Van der Poel, llega el antídoto a Van Aert

Van der Poel_2015

Mathieu van der Poel está listo para volver a competir

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Han pasado cerca de dos meses desde que echara andar la temporada de ciclocross. Al menos, la parte más mediática de la misma. Han sido dos meses de dominio prácticamente absoluto y casi insultante de Wout Van Aert, que no parece encontrar rival entre los corredores de su propia generación ni entre los viejos rockeros de los circuitos invernales. La ausencia del maillot arcoíris le ha restado, de eso no cabe duda alguna, competencia a estas primeras carreras. Mathieu van der Poel, el holandés que está llamado a disputarse el trono del ciclocross con el belga, ha estado fuera de combate tras su caída en el Tour del Porvenir en el mes de agosto. Ahora, sin opciones reales en ninguna de las challenges, llega el momento de regresar a los circuitos. La cita está fijada: será el domingo a las 15:00 horas en el circuito de Koksijde.

“Descansé. Volví a los entrenamientos y apenas podía llegar al final de la calle de mi casa. Volví a descansar. La cosa no mejoraba”, recuerda ahora Van der Poel sobre las primeras semanas de su vía crucis. Tardaron semanas –en parte por su entendible obstinación en no pasar por el quirófano– en solucionar el problema. Un tiempo precioso, pero eso es algo que sabemos ahora. A toro pasado. Como cualquier deportista a punto de iniciar su campaña, es lógico que Van der Poel agotara todas las vías posibles antes de entrar en un quirófano.

Pero las cosas son como son y finalmente no hubo más opción que dar paso al bisturí. A su edad, 20 años, no parece que haberse perdido los dos primeros meses de la temporada 2015-16 vaya a ser un grave inconveniente cuando dentro 15 años repasemos su carrera. Quizás, una pequeña nota a pie de página sobre lo que pudo ser y no fue su primera campaña completa entre los profesionales.

Evidentemente, no ha sido un periodo sencillo justo en el momento en el que afrontaba la temporada más importante de su vida hasta el momento. “Las primeras semanas, las que transcurrieron antes de la operación, fueron muy difíciles porque no sabía qué es lo que me pasaba. No tenía un diagnóstico. Fue un periodo muy oscuro para mí. Después del diagnóstico y de la operación, todavía tuve que estar tres semanas más en reposo absoluto, pero ya fue mucho más fácil de llevar porque ya sabía que, tras esas tres semanas, podría empezar a trabajar. ¿Qué es lo que hice durante ese tiempo? Levantarme, desayunar, tumbarme en el sofá y mentalizarme de que, por el resto del día, no iba a poder hacer nada más. Fue algo muy aburrido, pero me entretenía viendo un montón de películas y series”.

Pero todo eso está ya olvidado y el próximo domingo el neerlandés saltará a la arena de Koksijde y muchos le esperan ya para dar algo de emoción a la aburridísima –en términos de resultados– campaña invernal que estamos viviendo. Lleva entrenando con absoluta normalidad las últimas cuatro semanas y ayer jueves regresó de una concentración en España que, según aquellos que la han compartido con él, ha sido “tremendamente intensiva”.

El campeón del mundo, claro, quiere ser prudente antes de su regreso. “Si lo sumamos todo, he estado parado durante siete semanas. Cuatro semanas antes de la operación y otras tres de reposo después de pasar por el quirófano. Esto supone un hándicap muy importante a nivel de preparación. Es cierto que he podido entrenar muy bien durante las últimas cuatro semanas. No tengo dolor y los valores que arrojan las pruebas son muy buenos… para ser entrenamientos. Ahora falta comprobar qué tal me va en ritmo de competición”.

Por todo ello, Van der Poel es realista –o juega al despiste, el domingo lo veremos– y asegura que “sería muy sorprendente que el domingo pueda poner en aprietos o, simplemente, seguir a Van Aert. Me sorprendería muchísimo si pudiera hacer algo mejor que meterme entre los diez mejores. No estoy, ni mucho menos, en mi mejor forma y seguramente hubiese sido mejor esperar un poco más para volver a la competición, pero estoy ansioso por correr el domingo. Estoy deseando terminar de alcanzar la forma tomando parte en algunas carreras”.

Dada toda esta realidad, Van der Poel sabe que ya no puede hacer nada en las clasificaciones generales de ninguna de las tres grandes challenges, por lo que sus objetivos, como no podía ser de otra manera, se centran ahora en los campeonatos de un día, a saber, el nacional de su país y, sobre todo, el Mundial. “Ahora me centro en el periodo de Navidad. En ese momento es cuando debería de estar al cien por cien. Hasta entonces, estoy mentalizado de que mis actuaciones pueden sufrir altibajos de una semana a otra. Las clasificaciones ya no son un objetivo, pero estoy seguro de que puedo hacer algunas carreras muy bonitas y, sobre todo, plantearme los campeonatos como mi gran objetivo”.

Siempre se suele decir que las personas salen más fuertes de los periodos de adversidad. En su caso, Van der Poel piensa que es cierto. “Es verdad que dicen eso. Creo que hay algo de verdad. Ahora, cuando entreno, a veces voy un poco por encima de mi límite porque pienso en ese periodo que estuve tirado en el sofá”.

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