Dentro del ‘decreto omnibus’ que resultaba el comunicado de la UCI de ayer en relación a los temas tratados por el Comité Directivo en la reunión mantenida durante esta semana en Arzon (Francia) hay una serie de temas relacionados con el material que afectan al ciclismo en pista, en concreto manillares, horquillas y cascos, aunque ninguno de ellos con carácter inmediato.
En relación con los manillares, para las pruebas de pista con salida masiva se establece una anchura mínima de 350 mm, pero a partir del 1 de enero de 2027, menor que la establecida para las pruebas de carretera y ciclocross que será de 400 mm. Con ello se acaba con un vacío legal que permitía manillares super estrechos.
Más inesperada es la medida tomada con respecto a las horquillas -que personalmente no termino de entender-, donde se permitirá un ancho máximo de 115 mm en la delantera y de 145 mm en la trasera, medido en toda su longitud de la horquilla y los tirantes, y que será el mismo para bicicletas de carretera y de pista, con lo que se rompe una línea evolutiva que ya se conocía en los velódromos, pero que aún no en carretera. Esta medida se aplicará a partir del 1 de enero de 2026 para las primeras y el 1 de enero de 2027 para las segundas.
Finalmente, habrá una distinción en los cascos en relación a su uso, diferenciando entre contrarrelojes de carretera y pista, por un lado, y pruebas de carretera, por otro. Las especificaciones de los cascos que se pueden utilizar en las distintas pruebas se aclararán a partir del 1 de enero de 2026, aunque también se precisa que se va a desarrollar un protocolo de homologación de cascos que entrará en vigor, como muy pronto, el 1 de enero de 2027.