Balance equipos WT (19): UAE, premio gordo y pedrea

Pogačar en lo alto de París © ASO

Nicolás Van Looy / Ciclo21

El equipo UAE-Emirates cerró el mejor año de su historia con el triunfo de Tadej Pogačar en el Tour de Francia. Así, en una sola frase, se podría resumir la temporada 2020 de la escuadra de Allan Peiper y Joxean Fernández Matxin. La Grande Boucle, esa carrera que lo es todo, que lo da y lo quita todo, que es el alfa y el omega del ciclismo, fue el culmen de una campaña rara, pero plagada de éxitos para un equipo que, descarado como su líder, rompió, al fin, la exitosa fórmula del siempre-a-bloque que, perfeccionada por Sky/Ineos, Jumbo-Visma quiso repetir en el tardío verano francés.

Pero reducir el año del UAE-Emirates a ese amarillo con el que se subió el esloveno a lo más alto del podio de los Campos Elíseos sería, además de muy simplista, tremendamente injusto para el tercer conjunto más laureado de la temporada con sus 33 triunfos, una cifra que alcanzaron con once corredores diferentes y con Pogačar, con nueve victorias, aportando de una forma importantísima, pero no tanto como para hacer al resto del grupo absolutamente dependiente de su inspiración.

Y, claro, el Tour lo capitalizará todo en este repaso a los últimos doce meses del conjunto emiratí, pero es importante y justo recordar que antes de que la pandemia lo parara todo, los pupilos de Matxin ya habían sumado once de esas 33 victorias.

Entre enero y febrero, el UAE-Emirates no se dejó ningún continente por conquistar. Empezaron en América, dominando las llegadas masivas de la Vuelta a San Juan (2.Pro) con Fernando Gaviria, que se impuso en tres etapas; pusieron su pica en Asia, con la victoria de Rui Costa en la primera etapa del Saudi Tour (2.1), convirtiendo al portugués en el primer líder en la historia de esa controvertida carrera y metieron miedo en Europa con las dos etapas y la general que se adjudicó Tadej Pogačar en la Volta a la Comunitat Valenciana (2.Pro), siendo especialmente llamativa su demostración en la Sierra de Bernia de Altea.

En este primer bloque de competición llegó, a la vez, el que podríamos marcar como el único lunar en la andadura del UAE-Emirates en 2020: su tiro al palo en la carrera de casa. Pese a que Adam Yates se mostró muy sólido en el UAE Tour, nunca sabremos si Pogačar, que se impuso en la quinta jornada de esa carrera y que terminó segundo en la general a 1:01 del británico, podría haberle dado la vuelta a la situación en la sexta y séptima etapa, anuladas después de la primera infección registrada dentro del pelotón por la COVID-19.

Arribó entonces el parón y, ya en junio, el regreso a la competición con los ojos puestos en el duelo entre el chico maravilla y su compatriota Primoz Roglič en el Tour de Francia. A esa fiesta, claro está, estaban invitados un buen puñado más de ciclistas, pero una complicada preparación sobre rodillos para lo desconocido, los complicados viajes de regreso a Europa por parte del pelotón sudamericano, las siempre presentes lesiones y una jornada inaugural matadora acabaron por reducir el asunto a ellos dos.

Repasar lo que sucedió en la Grande Boucle es, a estas alturas, algo absurdo. Todos recordamos todavía el desparpajo de Pogačar y su equipo frente al poderío grupal del Jumbo-Visma. La guerra psicológica en la que los Kuss, Van Aert o Dumoulin machacaban un día tras otro a los que trataban de romper sus defensas y, sobre todo, los preciosos duelos tête à tête entre los dos hombres de moda del ciclismo esloveno y mundial cuando la carretera y las fuerzas del resto los dejaban solos.

Y, por supuesto, nadie olvida aquella contrarreloj-cronoescalada, porque tuvo de las dos cosas, de la penúltima etapa. Aquel casco que desencajaba un poco más el rostro de un Roglič al que las referencias le caían, como los segundos en el cronómetro, como una losa. Aquel maillot blanco impoluto, que al final se tornaría en amarillo sol, que volaba allá donde el resto apenas podía ya arrastrarse. Una tarde, en fin, que quedará en el recuerdo como, quizás el referente más cercano y parecido, aquel 24 de julio de 1989 en el que Greg LeMond y Laurent Fignon pararon el mundo durante los poco menos de 30 minutos que tardaron en recorrer los 24 kilómetros entre Versalles y París.

Después, la resaca. Dos etapas en el Giro y una en la Vuelta a España. Triunfos parciales en las tres grandes y, quizás, un nuevo pero: no hubo éxito en la campaña de clásicas. Pero a esas alturas, superado el año terrible con el Tour en el bolsillo y, sobre todo, habiendo certificado que tienen en sus filas a un hombre (todavía niño) llamado a marcar la década en los que al ciclismo vueltómano se refiere, ¿quién le puede pedir más? UAE-Emirates jugó y ganó el gordo… y 32 pedreas.

Balances anteriores: AG2R / Astana / Bahrain / Bora / CCC / Cofidis / Deceuninck / Education First / Groupama / Ineos / Israel / Jumbo / Lotto / Mitchelton / Movistar / NTT / Sunweb / Trek

VICTORIAS 2020 (33)

Mejor clasificado Giro: Brandon McNulty (15º)

Mejor clasificado Tour: Tadej Pogačar (1º)

Mejor clasificado Vuelta: David De la Cruz (7º)

PLANTILLA

NEOPROFESIONALES