19ª Tour Francia: Exhibición de Arensman en La Plagne

19ª: Viernes 25 julio. Albertville (14:45)-La Plagne (17:30), 95 km

Javier Ramírez / Ciclo21

Un brote de dermatitis nodular contagiosa en un rebaño de ganado ubicado específicamente en el Col des Sais obligó a modificar el trazado inicial de la 19ª etapa. El pelotón recorrió la distancia total de 95 km en lugar de los 129,9 km previstos originalmente, evitando la ascensión afectada.

Segunda prueba alpina de la 112ª edición del Tour de Francia, que arrancó con mucha velocidad. Muchos ciclistas imprimieron dureza en el mismo momento que los comisarios bajaban banderas. Entre ellos, Paret-Peintre (Soudal), Martínez (Bahrain) y Roglic (Red Bull), que marcharon en solitario, junto a unos perennes perseguidores, Armirail (Decathlon), Campenaerts (Visma), Foss (Ineos) y Rubio (Movistar); incapaces de dar alcance a la cabeza de carrera.

Jornada rápida pero desvirtuada por el obligado recorte. Visma no apareció, tras la abstracta y esperpéntica táctica mostrada ayer en La Loze, permanecieron en un papel secundario. Como toda la temporada, hasta la penúltima etapa del pasado Giro. El papel de control en la carrera se lo dividieron entre UAE y Uno-X. Mientras que el trío de escapados rodaban coordinados para culminar el Col du Pré y la Cormet de Roselend.

En el largo descenso, Primož Roglič probó a sus compañeros de fuga. El esloveno, en un extraño movimiento dado su historial en este terreno, apretó sin temor. Bajo la lluvia y sobre una sinuosa carretera, abría diferencias mientras el pelotón, liderado por el “mariscal” Wellens daba caza a Martinez y Paret-Peintre. Aunque el ritmo del batallón de UAE fue constante, Roglič no cesó en su intento por llegar a la base de La Plagne en solitario. El ciclista de Red Bull intachable en su actitud pero falto de piernas en esta ronda francesa era absorbido en los instantes previos a la base de La Plagne, último puerto del día, que contó con más de 19 kilómetros con un desnivel medio en torno al 7% y tramos superiores a los dos dígitos.

El incombustible Wellens continuó hasta los primeros comicios de este coloso ubicado en los Alpes franceses. Tras el belga, tomó el relevo Jonathan Narváez con gran fuerza. El pulso del ecuatoriano era fuerte pero Decathlon quiso subir decibelios al ver que Roglic ya rodaba desentendido de la etapa. Y es que los galos tenían intereses claros en superar al esloveno en la clasificación con Gall, que tenía en el punto de mira a Onley y Lipowitz también. Este tren de montaña, ayudó a Pogačar, que rodaba relajado con cadencia positiva. Cuando un equipo secundario toma la iniciativa, siempre crece la incertidumbre y aparecen animadores. En otras palabras, “A río revuelto, ganancia de pescadores”. Thymen Arensman es uno de ellos. Instinto y estilo, esa fue su carta de presentación en aquella Vuelta que disputó con su anterior equipo, DSM. Aunque ahora en Ineos quieran darle un papel más protagónico en grandes vueltas, el neerlandés se luce en días como hoy: cazando etapas.

Si propongo laureles para Arensman por su alegría, no puedo decir lo mismo de Onley y Gall, en este orden. El británico de Picnic por no probar a Lipowitz, a sólo 20 segundos en la general. Por otro lado, Gall tampoco se queda atrás; después de haber puesto a trabajar a su equipo, salvo un tímido cambio de ritmo, le dijo “mus” a sus contrincantes, perdiendo fuerzas como una gaseosa abierta. Solo el maillot amarillo, sin motivos por los que arrear mantenía firme la vara. Todos a rueda del campeón del mundo, hasta París, pero sin atacarse entre ellos por posiciones de honor.

A pesar de los intereses de Gall y Onley por la tercera plaza, fue Lipowitz quien propuso una vez que divisó cómo sus rivales por el último lugar de podio se diluían como azucarillos en un café de cálida sobremesa estiva. El teutón, ahora sí, lideró al grupo de perseguidores junto a la pareja del ciclismo: Pogačar y Vingegaard; el danés ausente de ambiciones hoy cuando le negó colaboración a su némesis. Al igual que Visma durante todo el Tour, obcecados como mulas en la pesadilla que sufren desde 2020 en la Planche des Belles Filles, y desentendidos de «cotas menores» como una victoria parcial con su líder de filas para «salvar» su paso por la carrera. 

Thymen Arensman llegó en solitario, pero agonizando, a la cima en La Plagne. Segunda victoria de etapa para el neerlandés, que sirve para que Ineos alcance 22 triunfos esta campaña. Tras el de Países Bajos cruzaron Vingegaard y Pogačar, segundo y tercero, respectivamente. En vigésimo quinto orden de llegada, Raúl García Pierna fue el mejor ciclista español del día.

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20ª: Sábado 26 julio. Nantua (12:15)-Pontarlier (16:20), 185 km

Perfil de la 20ª etapa © Tour Francia

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Thymen Arensman (Ineos): «Estoy absolutamente vacío. No me lo puedo creer. Ganar una etapa desde la escapada ya era increíble; hacerlo ante los favoritos, compitiendo mano a mano contra los ciclistas más fuertes del mundo… Es como si estuviera soñando. No me hago cargo de lo que acabo de hacer. Tras el descenso hacia La Plagne, iba hablando por la radio con mi director deportivo Zak Dempster y con mi compañero Tobias [Foss], que estaba a mi lado. Como ésta era la última etapa de montaña, decidí intentar aguantar con los favoritos todo lo que pudiera, a ver qué tal tenía las piernas. Le dije a Tobias que levantara el pie: mañana es su día. Como no estoy metido en la pelea por la general, pensé que los favoritos quizá se mirarían entre ellos y me dejarían partir. Era cuestión de intentarlo, de no aceptar un ‘no’ como respuesta. Tadej [Pogacar] y Jonas [Vingegaard] son los ciclistas más fuertes del mundo, casi extraterrestres, y yo soy un simple humano. No puedo creer que les haya ganado hoy. Intenté no mirar atrás, ir lo más rápido posible. Lo hice y me bastó para ganar. Es una locura llegar al Tour después de acabar enfermo el Giro y volverme a casa con dos etapas».

Tadej Pogacar (UAE): «Hicimos un muy buen trabajo hasta la última subida. Entonces algunos corredores pensaron que podían hacer los 19 kilómetros de la subida final al sprint, y marcaron un ritmo súper alto desde abajo. Ataqué en cuanto Decathlon dejó de tirar, pero fue demasiado pronto. Pensé que Jonas [Vingegaard] querría ganar la etapa, como yo, pero se limitó a seguir mi rueda. Cuando Arensman atacó, decidí no seguirle y marcar un ritmo defensivo con el que me sintiera cómodo. Nadie más contribuyó a la persecución, y Arensman iba demasiado fuerte para mi ritmo defensivo. Estuvimos a punto de alcanzarle, pero no lo hicimos y se mereció la victoria. Iba contando los kilómetros que quedaban para París mientras tiraba. Tuve que marcar el ritmo durante casi toda la subida, y llegué bastante cansado a meta. Han sido tres días muy duros y estoy contento de que la etapa de hoy haya terminado. El Tour de Francia está empezando a hacérseme largo. Con el tiempo que hace hoy, y la ceremonia de después… Sólo quiero ir al autobús y darme una buena ducha caliente. Esto es el Tour de Francia, y nunca se sabe lo que puede pasar. Tenemos que mantener la concentración durante dos días más».

Jonas Vingegaard (Visma): «Hoy me esforcé por ganar la etapa. Desafortunadamente, Arensman hizo un gran trabajo al final y se mereció la victoria. Estaba muy fuerte, mi idea era apostar por ganar un parcial en lugar de recortarle tiempo a Tadej (Pogacar). Desgraciadamente, no pude ganar. Para ser sinceros, ha sido un Tour muy duro, el más duro. Pogacar ha sido el más fuerte y es justo ganador de la carrera. A veces, tienes que aceptarlo y ahora me toca aceptarlo a mí».

Florian Lipowitz (Red Bull): «Después de la etapa de ayer, sabía que Oscar [Onley] está muy fuerte y tenía que mantenerme a su rueda. Creo que hoy he gestionado el día bastante bien. Por supuesto, en la última subida estaba todo el rato elucubrando. Nunca sabes cómo van a estar tus piernas en la parte final, pero yo me sentía bastante bien y, cuando vi que Onley se descolgaba, lo di todo. Estoy muy contento con lo sucedido. Es increíble [vestir el maillot blanco y estar en el podio provisional de la general]. Mañana me espero otro día duro, muy rompepiernas. Todo el mundo intentará meterse en la escapada, así que tenemos que estar atentos. La etapa de hoy ha sido increíble, con tantos aficionados animándome. Nunca había visto mi nombre escrito en la carretera. Se me puso la piel de gallina durante la carrera».

Felix Gall (Decathlon): «Estoy muy contento con cómo ha ido el día. No me sentía muy bien al comienzo de la etapa en el col du Pré, pero luego recuperé las piernas y el equipo hizo un trabajo increíble en la subida final para mantener un ritmo excelente y sacar el máximo tiempo posible a Roglic. Funcionó muy bien, mi objetivo hoy era sacarle el máximo tiempo posible, no pensaba realmente en el resultado de la etapa. El Tour no ha terminado, espero que no haya más cambios en la general. El último día de descanso, era séptimo en la general y dije que si mantenía esa posición en París estaría muy contento. Ahora soy quinto, lo que es aún mejor».

Tobias Johannessen (Uno-X): «Ha sido un día muy bueno y creo que hoy hemos demostrado que somos un buen equipo. Con Andréas (Leknessund) aquí, hemos tenido un día muy bueno. Podemos estar contentos. Creo que estar entre los diez primeros es mejor de lo que habíamos soñado. Pero ahora creo que podemos hacerlo aún mejor. Mañana va a ser un día difícil, y en París también. Vamos a recargar pilas para estar listos para mañana. Creo que estos dos últimos días van a ser difíciles. Sobre todo mañana, hay posibilidades de que haya fuegos artificiales durante la etapa. Esperamos tener a Abrahamsen o a alguien más en la escapada».

Valentin Paret-Peintre (Soudal): «Ha sido muy duro de principio a fin. Solo 95 km, pero a toda máquina durante todo el recorrido. No es necesariamente más fácil que una etapa de 130 km. Sí, al final he bajado el ritmo. Las piernas estaban mejor que ayer. Estoy contento con mi día. Creo que hoy he vuelto a hacer una buena actuación. Estoy contento y las piernas responden».

Kévin Vauquelin (Arkéa): «Hoy he vuelto a limitar los daños, pero por desgracia hemos tomado una mala curva en el descenso del col du Pré, y Uno-X ha aprovechado para adelantar, pero sinceramente, nosotros habríamos hecho lo mismo en su lugar. Ha sido una bonita lucha con Tobias. Al principio no me encontraba nada bien, pero Ewen (Costiou) y Raúl (García) han vuelto a estar extraordinarios. Hicieron todo el descenso, luego rodaron… y después yo luché. Desde el pie de La Plagne luché, las piernas volvieron y la lluvia me ayudó a sentirme un poco mejor. Realmente siento que estamos en la tercera semana y todos los esfuerzos realizados en los últimos días. Desde el primer puerto, vi rápidamente que era un poco un desastre. Le dije a Ewen que rodara un poco cuando vi salir a Johannessen, lógicamente no quería perder mi puesto en la general. Sentía que no estaba bien, pero, como siempre, necesitaba ponerme en marcha, por eso en una etapa tan corta fue un poco difícil. Fue una lucha contra mí mismo. ¿El séptimo puesto? Es genial. Estoy deseando que llegue la semana que viene para poder darme cuenta de lo que ha pasado. Es mucho trabajo, estoy orgulloso del equipo, de mis compañeros y de cómo lo hemos gestionado todo. No estaba previsto en absoluto, pero hemos luchado como leones, estoy muy contento».

Thymen Arensman venció la 19ª etapa en La Plagne (c) ASO

1ª: Philipsen (Philipsen) / 2ª: Van der Poel (Van der Poel) / 3ª: Merlier / 4ª: Pogacar / 5ª: Evenepoel (Pogacar) / 6ª: Healy (Van der Poel) / 7ª: Pogacar / 8ª: Milan / 9ª: Merlier / 10ª: S. Yates (Healy) / 11ª: Abrahamsen / 12ª Pogacar (Pogacar) / 13ª: Pogacar / 14ª: Arensman / 15ª: Wellens / 16ª: V. Paret-Peintre / 17ª: Milan / 18ª: O’Connor

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