Héctor Álvarez: “El Mundial me viene bien; a ver la altitud”

Héctor Álvarez (c) Lidl

Proyecto FER / Ciclo 21

El año 2025 se adentra en su tramo final, pero hay competiciones que son distintas y singulares. Un buen ejemplo es un Campeonato del MundoEn este año se presenta particularmente atractivo por su escenario, por su destino. Por primera vez en la historia, se celebra en territorio africano. En concreto, en Ruanda.

Por tercera vez en su trayectoria deportiva, Héctor Álvarez (Benidorm, 18 años) acude a un Campeonato del Mundo de ciclismo en ruta. En las dos ocasiones anteriores, el deportista alicantino compitió en la categoría junior. En 2023, en Glasgow, fue 24º (de 70) en la contrarreloj individual y acabó 30º (de 155) la prueba en línea. El pasado año, en Suiza, concluyó la prueba en línea en 7ª posición. Tuvo el bronce a su alcance, pero se desfondó a falta de dos kilómetros. En esta ocasión Héctor regresa a un certamen mundialista como ciclista sub-23.

Álvarez ha vivido una temporada intensa. Muy accidentado en sus inicios (rotura de clavícula en enero, del radio del brazo derecho en marzo, y del codo derecho en abril), el curso fue mejorando con el paso de las semanas. Héctor ha obtenido muy buenos resultados en la ruta: 18º en la Vuelta a Bélgica, 28ª en la Clásica de Getxo o 12º en la Tour Poitou-Charentes. Y cómo no, firmó su mayor éxito del ejercicio con la medalla de oro conseguida en el ómnium del Europeo sub-23, en Portugal. La próxima semana, afrontará tres pruebas en la categoría sub-23: la crono individual (lunes 22), el team relay (miércoles 24) y la prueba en línea (viernes 26).

-Es tu primer Campeonato del Mundo sub-23 de carretera. Es decir, será de los participantes más jóvenes… ¿Es un hándicap? ¿O, como ya demostró en el Europeo sub-23 de pista, no tiene por qué ser decisivo?

-Sinceramente, no creo que sea determinante. Si acaso, puede pasar factura por tener una mayor inexperiencia, pero, en el momento de la verdad, mandan las piernas, los pulmones y la cabeza.

-Está siendo una temporada larga y exigente para usted. ¿Cómo llega a uno de los momentos del año?

-Mejor que nunca. Con grandes sensaciones. Motivado y optimista.

-¿Qué sabe del circuito? ¿Cuáles son sus características? ¿Le benefician? ¿Le perjudican?

-En teoría, el recorrido me viene muy bien. Es duro, exigente, sinuoso. El típico ‘rompepiernas’. Ahora bien, vamos a ver cómo nos afecta la altitud y esos 1.600 metros sobre el nivel del mar. Nunca he competido en un escenario similar. Dicho todo esto, tanto en la crono como en la prueba en línea, me trazo el objetivo de hacer un top-10.

-¿Un Campeonato del Mundo conlleva una motivación especial? ¿O para usted es una carrera más?

-No, no es una carrera más. Dos de mis grandes sueños son ir a unos Juegos Olímpicos y subir al podio en un Campeonato del Mundo. Por ello, me he preparado a conciencia en los días previos.

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