÓN PRUEBA SUB23

CLASIFICACIÓN PRUEBA JÚNIOR