Jonathan Lastra: «Quiero dar un paso más allá»

El Cuaderno de Joan Seguidor / Ciclo 21

Para Jonathan Lastra el ciclismo no es uno, son los ciclismos, modalidades, carretera, ciclocross, BTT…, la forma de vivir, un calambre de vida que te permite crecer, relacionarte, ser quien eres. El ciclismo es un deporte social, un concepto sobre el que gira gran parte de esta conversación que hemos tenido con uno de los pilares de este Caja Rural que cada año está un poco más adelante. Jonathan Lastra es risueño, se extiende, no escatima en palabras y expresiones, vive la vida en bicicleta mientras conoce gente, y es feliz con ello. Así nos fue este ratico con el bilbaíno…

Lastra en la etapa de «su» Bilbao en la Vuelta a España © Caja Rural

-Jonathan, ¿sus raíces ciclistas vienen de familia?

-Vengo de familia no ciclista, aunque no por ello no le gusta la bicicleta

-Un momento de flechazo con la bicicleta…

-Si tengo que elegir uno serían los veranos en Laredo, saliendo en bicicleta por aquí por allá, con los amigos montando mi BTT

-Y llega el momento de apuntarse a una carrera

-Mi padre salía algo en bicicleta, me llamaba la atención, el grupo que hacían, la piña. Un día mi hermano fuimos a una carrera de BTT y probamos

-¿Cómo sigue la historia?

Sigo en BTT hasta que paso al Caja Rural amateur donde a partir del segundo año me centro en carretera. Hasta entonces había hecho un poco de todo, combinando modalidades con especial cariño al ciclocross

-El ciclocross siempre ha estado presente en su vida

-Desde luego que sí, desde que lo probé me enganchó, desde cadetes mismo. Luego por una lesión de escafoides dejé el BTT por el dolor en las vibraciones, de ahí que me centrara más en carretera. No obstante nunca me vi acabando en BTT, pues me encantaba el ciclocross

-¿La carretera siempre le gustó?

-Sí, y es un tema quizá social. Igual que cuando mi padre salía con la grupeta, me encantaba ir en grupo, entre gente. El BTT es muy solitario y en aquella época poco tenía que ver con la actual, entonces era salida y monte arriba, cada uno a su ritmo

-Para usted el ciclismo es un deporte social

-Sí, así me lo han enseñado desde pequeño, hacer salidas con gente, hablar, disfrutar juntos de la ruta. Recuerdo en mis primeros años experiencias muy bonitas en este sentido haciendo una ruta asturiana que se llama la «Senda del oso», iban hasta padres y madres con nosotros. De hecho una de las cosas que más me ha gustado del ciclocross fue que de inicio podíamos ir con la caravana, plantarnos allá, ver todas las carreras antes de competir y disfrutar del ambiente

-Así entiende el ciclismo

-Desde luego que sí, este deporte me ha dado grandes amigos

-Noviembre, tiempo de ciclocross ¿lo extraña?

-Ojo que este año he podido estar en Elorrio. Disfruté mucho de él, es mi modalidad, pero ojo, no es exclusivo, es el ciclismo en general. Si me preguntas ¿qué prefieres vivir del ciclocross o de la carretera? te diré que de ambos en su debido momento. Ahora extraño en ciclocross, pero en primavera o verano, apetece carretera, tengo ese privilegio, poder hacer cada cosa en cada momento

-¿Cómo le ayuda el ciclocross en la carretera?

-En detalles claro que ayuda, por ejemplo el ciclocross te exprime durante una hora larga, te lleva más allá del umbral, te deja roto, correr en ese nivel me permite que en la carretera pueda realizar tramos durísimos y mientras veo que algunos no pueden, a mí me queda gas para rodar en ese umbral, ahora bien, como el tiempo se vaya más allá, acabo reventando yo. Son momentos en los que lo pasas mal al principio, pero según pasan los minutos te estabilizas respecto al resto

-¿Recuerda un momento así?

-Sí, en esa subida tan emblemática de la Vuelta a Croacia. Allí pude mantener un ritmo de pulsaciones muy alto y estar delante hasta casi el final

-¿La carretera es muy estricta?

-Mucho, te exige todo, en todo momento, saber estar cuando hay que estar, moverte donde debes, respetar el descanso, las horas de sueño, la alimentación. En una gran vuelta es la clave, en caso contrario mueres. Pero como yo digo, todo eso está muy bien, pero hay que saber disfrutarlo

-Balance de 2019, rápido.

-Contento, voy cumpliendo objetivos

-¿Cuáles?

-Voy progresando, empecé el año bien, tuve un buen pico de forma hasta la Vuelta a Madrid, rodando en top ten en varias carreras

-Omnipresentes usted y sus compañeros en la Vuelta a España

-Pillé cinco fugas en la Vuelta, una cosa que habla del nivel que tuvimos, cada día estábamos ahí y me quedé con las ganas el día de Udax, segundo, cuando ganó Mikel Iturria

-El Caja Rural mereció el triunfo

-Es que curramos mucho, cada día estábamos en la fuga. A ti te dicen al salir que vas a ser segundo en una etapa y firmas pero claro cuando llegas segundo, quieres más. Del segundo al primero hay un abismo. Dimos un gran nivel, no se ganó, pero la imagen fue muy buena y eso que todos los equipos profesionales como nosotros habían logrado ganar»

-Deseos para el 2020 que ya está aquí

-Si ya he estado en el top ten, quiero dar un paso más allá, la victoria es difícil, pero es un buen objetivo

-En los tiempos que corren es un privilegio el Caja Rural…

-Mucho, se corre muy a gusto, con interés en la formación del chaval y que pueda dar el salto más arriba. Llevan diez años con el mismo patrocinador ¿qué más puedo decir?

-Más cuando vemos lo de Murias

-Es una tremenda lástima, pocos han sacado tanto con tan poco

-¿Es tan tétrico el paisaje como lo pintan?

-No tanto, la verdad. Sube el Euskadi, también aparece el Kern Pharma

-¿Había sitio para Murias y Euskadi?

-Era complicado, no creo que haya tantas empresas para poder soportarlos, podrían haber convivido un año, pero más, difícil

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