Cambio de piel para Urko Berrade

Berrade cambiará el rosa por el verde / © Lizarte

Euskadi – Murias, formación vasca de categoría Profesional Continental, confirmó este jueves 1 de noviembre el fichaje de Urko Berrade, ciclista del Equipo Lizarte que conocerá el profesionalismo de la mano del conjunto de Jon Odriozola. El navarro es el segundo ciclista del conjunto ‘rosa’ que ficha por un equipo UCI esta temporada tras Antonio Soto, que se estrenará con los mayores en la Fundación Euskadi.

Será un auténtico cambio de piel para Urko Berrade tras cinco años vestido de ‘rosa’. Y es que el ciclista navarro vivió su periplo juvenil en el Lizarte del Club Ciclista Ermitagaña antes de integrarse en el conjunto sub23 de la Asociación Deportiva Galibier. No obstante, no se encontrará extraño en la formación verde, toda vez que se encontrará en ella con otros ciclistas formados en el Equipo Lizarte como Óscar Rodríguez, ganador este año de la etapa de la Vuelta a España con meta en el Alto de la Camperona; Enrique Sanz, que se apuntó esta temporada una etapa de la Volta a Portugal; o Sergio Samitier, quien se adjudicó la Copa de España sub23 en 2017 dirigido por Juanjo Oroz y Manolo Azcona.

En estas tres temporadas como amateur, Urko Berrade (1997, Pamplona) ha sido un excelente exponente de qué representa el Carácter Lizarte. Siempre comprometido con sus compañeros y consigo mismo, jamás descuidó su vida deportiva pese a los problemas físicos que le asediaron en momentos puntuales y a compatibilizarla con el grado de Administración y Dirección de Empresas que cursa en la Universidad de Navarra. En su palmarés sub23 lucen tres triunfos: una cabalgada en solitario en Ereño; otra a dúo con Martí Márquez en Oteiza; y el Trofeo Iturmendi, valedero como campeonato navarro contrarreloj. Su rendimiento y su valía como hombre de equipo le llevó a completar pruebas como el Giro della Valle d’Aosta o la Volta a Portugal do Futuro, así como una buena cantidad de pruebas de la Copa de España en cuya manga inaugural, el Circuito Guadiana, rozó la victoria este año.

– Enhorabuena por su paso a profesionales, Urko. Menuda noticia para culminar un 2018 que había sido desigual.

– Pues sí. Ha sido un 2018 agridulce. Empecé muy bien, pero sufrí una caída bastante dura en la Aiztondo Klasikoa, mi segunda carrera del año, que me rompió el ritmo. Cuando volví seguía a buen nivel, pero inmediatamente después sufrí otra caída que me fastidió la rodilla y me impidió dar mi mejor versión hasta verano. No obstante, pude terminar la temporada con buenas actuaciones. Y, sobre todo, la conclusión más positiva es que, cuando he estado bien, he ofrecido mi mejor nivel de siempre. Me quedo con eso.

– ¿Qué espera aportar a Euskadi – Murias?

El principal objetivo es adaptarme lo antes posible al profesionalismo. Quiero ser útil para el equipo y competitivo en las pruebas que disputemos. Me llama mucho la atención la posibilidad de correr a nivel internacional y conocer el ciclismo en todo su esplendor y por todo el mundo.

– Para quien no le conozca: ¿qué tipo de corredor es?

Me definiría como un ciclista todoterreno. La única suerte en la que no me siento cómodo son las llegadas masivas. En las demás, voy bien. Soy capaz de pasar la montaña y tengo motor para rodar en el llano. Me gustan las carreras largas y duras: esas en las que el terreno y el ritmo van seleccionando y la gente va cayendo de madura.

– Otra pregunta para quien no le conozca: ¿qué tal lleva la carrera de ADE?

Hasta ahora, voy por las mañanas clase y entreno por las tardes. Procuro no perderme ni una clase, aunque a veces tengo que sacrificar alguna por los entrenamientos, especialmente en el segundo cuatrimestre. Por suerte, mi universidad tiene un programa llamado Talento Deportivo para ayudarnos a adaptar las fechas de los exámenes y las entregas de trabajos a las competiciones.

– ¿Qué ha aprendido en estos tres años en el Equipo Lizarte?

Más allá de la progresión física, me han enseñado a visualizar y leer la carrera. También a transmitir a mis compañeros mi punto de vista para compartirlo y mejorar entre todos.

Una pregunta filosófica: ¿En qué consiste el #CarácterLizarte?

En ayudar siempre al ciclista que tienes al lado. Que cualquier compañero sienta que tiene un hombro donde apoyarse. Cuando yo lo he pasado mal, como ha ocurrido esta temporada, he podido sentir la preocupación de mis compañeros y de los técnicos: cómo se interesaban por mí y me mantenían incluido en la dinámica del equipo aunque no pudiera correr. Eso es de gran ayuda para mantenerse motivado y adaptarse rápido a la competición una vez curado.

¿Cuál ha sido el mejor momento de su vida vestido de ‘rosa’?

Como equipo, yo diría la Vuelta a Palencia que ganamos con Óscar Rodríguez en 2016. Fuimos capaces de dominar la carrera de principio a fin. Rodríguez, Carretero, Castrillo y Samitier remataban mientras Carlos Ruiz, Martí Márquez y yo, que entonces éramos unos novatos, trabajábamos desde el principio de cada etapa. Lo que viví esa semana, siendo todavía un sub23 de primer año, me hizo crecer muchísimo. La victoria en Ereño fue también muy bonita porque la conseguí delante de mis padres, que siempre han estado ahí para apoyarme y entender que, además de estudiar, quisiera perseguir mi sueño de ser ciclista profesional.

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