9ª Copa Mundo CX: Van der Haar vuelve con fuerza

Vegascross: Van Aert, primer líder

Jingle Cross: Van Aert y Compton dominan Iowa

Valkenburg: Holanda festeja y España sueña

Koksijde: Cancelada por el temporal de viento

Zeven: Van der Poel, histórico

Namur: Van Aert y Van der Poel, puro arte

Zolder: Van Aert, sin oposición

Fiuggi: Van Aert y De Boer, ganadores finales

Van der Haar cruza la meta como ganador en Hoogerheide / © UCI

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Si había un corredor, pese a su triunfo de ayer en una cita menor como la de Rucphen, al que prácticamente nadie esperaba hoy ese era Lars van der Haar, el holandés al que todos los entendidos señalan como el único capaz de poner en aprietos a los dos grandes nombres del ciclocross internacional, pero al que una lesión a finales de 2016 parecía haber dejado ya fuera de combate para todo lo que restaba de temporada, pero una recuperación casi milagrosa en los plazos y un programa de entrenamientos personalizados junto a su nuevo patrón, Sven Nys, han convertido en realidad lo imposible: Lars van der Haar vuelve a colocarse, a una semana del mundial de Bieles, entre los grandes favoritos al arcoíris.

Con Wout Van Aert viendo la carrera desde casa debido a la lesión de rodilla que le mantiene parado desde el pasado domingo en Fiuggi, Mathieu van der Poel regresaba a los circuitos después de haber dejado de lado la cita transalpina para aprovechar al máximo su concentración en las proximidades de Benicàssim (Castellón). En el gran premio bautizado con el nombre de papá, el campeón de Países Bajos partía como el gran –único– favorito a un triunfo que, en realidad, a nadie interesaba. De lo que se trataba hoy en Hoogerheide era, además de asistir a un nuevo monólogo de Van der Poel, poner nombre a los aspirantes a completar el podio de Bieles.

Pero esto es deporte y ya sabemos que los guiones que los periodistas escribimos en nuestras previas se cumplen en muy raras ocasiones y que, cuando lo hacen, es por mera casualidad y no por la pericia o sabiduría del juntaletras de turno. Cierto es, lo decíamos antes, que Van der Haar había dado un aviso ayer en Rucphen, pero también lo es que se trataba de una carrera menor y que prácticamente nadie lo consideró como una premonición de lo que iba a suceder en Hoogerheide.

Los dos primeros giros fueron absolutamente normales. Van der Poel intentaba imponer el ritmo. Meeusen, atento, seguía la rueda del gran favorito. Ninguno de los dos, sin embargo, parecía estar exprimiéndose a fondo y eso hacía que el grupo de corredores que colgaba de la rueda de Van der Poel fuese interminable. Tras las dos primeras vueltas, decíamos, tan bajo estaba siendo el ritmo que más de medio centenar de corredores rodaban dentro del minuto de diferencia respecto al líder.

La carrera estaba siendo sosa. Aburrida. Anodina. Daba la impresión de que nos estábamos adentrando en un infumable pasar de vueltas sin que nada ocurriese, pero entonces sucedió. Van der Poel se movió y Van der Haar, impaciente, le siguió. Se puso a su rueda, pero el ritmo de su compatriota no convencía al de Telenet-Fidea Lions que se colocó en cabeza con “la intención de ayudarle un poco y que abriéramos hueco”, tal y como explicaba poco después de cruzar la meta. Pero Van der Poel se cortó y Van der Haar se lanzó a un todo o nada que, en ese momento, parecía suicida.

Se fue por delante el hijo pródigo, el hombre al que Sven Nys llevaba esperando toda su vida. O, al menos, esa es la impresión que daba al ver sus ojos vidriosos y la voz, cosa rara en él, entrecortada cuando pedía paciencia al ser preguntado si estaba todo hecho. Y aunque el Caníbal de Baal no lo quería reconocer, la cosa estaba hecha. Más que hecha. Con cerca de un minuto de ventaja sobre sus perseguidores era imposible que el triunfo no llevara hoy el nombre de Lars van der Haar.

Cruzó Van der Haar, victorioso, la meta y por detrás de él, muy lejos, lo hacían Tom Meeusen (segundo podio en dos semanas en la Copa del Mundo) y Corne van Kessel para completar, qué duda cabe, el mejor día del Telenet-Fidea Lions en muchísimo tiempo. Y atrás, mucho más atrás, rodaba un Van der Poel contrariado.

Acabó 24º el gran favorito, absolutamente desconectado de la carrera desde varias vueltas antes. Algunos, claro, dirán que Van der Poel, visto que el triunfo era imposible, decidió echar mano de la calculadora. Otros, claro, dirán que un hombre de su nivel no puede dejarse de esta manera si ve que el triunfo no está a su alcance. Que Van Aert nunca haría algo así. Que cuando uno es –o quiere ser– el mejor, es imperativo vaciarse para, por lo menos, no acabar siendo una caricatura de uno mismo.

Calculadora o no, lo cierto es que Van der Poel hablaba muy contrariado al cruzar la línea de meta. “Desde luego, lo que ha pasado hoy no es lo que yo esperaba que sucediese”, aseguraba nada más ponerse el gorro y los guantes para protegerse del frío. “He preferido no competir la semana pasada y quedarme en España concentrado pensando en el mundial, por lo que espero que esto cambie. Lo importante llega la semana que viene. ¿Si estoy fastidiado? Claro que lo estoy, pero mejor que esto suceda hoy y no la semana que viene”.

En cuanto al desarrollo de la carrera, Van der Poel reconocía que “la primera vez que intenté demarrar ya noté que las cosas no iban bien. Tenía las piernas pesadas. He intentado acabar la carrera lo mejor posible, pero es que no me salía nada. Técnicamente, tampoco me ha ido bien el día”. Van der Poel recordaba que “el año pasado aquí fui muy bien y en Zolder las cosa son me salieron. Esperemos que esta vez suceda al contrario”.

Marianne Vos, a por su octavo mundial

Cuando una tiene talento, clase, elegancia y espíritu de sacrificio se convierte sencillamente, en la mejor ciclista del mundo. Marianne Vos, por la que muchos no hubiesen dado ni un céntimo no hace tanto, ha vuelto a lo grande. Ganar siete veces el mundial –seis de ellas de manera consecutiva– ya debería suponer un aval más que suficiente para optar al octavo oro, pero la manera en la que ha regresado tras un año entero en el dique seco coloca a la holandesa en un nivel, si cabe, superior.

El triunfo de Vos en casa no es, evidentemente, ninguna sorpresa. Llegó tarde a la fiesta invernal, pero desde que lo hizo sus apariciones se cuentan, casi por completo, por triunfos. Con la de hoy son siete las victorias que ha sumado en, recordémoslo, sólo un mes ya que fue el 23 de diciembre en Diegem la primera vez que levantó los brazos este año.

Su mayor rival de cara al oro mundialista, la belga Sanne Cant, parece haber llegado algo fundida a esta parte final del año. O, quizás, Cant esté como se suele estar en el mes de febrero, pero incapaz de presentar batalla a una mujer que lleva muchos menos kilómetros en las piernas y que se ha preparado de manera exclusiva para la cita de Bieles.

Sólo tres pruebas (Zolder, Fiuggi y Hoogerheide) han bastado a Vos para sumar los 240 puntos (el máximo al que podía aspirar ya que ha ganado las tres puntuables que ha corrido) que la han situado 12ª en una general final de la Copa del Mundo que ya la semana pasada se había adjudicado de manera matemática Sophie De Boer.

Thalita De Jong fue la gran perjudicada de la carrera tras sufrir una fortísima caída por la que ha tenido que visitar el hospital donde a estas horas sigue esperando el resultado de una resonancia magnética practicada a su rodilla.

Orts: “Me voy con una sensación de gran impotencia”

Felipe Orts, en Hoogerheide / © Cedida por Felipe Orts

Eli Iserbyt, campeón del mundo Sub23, no viajó hasta Hoogerheide. No fue el único, como ya sabemos todos, pero su ausencia, como la de Van Aert en la categoría reina, deslució mucho una carrera que, no nos cansamos de repetirlo, debía de servir más para medir las fuerzas de cada cual de cara a la prueba de Bieles de la próxima semana que para poner a prueba, como cualquier fin de semana, las fuerzas de unos y otros.

Sin el portador del maillot arcoíris en Hoogerheide Joris Nieuwenhuis, el ídolo local y líder de la Copa del Mundo, se convertía en el gran favorito para el triunfo. El holandés, que se ha mostrado como uno de los hombres más consistentes a lo largo y ancho de este invierno, no defraudó. No dio opción a la competencia y se llevó todo lo que había en juego: el triunfo del día, la general de la Copa del Mundo y la última victoria psicológica antes de la celebración del Mundial.

Lo cierto es que con apenas siete días por delante, lo que haya pasado hoy es prácticamente irrelevante a nivel de análisis de carrera. Ahora lo que importa es intuir –cada cual se cuida muchísimo de no desvelar los pequeños detalles que marcan las grandes diferencias– el golpe de pedal con el que llegan todos a esa cita, la más importante del año, en la que la mayoría espera ser capaz de dejarse ver y ganarse, por fin, el hueco que tanto ansía entre los mejores del mundo.

Felipe Orts, gran baza española en la especialidad invernal del ciclocross, acabó 13º hoy en Hoogerheide y con este resultado pierde su plaza en el top10 de la general para terminar la Copa del Mundo 2016/2017 en 12ª posición con 96 puntos, sólo cinco por debajo de la frontera de esa décima posición con la que había llegado a Países Bajos.

El alicantino volverá a ser la gran esperanza española de cara a la pela del arcoíris y lo cierto es que tras la sexta plaza obtenida hace un año en Zolder Orts se ha puesto el listón altísimo. No es el campeón de España un hombre que se rehuya los retos y lleva tiempo diciendo que quiere hacer un buen mundial. Las dos últimas pruebas disputadas lejos de España se le han cruzado. Hoy, tal y como explicaba él mismo a Ciclo 21 al terminar la carrera, “he tenido muy mala suerte y me voy con una enorme sensación de impotencia. Nada más salir Quinten Hermans se ha enganchado en una valla y ha habido una montonera. Me he ido al suelo y he roto la bicicleta. De repente, me he visto en la 38ª posición y ya me ha tocado ir remontando toda la carrera”.

Pese a ese mal sabor de boca que le ha dejado al de La Vila Joiosa el resultado obtenido en Hoogerheide, Orts puede sacar alguna lectura positiva de la carrera de cara a la próxima semana ya que “he rodado 2 o 3 vueltas entre los más rápidos de la carrera [con 6:22, fue el segundo corredor más veloz en las vueltas 4 y 5, N.d.A.] por lo que el ritmo me hace ser optimista al pensar que puedo estar con los mejores si no tengo mala suerte”.

Ahora, Orts optará por volver a España para la recta final de su preparación de cara a Bieles.

Feijoo mantiene vivo el sueño mundialista

Volvió a meterse en el top 10 de una cita de la Copa del Mundo para, de esta manera, mantener vivo el sueño, cada vez más cercano, de un mundial con metales para España. Iván Feijoo, reciente campeón nacional de la categoría, no consiguió hoy en Hoogerheide la mejor de las actuaciones para nuestro país en lo que llevamos de temporada, pero más que en el puestómetro, hoy toca fijarse en otras cosas. Más que en el noveno puesto, que puede saber a poco –¡quién nos iba a decir en el mes de octubre que hoy íbamos a escribir algo así!–, toca volver a centrarse en el hecho de que Feijoo ha estado toda la carrera metido en el grupo de los mejores. Cerca de los Pidcock (insisto una vez más: anoten este nombre), Vermeersch, Bekaert, Camps…

Hoy, en Hoogerheide, donde ha vuelto a imponerse el británico Thomas Pidcock por delante de su compatriota Turner y el belga Kielich; toda lectura posible, incluso en una categoría tan loca, impredecible y, por ello, bonita como lo es la júnior, en clave mundialista. Bieles está a la vuelta de la esquina y lo ocurrido hoy en Países Bajos, donde Jofré Cullell no ha sido el único ausente ilustre, se interpreta con tantas lecturas como colores tiene ese arcoíris con el que ya todos sueñan.

Toon Vandenbosch, 16º en el día de hoy, se ha llevado el triunfo final en una clasificación general en la que Jofre Cullell ha hecho valer sus 98 puntos para acabar en 14ª posición siendo el mejor español, algo para enmarcar teniendo en cuenta que ha estado ausente de más pruebas que las que ha disputado mientras que Feijoo, que tampoco ha completado el calendario copero completo, finaliza la challenge en 23ª posición con 48 puntos. Dos puestos que, a todas luces, no reflejan la realidad de lo que ambos han conseguido hacer este invierno. Actuaciones que, como bien sabe a estas alturas el fiel lector de Ciclo 21, les han metido a ambos en la terna de grandes aspirantes a todo en Bieles.

Ahora tienen una semana por delante para terminar de afinar su golpe de pedal y, sobre todo, pensar muy bien en algo de lo que España, al menos en la memoria del que esto escribe, no ha tenido que preocuparse nunca: cómo no jorobarse la carrera el uno al otro llegado el momento. Es cierto que el ciclocross es una modalidad deportiva mucho más individual que el ciclismo en ruta y que el trabajo en equipo es algo anecdótico, pero Pidcock y Turner nos han demostrado esta temporada, en más de una ocasión, que un buen planteamiento de conjunto puede ayudar mucho. El mejor ejemplo, quizás, lo visto hoy en la prueba Elite masculina a cargo del Telenet-Fidea Lions.

Feijoo explicaba a Ciclo 21 que “la carrera de hoy ha sido rapidísima desde el principio”, aunque ha estado bien posicionado desde el inicio, lo que le ha permitido “rodar en el grupo de 18 que abría la carrera hasta la mitad de la prueba”.

Sin embargo, el español tuvo mala suerte ya que “cuando se produjo el corte definitivo a falta de dos vueltas no pude cogerlo a causa de una caída de otro corredor que rodaba cerca. Pese a todo, estoy muy contento con el 9º puesto y me marcho con muy buenas sensaciones de cara al mundial”. Una cita, la de Bieles, que Feijoo preparará “volviendo a España hoy mismo y volviendo a Luxemburgo el próximo jueves”.

CLASIFICACIONES

Elite Masculina

General Copa del Mundo Elite Masculina

Elite Femenina

General Final Elite Femenina

Sub 23 Masculina

General Final Copa del Mundo Sub23 masculina

Júnior masculina

General Final Copa del Mundo júnior masculina