Los 8 corredores ideales del Tour de Francia

Pogacar, Vingegaard y Thomas en el pódium de París © Getty

Luis Cerezuela / Ciclo 21

Llegado a su fin uno de los Tour de Francia más atractivos que se recuerdan en los últimos años, es el momento de analizar quiénes han sido los más destacados durante estas tres intensas semanas. Una carrera que será recordada por la dureza que le pusieron los corredores, convirtiéndose en la edición más rápida de la historia. No es para menos. Ver llegar a los corredores de uno a uno a meta en las etapas de montaña, a los dos primeros clasificados completamente solos en el puerto previo a la ascensión final o dar caza a los escapados a menos de 1 kilómetro del final, son fieles indicadores de lo disputada que ha estado la ronda francesa. De todos los ciclistas, estos son los ocho corredores ideales del Tour de Francia 2022:

1- Jonas Vingegaard: El gran triunfador del Tour de Francia es siempre aquel que llega a los Campos Elíseos vestido de amarillo. Una sensación de éxito que el danés ha descubierto por primera vez este año. El ciclista de Jumbo fue el más fuerte de la carrera en los momentos en los que había que serlo. A diferencia de Pogacar, tuvo un equipo potente y compacto a su alrededor que le llevó en volandas al triunfo final. Sin la aportación de cada uno de sus compañeros, la historia podría haber sido bien diferente. En especial hay que recalcar la importancia de Wout Van Aert, Primoz Roglic y Sepp Kuss. Los tres fueron claves para Vingegaard en distintos tramos de la ronda francesa. El primero le salvó de una pérdida de dos o tres minutos en la etapa del pavés, además de infiltrarse en las escapadas para ayudarle en los momentos decisivos como ocurrió en Hautacam. El segundo se sacrificó por él en el Galibier para desgastar a Pogacar y el tercero fue su gregario de confianza en la montaña. Sin todos ellos, habría sido más difícil haber visto al ciclista de Jumbo en lo más alto del pódium de París.

A su triunfo en la clasificación general hay que añadir dos victorias de etapa, conseguida la primera en Granon el día que le arrebató el liderato de la carrera a Pogacar y la segunda en la jornada en la que sentenció la carrera en el Hautacam. También se subió al pódium de París como el mejor escalador. Una recompensa merecida para un corredor destinado a ser el gran rival del esloveno en las grandes vueltas. El danés ha conseguido vencer a un corredor que hasta este Tour de Francia parecía invencible. Con Vingegaard a este nivel, el espectáculo los próximos años está garantizado.

2- Wout Van Aert: No habrá ganado el Tour de Francia, pero esta edición será recordada por sus triunfos, por su labor de gregario en los momentos clave y en mayor medida por sus exhibiciones casi diarias. En definitiva, por él mismo. Lo del belga durante estas tres semanas se escapa de cualquier tipo de lógica. Sencillamente brillante. El de Jumbo ha sido el elemento dinamizador de la carrera, provocando entre muchas otras cosas que los teóricos días de transición se convirtieran en una auténtica batalla campal. La etapa 6 es un fiel reflejo de ello.

Van Aert comenzó muy fuerte la carrera cosechando tres segundos puestos en las tres primeras etapas. En este caso, a la cuarta fue la vencida tras reventar a todo el pelotón honrando de la mejor manera posible el maillot amarillo. Al día siguiente, volvió a dar guerra en aquella importante y determinante etapa del pavés. Allí volvió a demostrar que de piernas iba sobrado. Quedó relegado de la disputa por una caída previa y terminó convirtiéndose en el mejor gregario de la gran mayoría de los líderes que marchaban en persecución del grupo de Pogacar. Aunque a quién de verdad salvó fue a su compañero Vingegaard que gracias a la labor del belga solamente se dejó 13 segundos respecto al esloveno. Al día siguiente fue el más fuerte de la fuga y lejos de rendirse, le apretó en solitario las tuercas a un pelotón muy desgastado. No tuvo un final feliz, pero fue puro espectáculo. Lo que se demanda. Si algo caracteriza al corredor de Jumbo, es que siempre encuentra oportunidades para olvidar las penas. Y lo hizo dos días después cosechando su 2º triunfo en el Tour.

En su travesía camino a París le dio tiempo a dejar sentenciado el maillot verde con suficientes días de antelación, aprovechó también para filtrarse en las fugas -en casi todas- a modo de estrategia para ayudar a Vingegaard en los momentos álgidos de las etapas y se impuso en la contrarreloj el día previo a la llegada a los Campos Elíseos. Clave fue su determinación en las rampas finales del Hautacam para terminar de desbancar a Pogacar y dejarle en bandeja el Tour a Vingegaard. Los tres protagonistas juntos en el último puerto de entidad de la edición. No podía haber un guion mejor. Sin duda, el belga ha sido el corredor más determinante del Tour y el más alabado por compañeros, rivales, prensa y afición. Van Aert ofrece espectáculo y eso siempre es bienvenido en este deporte.

3- Tadej Pogacar: El máximo favorito para ganar la carrera demostró por primera vez en lo que va de temporada que es humano. Increíble pero cierto. De exhibición en exhibición desde el mes de febrero, un día malo en la ascensión a Granon enterró sus posibilidades de llegar con el maillot amarillo a París. El principal rival a batir sufrió la encerrona del Jumbo en el Galibier, cayó en la trampa y cuándo quiso darse cuenta de su error, ya era demasiado tarde. Vingegaard le había asaltado en la general metiéndole un buen pellizco de minutos. Un bajón puntual, ya que hasta ese día se había mostrado imbatible. Su exhibición el día del pavés puso en alerta a más de uno y hacía presagiar que no habría nadie capaz de molestarle. Tan sólo Jumbo con su fuerte bloque liderado por Roglic y Vingegaard tenía la oportunidad. Y la aprovecharon. La ausencia de corredores de UAE -por diferentes motivos- tanto en la propia carrera como en los momentos clave también jugó en su contra.

Aunque si por algo destaca Pogacar es por su capacidad para correr en solitario. Nunca ha sido de los que opta por apoyarse en el equipo, más allá de momentos puntuales que requieren la ayuda conjunta de sus compañeros. Es tan bueno que se lo puede permitir. Aunque en esta ocasión no le ha salido bien. En Vingegaard encontró un gran rival que, apoyado por su potente equipo, parecía invencible. El esloveno que siempre corre al ataque, lo intentó en cada una de las etapas de los pirineos, pero no hubo forma de remontar. El danés no se despegó de su rueda en ningún momento y terminó por minarle la moral. Aun así, no se marcha de vacío. Tres victorias de etapa y el maillot blanco son un botín reseñable, pero que seguro que no suficiente para un gran campeón.

Pogacar y Vingegaard durante el Tour de Francia 2022 © ASO

4- Geraint Thomas: Lo suyo ha sido toda una sorpresa inesperada. El que llegaba como tercer líder del equipo, terminó ocupando una merecida 3ª plaza en el pódium de París. El británico ha estado un escalón por debajo respecto a Pogacar y Vingegaard, aunque ha sido capaz de aguantar su estela en etapas realmente duras como en Alpe d´Huez, a la vez que le han metido tiempo en días como el de Peyragudes. En Ineos no esperaban este rendimiento tan sobresaliente de un corredor que hasta hace unos meses parecía totalmente alejado de la lucha por las clasificaciones generales de las carreras. Thomas ha corrido este Tour con mucha veteranía, sabiendo medir bien sus esfuerzos y siendo capaz de meter tiempo a rivales como Nairo Quintana, Romain Bardet o David Gaudu tanto en las etapas de montaña como en las dos contrarrelojes. Eso sí, al británico tan sólo se le vio atacar en el Hautacam aunque su ofensiva no tuvo éxito.

5- Jasper Philipsen: El velocista de 24 años de edad espantó a los fantasmas del pasado tras varios golpeos contra el palo -tres segundos puestos en 2021- y encontró aquello que tanto tiempo llevaba buscando: la victoria de etapa en el Tour. El belga no lo tuvo fácil tras dejar escapar varias oportunidades al inicio de la carrera, pero consiguió darle la vuelta y pudo estrenarse en la ronda gala al imponerse en la 15ª etapa en un esprint muy apretado ante Wout Van Aert. El ciclista de Alpecin volvió a darle otro triunfo a su equipo en los Campos Elíseos tras superar con mucha solvencia a sus rivales. Un lugar inmejorable para volver a levantar los brazos. A todo ello, Philipsen fue 2º en dos ocasiones a lo largo del Tour y oposita a ser uno de los esprínteres más dominantes de los próximos años. Esta edición ha batido a velocistas ya consagrados como Fabio Jakobsen o Dylan Groenewegen a los que ha superado en número de victorias. Unos datos que confirman que Philipsen ganará y dará mucha guerra en las próximas ediciones.

6- Sepp Kuss: Todo gran campeón necesita de un gran gregario. Aquel que en los peores y mejores momentos siempre esté junto a ti. Ese ha sido el papel del americano que nuevamente ha vuelto a demostrar un gran nivel y que ha sido clave en la victoria de Vingegaard. Sus actuaciones han sido de muchos quilates, sobre todo en las etapas de montaña. Kuss ha llegado a coronar puertos junto a Pogacar y Vingegaard nada más, subiendo mucho más que el resto de los corredores que pelean la general. Tenía piernas más que de sobra para conseguir su segunda victoria en el Tour, pero sus labores han sido otras. Un corredor de equipo y fundamental para Vingegaard en los momentos claves.

7- Thomas Pidcock: La gran revelación de este Tour de Francia ha sido este joven de 22 años que se marcha de la ronda gala con un triunfo muy merecido en una cima carismática como es Alpe d´Huez. El británico no pudo tener mejor debut en la ronda francesa, ganando desde la fuga con una gran exhibición. A lo largo de las tres semanas, el ciclista de Ineos alternó las labores de gregario con la libertad que el equipo le otorgó en algunas jornadas para que buscara su victoria. Lejos de esconderse, se mostró muy combativo y demostró tener muy buenas piernas. Fue partícipe de diferentes escapadas a lo largo del Tour, y se mantuvo en el top-10 de la general hasta la tercera semana. El día de Peyragudes reventó y se dejó una minutada que le hizo imposible mantenerse en los puestos más destacados. Para el recuerdo quedará aquel descenso vertiginoso que se sacó de la manga bajando el Galibier junto a su admirado Chris Froome. Pidcock demostró que los corredores que vienen del ciclismo de montaña también pueden hacer grandes cosas en la carretera, y quién sabe si en el futuro acudirá como jefe de filas con el objetivo de luchar la general.

8- Magnus Cort Nielsen: Protagonista desde el segundo día en la fuga, formó parte de todas ellas hasta la quinta jornada. A pesar de ello, no obtuvo su recompensa en forma de victoria, pero ya dejó claras sus intenciones. Durante esos días, le dio tiempo a batir un récord de Federico Martín Bahamontes al ser el primer corredor que coronaba en primera posición los ocho primeros puertos del Tour de Francia. El danés deja la cifra en 11 y tiene pinta que su récord perdurará durante unos largos años.

Pero el corredor de EF Education buscaba un objetivo, quizá de mayor importancia para su equipo, que era la victoria de etapa. Tras mucho intentarlo, se encontró con ella en Megève al ser el más fuerte de la escapada. Un gran premio para un enorme combatiente. Su andadura llegó a su fin tras dar positivo en Covid-19 y no poder tomar la salida de la 15ª etapa.

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