Bilbao: “Estar tan cerca de Contador o Quintana da moral”

Bilbao, en Burlada © Ciclo 21

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Pello Bilbao (1990, Caja Rural-Seguros RGA) se ha codeado con los mejores corredores del mundo en la reciente Vuelta al País Vasco, 17º en un podio que completaron Alberto Contador, Sergio Luis Henao y Nairo Quintana. Un nuevo salto cualitativo en su carrera y que impulsa su confianza cara a sus próximas carreras, la Vuelta a Castilla y León y el Tour de Turquía, dos vueltas en las que ya ganó una etapa el año pasado.

En su tercera temporada en el Caja Rural-RGA, el ciclista vasco espera ahora repetir o mejorar los resultados del año pasado y mira con ambición a las clasificaciones generales tras su excelente rendimiento en la Itzulia. Esa es su prioridad, mientras que espera ganarse un hueco en el WorldTour el próximo año.

-¿Cuál es el balance de su actuación en la Vuelta al País Vasco?


-Para mí ha sido una sorpresa verme delante cada día. En una carrera de este nivel y con esa participación estar siempre en cabeza, o muy cerca, para mí es un buen papel y ha sido mi mejor vuelta hasta el momento. Y teniendo en cuenta que mi objetivo al principio no era la clasificación general, sino que tenía claro que habiendo empezando tarde y con pocos días de competición no estaría en mi mejor momento, era más realista ir a por una etapa. De ningún modo pensaba estar delante en la general. Quién sabe, si desde el principio hubiera tenido ese planteamiento de la general, podría haber estado más arriba. Así que me he quedado muy a gusto, más aún porque mantuve el ritmo hasta el último día y el buen rendimiento en la crono es otra señal positiva para mí.

-La guinda fue ese décimo puesto en la contrarreloj final.


-Para nada lo esperaba. Hasta ahora las cronos nunca habían sido mi fuerte. Sabía que estaba bien físicamente y, además, no era una crono típica, normalmente no encontramos ese recorrido, estaba en casa, conocía muy bien el terreno… Así que tenía ganas de hacer un buen papel, entre los 20 primeros, por lo que hacer entre los diez primeros fue una gran sorpresa.

-Esa regularidad y en una vuelta como País Vasco, ¿cambia su mentalidad en las vueltas?


-Estar tan cerca de Contador, Quintana o Henao da moral a cualquiera. Cuando he corrido con ellos veía muy lejos  llegar a su nivel, sobre todo en la montaña y los puertos largos. En esta vuelta, se ha visto que estoy un punto mejor y que he mejorado un punto para arriba. Desde ese punto de vista está claro que la cabeza cambia y que cara a las próximas carreras los objetivos pueden cambiar.

-En definitiva, su moral se ha multiplicado para sus próximas carreras.

-
Así es. Todavía no he llegado a mi mejor forma. Me encuentro bien y moralmente fuerte. Ahora llega mi momento y espero aprovecharlo en las carreras que vienen como en Castilla y León y Turquía, unas carreras en las que ya destaqué el año pasado.  Las dos no tienen crono y eso me conviene. Son dos vueltas que conozco y que me pueden venir bien, aunque la última etapa de Castilla y León puedo ser demasiado dura para mí. Con mi golpe de pedal espero aguantar; si no, iré a por una etapa. Turquía es otra carrera que conozco muy bien y que se adapta muy bien a mis características. En la segunda parte de la temporada, espero estar en la Vuelta a España, si las cosas van normales. Siempre es un objetivo.

-De paso, ha demostrado que puede merecerse un dorsal en el pelotón del WorldTour.


-Es complicado hacerse un hueco en el WorldTour. Ya tuve mi oportunidad –en el Euskaltel-Euskadi entre 2011 y 2013- y creo que me ha venido bien dar un paso atrás y recuperar la confianza para poder buscar mis oportunidades. También he aprendido mucho. Quizá podría ser el momento ideal para volver arriba, aunque ya lo veremos al final de la temporada. De todas formas, estoy concentrado en conseguir resultados y trabajar a tope para este equipo. Y si consigo esto, seguro tendré alguna oportunidad para el año que viene y estaré preparado para ello.

-Empezó tarde la temporada y solo acumula 18 días de competición, ¿por qué?


-Ya en la concentración del equipo me empecé a sentir mal, y nadie me daba una explicación lógica. Los síntomas tampoco eran muy claros, pero yo me sentía muy débil. Tenía una sensación de pájara. Me hice pruebas, analíticas… Seguramente, fueron las consecuencias de un virus. Los valores empezaron a ser normales y empecé a entrenar.

© Acquadro

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