Análisis: Conclusiones tras el inicio de la primavera

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Van Avermaet, rodeado de Sagan y Benoot, consiguió, al fin, su primera gran clásica / @BMC

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Es cierto que después de 401,5 kilómetros recorridos en dos carreras es excesivamente pronto para sacar conclusiones, pero lo visto en el Circuito Het Nieuwsblad y en la Kuurne-Bruselas-Kuurne sí puede servirnos para obtener unas primeras ideas generales sobre lo que puede dar de sí la presente primavera ciclista que, como todos los años, se ha inaugurado un mes antes de que lo haga la meteorológica.

Ha sido un fin de semana tan esperado como intenso. Eso, de entrada, siempre supone una gran noticia porque después de once meses esperando el regreso de los adoquines, las expectativas de los aficionados siempre son muy elevadas y no hay nada peor que un inicio anodino o decepcionante. La dupla de carreras con la que despedimos febrero ha sido todo lo contrario. Y no sólo por cómo se han disputado, verbigracia, con movimientos continuos y siendo el claro ejemplo de porqué este tipo de carreras de un día gustan tanto a los buenos aficionados ciclistas; sino, sobre todo, porque han sido los grandes nombres los que se han encargado, en primera persona, de poner la sal y la pimienta en esta primera ración del menú.

En este sentido, por supuesto, hay que destacar el papel protagonista –aunque sin premio– que ha adoptado el campeón del mundo, Peter Sagan, que propició la fuga buena el sábado y que ayer, en una carrera menos apta para un tipo de sus características, intentó también repetir la jugada, aunque el pelotón no se lo permitió.

Decíamos poco después de que se anotara su triunfo en Richmond, que Sagan es el campeón que el ciclismo necesita y durante estos meses de descanso hemos defendido esta afirmación con algunas de sus actividades fuera de la bicicleta, pero ahora, llegado el momento de hablar sobre la carretera, el eslovaco ha vuelto a demostrar su enorme talla como ciclista. De nuevo, se ha quedado a las puertas del triunfo en lo que ya parece una tradición más de este deporte, pero supersticiones aparte, parece evidente que el de Tinkoff ha llegado muy entonado a la primavera y que va a ser uno de los grandes favoritos para esos Monumentos con los que sueña.

También, por supuesto, hay que destacar el nombre de los dos grandes ganadores del fin de semana: Greg Van Avermaet y Jasper Stuyven. El primero, por fin, la realidad del ciclismo belga que necesitaba sí o sí encontrar ya al sucesor de Tom Boonen. El segundo, ojo con él, confirmando con sólo 23 años todo lo que ya prometía en las categorías inferiores y erigiéndose –aunque también es belga y, por lo tanto, el trono al que aspira es el de Boonen– en el heredero natural de Fabian Cancellara dentro de la estructura del Trek-Segafredo. Todos los analistas coinciden en señalarle como el gran nombre a tener en cuenta de cara a la próxima temporada ya que este año lo normal será verle correr a la sombra de Espartaco, pero no olvidemos que en esto de las clásicas muchas veces –que se lo pregunten, por ejemplo, a Niki Terpstra– ser el tapado puede ser una ventaja enorme en las grandes citas de la primavera.

Van Avermaet se ha metido un chute de moral importantísimo con el triunfo en el Circuito Het Nieuwsblad, una carrera donde, no lo olvidemos, no sólo se enfrentaba a casi todos los aspirantes a algo importante en pruebas como Flandes o Roubaix, sino también a esa sombra que su propio equipo le había colocado a su vera en la forma de Philippe Gilbert. En BMC, claro, lo niegan, pero a nadie se le escapa que Valerio Piva y su equipo había planificado con toda la intención la coincidencia de ambos jefes de filas en la prueba inaugural del calendario clásico. Van Avermaet tuvo en el pasado todo el apoyo de la escuadra americana en este campo, pero nunca supo aprovechar esa circunstancia. Este año, más presionado, llegaba siendo uno de los grandes favoritos y, por fin, se llevó su primera gran clásica. Él mismo reconocía que esperaba que, tras quitarse esa losa de encima, esperaba que ahora fuese más sencillo encontrar la racha ganadora. A sus 30 años ya no es un crío y ha entrado en esa edad en la que un nuevo año sin triunfos sería, a todas luces, una clara señal de que, quizás, las expectativas en torno a él eran demasiado elevadas. Pero el trabajo mental realizado este invierno para reforzar su liderazgo dentro del equipo parece estar dando ya sus frutos.

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Gilbert y Sagan en la salida del sábado

Gilbert, por su parte, fue junto a Stig Broeckx (Lotto-Soudal) y sus compañeros Floris Gerts y Jean-Pierre Drucker, el protagonista desgraciado del fin de semana. Los corredores del BMC se fueron al suelo el sábado, por fortuna, sin consecuencias graves para ellos. Gilbert no tomó la salida el domingo, aunque era una decisión ya prevista y su participación el próximo miércoles en el GP Le Samyn es segura. Broeckx, por su parte, fue el gran perjudicado del fin de semana después de ese atropello sufrido por una de las motos médicas de la Kuurne-Bruselas-Kuurne –que de la misma manera que la moto que atropelló a Sagan en la Vuelta a España, ‘se dio a la fuga’ tras tirar al Lotto-Soudal al suelo– sufriendo una fractura de clavícula y de costilla de las que fue operado en la tarde-noche de ayer. Un nuevo y serio aviso de que ciclistas, equipos, UCI y, sobre todo, organizadores, deben de sentarse urgentemente en torno a una mesa y abordar de forma seria esta este enorme problema que, de seguir así, acabará por provocar una desgracia grave, momento en el que se podrán pedir responsabilidades a todos los actores nombrados por su inacción. Y es que, además de ese atropello en la Vuelta a España, que se ha convertido en el más famoso del año, cabe recordar que en la Vuelta a Flandes del pasado año vivimos dos atropellos en apenas unos kilómetros.

Otro de los nombres propios del fin de semana, ausente Fabian Cancellara, fue el de Tom Boonen que, como el resto de su equipo, evidenció que este primer asalto clasicómano le ha pillado muy en fuera de juego. El fiasco del Etixx-Quick Step del sábado pudo maquillar de alguna manera el paupérrimo papel de su líder, pero su 69ª plaza en la Kuurne-Bruselas-Kuurne evidencia que el otrora dominador de esta época del año no ha llegado fino al inicio de la parte más importante de su temporada. Las cosas, claro, pueden cambiar, pero ahora mismo pensar que Boonen puede llegar a dar ese salto cualitativo de cara a Flandes o Roubaix, máxime viendo el enorme nivel del resto de favoritos, parece más una ilusión de sus incondicionales que una realidad posible. Cierto es que aquella caída en Abu Dhabi le ha lastrado muchísimo durante todo el invierno, pero en el ciclismo, como en los estudios –y en casi todo– lo que mal empieza tiene pocas opciones de acabar de forma muy distinta.

Otro de los derrotados, aunque dando otro tipo de sensaciones, fue el noruego Alexander Kristoff. El de Katusha estuvo ayer en Kuurne donde tenía que estar, pero se vio sorprendido por ese ataque de Stuyven que hizo baldío, al menos en lo que al triunfo se refiere –importantísimos los puntos obtenidos para ese objetivo colectivo de hacer de Katusha el mejor equipo al final del año–, su triunfo en el sprint en el grupo de los favoritos. Kristoff cierra el primer asalto sin victoria, pero dando buenas sensaciones –sigue siendo, junto a Kittel, el corredor con más victorias en lo que llevamos de año con cinco triunfos–.

Un hombre cuyo nombre ha quedado, de alguna manera, olvidado en las crónicas como una nota a pie de página ha sido el del joven francés de 22 años Alexis Gougeard. El corredor del AG2R no sólo ha tenido el honor de ser el primer fugado de la primavera 2016, sino que ha demostrado una enorme fuerza en el Circuito Het Nieuwsblad, donde después de formar parte de la gran escapada del día, tuvo los arrestos suficientes como para aguantar con, ahí es nada, Peter Sagan, Luke Rowe, Tiesj Benoot y Greg Van Avermaet hasta la línea de meta, donde como era de esperar el derroche de fuerzas protagonizado anteriormente le dejó fuera de la pelea por el triunfo. Algo muy parecido sucedió con un Boy van Poppel que ayer en la Kuurne-Bruselas-Kuurne se mostró muy activo durante todo el día teniendo todavía fuerzas para, en la parte final, convertirse en el mejor escudero de Jasper Stuyven que, sin duda, le debe gran parte de su triunfo.

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Benoot dará mucho que hablar /©Lotto

Aunque el triunfo de Stuyven (23 años) ha podido ensombrecer un poco su tercera plaza sólo 24 horas antes, no cabe duda de que Tiesj Benoot (21 años) ha confirmado, tras su quinta plaza en la Vuelta a Flandes de 2015, que nos encontramos ante los primeros pasos de la carrera de un hombre que protagonizará algunos de los grandes momentos en las clásicas de la próxima década.

Y, a modo de cierre de este repaso a lo que ha dado de sí este fin de semana inaugural de las clásicas, apartamos la vista de los profesionales únicamente para dar cuenta de la victoria de Franklin Six en la Bruselas-Opwijk Sub-23 en lo que es el primer triunfo en una gran clásica de la categoría del ahijado del añorado Frank Vandenbroucke.

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