Carlos Barbero (Euskadi) pone fin a su incertidumbre

Carlos Barbero © M. Zuazubiskar

Carlos Barbero © M. Zuazubiskar

Carlos Barbero se refiere a Miguel Madariaga, alma mater del nuevo proyecto de la Fundación Euskadi como “Miguel”: con cariño, casi como a un padre. No es para menos, le reclutó para Orbea en plena calle, en el parking de la sede del equipo, en Derio, cuando aún arrastraba una cojera fruto de una caída durante su periodo de amateur en Naturgas. Le curó con un simple “te voy a quitar yo a ti los males, ¿te vienes a Orbea?”.Hoy Carlos sabía que, si estaba en manos de Miguel, iba a seguir confiando en él, le iba a volver a “curar”. Y así ha sido. En cuanto tuvo el dinero y la licencia, le llamó. Carlos Barbero seguirá siendo profesional en la Fundación Euskadi, el nuevo proyecto de Miguel Madariaga.

A pesar de todo, conociendo la situación actual del ciclismo, el joven corredor burgalés (22 años),temía enormemente por su futuro: “pienso que era merecedor de un hueco en la categoría pero viendo la situación que hay ahora y como pasaba el tiempo vi peligrar mi continuidad. Me hubiera costado mucho dejarlo porque es mi pasión pero yo hice lo que estaba en mi mano, ya no dependía de mí”, comenta mucho más aliviado. Lo que hubiese ocurrido, afortunadamente ahora es tan sólo una hipótesis, una conjetura: “tengo claro que no iba a ser profesional a cualquier precio, me hubiera centrado en mis estudios muy a mi pesar”, señala, pareciendo visualizarse a sí mismo de nuevo ante su mesa de estudio, frente a los libros de Ingeniería, carrera universitaria que actualmente cursa en su tercer año por la Universidad de Burgos.

La noticia de la continuidad del corredor en la Fundación Euskadi, donde cumplirá su quinto año tras militar dos años en Naturgas, uno en Orbea y otro en el equipo Euskadi, ha llegado en el mejor de los momentos, como un gran bálsamo emocional. El miedo a dejarlo le acompañaba en cada entrenamiento: “la pretemporada estaba siendo muy dura psicológicamente, llevaba una losa a cuestas todos los días al salir a entrenar, mi carácter era diferente. Al final paso muchas horas entrenado sólo y son muchas las vueltas que he dado al tema en la cabeza, pero por suerte Miguel (Madariaga) no tiró la toalla, y aunque falte algo de presupuesto para afrontar con más garantías la temporada , gracias a la Fundación se acabó mi incertidumbre”, recuerda, de nuevo, con un pequeño estremecimiento.

Ahora su visión es diferente, es de nuevo ciclista profesional, aunque aún no sepa que calendario afrontará, aspecto que todavía no le preocupa: “no he hablado de calendario aun, ahora me estoy centrando en hacer buena pretemporada y ya hablaremos del calendario más adelante”, zanja con determinación.

Finalmente, el prometedor corredor burgalés no quiere dejar escapar la ocasión para dedicar su primera sonrisa como corredor profesional continental. Aunque no dice nombres, la dedicatoria es muy personal: “como de todo lo malo también se aprende, quiero agradecer la renovación a la gente que de verdad ha estado al pie del cañón animándome en estos duros meses. Este tiempo ha servido de criba para seleccionar verdaderamente la gente que te apoya y para ellos va esta renovación”, clama, generando instantáneamente un pequeño nudo en la garganta. Ahora le toca a él responder a ese cariño con lo más le apetece hacer: dar pedales dentro del pelotón, como uno más. Madariaga estará pendiente de él. Bueno… “Miguel”.

Fuente: Rafa Simón. Prensa Carlos Barbero

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