Chris Froome: “Ahora soy parte de la historia del ciclismo”

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Froome celebra el triunfo final / © Sky

Nicolás Van Looy / Ciclo 21 – Alto del Angliru

Nunca antes, desde que la Vuelta cambió sus fechas de celebración en 1995 y apenas transcurre un mes entre el final del Tour y el inicio de la ronda española, un mismo hombre había conseguido subirse a lo más alto del podio en las dos carreras. Nunca antes, es cierto, el mejor hombre Tour del momento había hipotecado sus opciones en la Grande Boucle para llegar con más opciones a la Vuelta a España. Nunca antes, claro, existió un hombre llamado Chris Froome.

Tan educado, delicado y encantador fuera de la bicicleta como letal sobre ella, el corredor británico del Sky intentó, hasta el último aliento, dar caza a Alberto Contador y ganar la Vuelta ganando la etapa del Angliru. Pero no pudo. El Pistolero de Pinto se lo impidió. Pese a todo, Froome era hoy un hombre feliz en cuya celebración, junto a sus compañeros, había algo más que la mera celebración de un triunfo. Había emoción y ganas. Muchas ganas.

“En increíble. ¡Qué manera de terminar estas tres semanas de competición! Ahora ya tengo el doblete Tour y Vuelta”, decía y, una vez más, se deshacía en agradecimientos y elogios a una afición, la española, de la que, confiesa, incluso en sus momentos de más dura batalla con Contador, sólo recibe apoyo y cariño. “Gracias. Gracias a todos por tanto apoyo durante estas tres semanas. Durante tanto tiempo”.

Froome comparecía con la cara de relajación del que sabe que ha terminado un trabajo duro. Tortuoso. Difícil. El de Sky suspiraba. “¡Esta etapa ha sido tan dura! ¡Tan, tan, dura! Hicimos todo por dar caza a Alberto, pero era demasiado fuerte”.

La de hoy, a juicio del ganador final de la etapa, “ha sido un final tremendo, digno de una carrera como la Vuelta. Durante tres semanas hemos ido a fondo cada día. Cada final ha sido tremendo. Esta mañana, en la salida, no podía pensar otra cosa que todo podía pasar con una etapa tan corta y agresiva. Con tantas subidas. Con tantas bajadas complicadas y mojadas”.

En cuanto al transcurso de la etapa, explicaba que “cuanto más cerca estábamos de la meta, en la subida final, mejor me sentía y más confiaba. Sabía que sólo me quedaba terminar el trabajo. Durante estas tres semanas he tenido momentos buenos y malos, pero el equipo siempre ha estado ahí. Durante las tres semanas. Y todo ello, la combinación de todo esto, es el motivo por los que me encanta venir a la Vuelta. Es una carrera brutal en la que literalmente en cada etapa hay movimientos y batalla por la general”.

Su celebración hoy en la cima del Angliru, junto a sus compañeros, ha sido emocionante. “Hubo lágrimas”, reconocía uno de sus compañeros. Él, el ganador,explicaba que “cada triunfo es distinto. Cada uno de ellos cuenta una historia. El de hoy, por supuesto, ha sido un momento más emocionante por haber venido después del Tour. Hay una razón por la que nadie había conseguido antes este doblete: porque el nivel de entrega y dedicación que exige es brutal. Ha sido un reto enorme. Saber que tengo la victoria asegurada es una sensación insuperable”. Al borde de la emoción, el de Nairobi reconocía que “momentos como este son los que hacen que todos los sacrificios, el tiempo fuera de casa y lejos de la familia, merezcan la pena. Es muy emocionante. Una sensación increíble”.

El doblete Tour-Vuelta no lo había conseguido nadie antes. Al menos, desde que la ronda española se disputa en septiembre y, por lo tanto, llega inmediatamente después del Tour. Él lo ha conseguido y se convierte, así, en el primer hombre en hacerlo. Un reto que comenzó, paradójicamente, por estas mismas fechas hace un año. “El año pasado sólo pude ser derrotado tácticamente. Eso me dio mucha motivación y me mostró que era posible el doblete. Este año he estructurado mi temporada de otra manera. Llegué al Tour un poco fresco, pero eso me ha ayudado a ganar en la Vuelta”.

Chris Froome ha conseguido el reto del doblete en el Angliru, el mismo lugar donde en 2011 quedó claro que era mucho más fuerte en esa edición de la carrera que su entonces jefe de filas, Bradley Wiggins. “Ha sido un viaje increíble”, concedía. “Es romántico en cierto modo. El Angliru es el primer sitio donde tuve la oportunidad de ir a por mis propias ambiciones cuando mi líder lo tuvo complicado. Volver aquí y ganar la Vuelta de la manera que lo hemos hecho es como el final del viaje. Cerrar el círculo”.

Chris Froome se deshace en elogios por la Vuelta a España cada vez que tiene la oportunidad de hacerlo. Es una carrera que disfruta y que le gusta correr y que no cree que pueda ser comparada con el Tour. “Son dos eventos extremadamente distintos. El Tour es la pieza mayor para los profesionales. Es el evento más grande del ciclismo. Pero, para mí, la Vuelta representa el ciclismo real. Es un reto más físico que el Tour. El número de subidas, la agresividad, las condiciones… No puedo decir que disfrute menos el Tour, pero reconozco que son dos carreras muy distintas”.

Y, aunque asegura que tras este triunfo “no me corresponde a mí decir dónde está mi sitio en la historia del ciclismo”, sí es consciente que ya tiene ganado ese lugar. “El doblete es algo que ahora mismo me sobrepasa. Es algo que sólo podía soñar. ¡Hacer historia! Ser el primer británico en ganar la Vuelta. El primero en hacer el doblete. Está claro que esto me garantiza un sitio en la historia del ciclismo”.

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