Carapaz: “Estoy en el buen camino”

Carapaz quiere reeditar su triunfo en el Giro / © Movistar

Richard Carapaz protagonizó uno de los divorcios más sonados del pasado invierno. Su ruptura de Movistar, con acusaciones de infidelidad, supuso un fuerte varapalo para el equipo telefónico, que contaba con el ecuatoriano para encabezar, junto a Enric Mas (y el nunca descartable Valverde) una nueva época tras la salida de Nairo Quintana y de Mikel Landa.

Sin embargo, como ya todo el mundo sabe, Carapaz se dejó embelesar por los cantos de sirena de Ineos, que, a su juicio, le ofrecía mayores garantías no sólo para tratar de reeditar su triunfo en el Giro de Italia sino, sobre todo, para terminar de explotar como ciclista cumplidos ya los 27 años, una edad que, hasta hace apenas dos años, se consideraba el momento más dulce de un corredor, algo que ahora estrellas como su compañero Egan Bernal, Remco Evenepoel, Mathieu van der Poel o Wout Van Aert quieren poner en duda.

Antes del parón, Carapaz pudo enfundarse su nuevo maillot por primera vez en el Tour de Colombia, pero es ahora, tras su reaparición en la Vuelta a Burgos, donde fue sexto, cuando se espera que el corredor ecuatoriano comience a demostrar si acertó o se equivocó con su decisión de abandonar Movistar por el siempre plagado de estrellas equipo británico.

En una entrevista concedida al diario As, Carapaz asegura, respecto a esa polémica salida, que “sólo tengo palabras de agradecimiento para Movistar, porque ha sido una etapa muy importante en mi carrera, de aprendizaje tanto de las cosas buenas como de las malas. Y mantengo el cariño con los corredores con los que coincidí”.

Respecto a su regreso a la competición en una Vuelta a Burgos que contó, seguramente, con la mejor participación de su historia, el que será jefe de filas de Ineos en el Giro explica que “fue una vuelta a la competición favorable y creo que estoy en el buen camino. Era una carrera en la que íbamos a ayudar a Iván Ramiro Sosa. Lo importante para mí es que estoy construyendo una base sólida para lo que nos queda por delante”.

Allí, además, se encontró con un Remco Evenepoel magistral al que ya todo el mundo señala, con sólo 20 años y sin experiencia alguna en pruebas de tres semanas, como uno de los principales y más complicados rivales del ecuatoriano en la Corsa Rosa. Carapaz se muestra cauto y lanza un aviso al belga. “El Giro de Italia es una carrera con muchas particularidades y con una dureza extrema. En la historia ha habido muchos corredores que han llegado a la línea de salida aspirando al infinito y la carrera se ha encargado de ponerles en su sitio. Da igual lo que pensemos antes de empezar, cada uno acabará en el lugar que le corresponde”.

Respecto a la ya histórica concurrencia bajo el mismo techo de muchos aspirantes al triunfo en las grandes vueltas, Carapaz se reivindica y explica que “no pienso que deba demostrar nada, sólo ofrecer el nivel del que soy capaz. Cuando vine al Ineos las cosas se dejaron claras desde el principio. Aquí hay tres grandísimos corredores que tenían claro que se iban a centrar en el Tour y mi objetivo era ser la referencia en el Giro y en la Vuelta, aunque hayamos tenido que cambiar de estrategia por el cambio en el calendario. Me estoy adaptando poco a poco al equipo, con los latinoamericanos hemos estado entrenando cuando llegamos a Europa y hemos forjado una gran amistad”.


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