Sigue el calvario de Alejandro Martínez con su hernia lumbar

RFEC

 
 
Antes de nada, hay que entender la lesión y sus consecuencias. “Posiblemente todo comenzó antes del Mundial de Glasgow, que tenía molestias en la zona de la pelvis. Pero fue en el Europeo cuando se vio que no era de cadera, sino de la espalda ”. Fue entonces cuando fue al médico. “Con las pruebas que me hicieron, se vieron tres clínicas claras. Por un lado, pérdida de fuerza bilateral en ambas piernas. Por otro lado, irradiación trasera en las dos piernas. Y una de las más claras, fatiga crónica. El neurocirujano me propone una operación que es de microcirugía, dejando abierto el canal. Pero cuando iban a operarme me llaman porque tienen dudas de que el resultado a corto plazo sea positivo . Y se pospone. Y claro, si ellos tienen dudas, imagínate. Y es que hay otras alternativas, como quitar el disco completo y remplazarlo por una prótesis o dejar que se junten las dos vértebras. Pero es posible que por el tipo de carga que hago la prótesis ceda. Y porque también tengo la L4 tengo tocada y podría tener problemas. Está claro que, si me juego, es para estar bien a un 90% a corto plazo. Porque dejar la bicicleta no es una opción que me plantee”.
 
De los tres síntomas, es el de la fatiga el que más desconcierta. “No es una fatiga normal, por haber hecho un esfuerzo, sino crónica. Puedo vivir con el dolor, incluso con la pérdida de fuerza porque mis resultados en el Europeo no fueron malos, pese a tener ya problemas. Fue en el Nacional donde me di cuenta de la importancia de este problema. En un Mundial o en un Europeo haces un par de series en un día y no lo notas. Pero en Galapagar, donde teníamos los 200 y varias series en el mismo día, es donde me di cuenta y me empecé a preocupar”.
 
Cuando le comentamos si está seguro de que los dos problemas -la hernia y la fatiga- están relacionados nos cuenta que “me he hecho pruebas de todo tipo, de corazón, del aparato digestivo… y todo va bien. También he repetido las resonancias y he consultado a otro neuro. Está claro que el nervio ciático está pinzado, pero la fatiga es lo que despista”.

Y lo peor ya no es el aspecto físico, sino el psicológico. “Estoy viviendo un calvario, por la incertidumbre, que te genera una situación de estrés, aunque tengo que reconocer que va a menos. Y es que no soy yo el que tengo dudas, sino ellos. Y como no soy un futbolista, que cuando tiene un problema así se lo dan todo resuelto. Se que tengo que tener paciencia, pero ya va para cuatro meses y no puedo prolongar la decisión mucho”.

“Cuando vuelva, mentalmente seré una roca”

En este sentido, Martínez reconoce que “ya he aceptado que he tenido que renunciar a buena parte de la temporada. Dentro de lo malo, si hay un año para perderse, es este, sin duda. Pero el Mundial no quiero perdérmelo, y no está tan lejos, en octubre. Y entre la operación y la recuperación se te van varias semanas, y quiero estar allí para ayudar a mis compañeros en la velocidad por equipos y el kilómetro, que este año es mi gran objetivo”.

Y pese a todo, sigue yendo al gimnasio y montando en bicicleta. “Lo del gimnasio es para no perder tono muscular. Son ejercicios menos agresivos, metiendo pilates. Y lo de la bici ha sido un poco por quitarme el estrés. Después de mes y medio sin montar, empecé a salir por carretera, para desconectar. No es la misma postura tan forzada que llevo en la pista, y a la que no puedo renunciar. Pero me ayuda, sobre todo en el aspecto psicológico”.

Sea como fuere, lo más positivo es el optimismo del alicantino. “En estas semanas hemos avanzado algo -insiste- y cuando vuelva no sólo voy a estar a mi mejor nivel físico, sino que mentalmente seré una roca y llegaré a mi mejor rendimiento”.

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