«Ciclistas, cascos y lesiones en la cabeza», estudio de Fundación Mapfre

El 45% de los ciclistas muertos en carretera y el 50% de los que perdieron la vida en ciudad no llevaban casco, según el estudio «Ciclistas, cascos y lesiones en la cabeza», que la Fundación Mapfre ha presentado en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso.

De acuerdo con el análisis, que ha investigado las circunstancias de la muerte de los cerca de 2.400 ciclistas fallecidos y lesionados entre 2010 y 2012, el 57% de los ciclistas fallecidos murieron por un traumatismo craneoencefálico. Aunque la mitad de las víctimas mortales no usaba casco, el estudio estima que su efectividad “es menor que en otros tipos de accidentes” debido a la implicación de vehículos a motor que circulan a alta velocidad. No obstante, según una revisión internacional realizada por la Fundación Mapfre en 2013, los cascos de ciclistas evitan alrededor de dos de cada tres lesiones graves o mortales en la cabeza.

Durante la presentación del estudio, Julio Laria, director general del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, ha lamentado que, mientras que el número total de fallecidos por accidentes de tráfico en general se ha reducido de forma notable, el número total de ciclistas víctimas de tráfico ha experimentado un incremento.

A su vez, Laria ha destacado que en la última década se ha producido un incremento del 33% en el número de ciclistas que son heridos graves por accidentes y ha alertado del alto porcentaje de ciclistas muertos en carretera -un 45%-  que no llevaban casco, a pesar de ser obligatorio. «En resumen, se habla de 711 víctimas mortales entre 2003 y 2011, 4.896 heridos graves, muchos con secuelas incapacitantes e irreversibles, y otros 25.400 heridos leves, en total de 31.007 víctimas», ha detallado.

Asimismo, ha agregado que el 20% de los ciclistas fallecidos perdieron su vida en accidentes en solitario, sin vehículos de por medio, y según datos de las aseguradoras alemanas, dicho dato ascendería al 40% en los casos de accidentes nocturnos de ciclistas.

Laria ha afirmado en este contexto que se podrían haber evitado muchas muertes si se hubiera controlado el uso obligatorio del casco. Por ello, ve necesaria una protección integral a través del uso del casco, si bien apuesta por los 16 o los 18 años para hacer su uso obligatorio.

Desde RACC, Miquel Nadal cree «evidente» que llevar casco ayuda a reducir la gravedad de los accidentes, tanto en la carretera como en las zonas urbanas. Eso sí, ha puntualizado que en la mayoría de los países europeos en los entornos urbanos no es obligatorio su uso pero sí lo es para los niños de una determinada edad.

«Somos partidarios de que en la medida de lo posible se generalice el uso del casco pero no de manera obligatoria. Somos más partidarios de la promoción que no de la obligación porque a corto plazo podría tener un efecto disuasorio en ciudades que han tenido un boom en la bicicleta», ha señalado, poniendo los 15 años como edad tope para llevarlo, de tener que fijar una edad.

Noticia completa: elpais.com

 

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