Los comisarios: «Roglič no hizo tras coche»

Nicolás Van Looy / Ciclo21 – Plataforma de Gredos

Ya en la cima de la Plataforma de Gredos, el presidente de los comisarios de la Vuelta a España, Peter Stuppacher, en el ojo del huracán desde que ayer decidiera permitir que los coches de los equipos si situaran entre los grupos de Valverde y Roglič tras la caída de este último, ha querido despejar cualquier tipo de duda respecto a esa decisión.

Stuppacher ha informado que, efectivamente, “la caravana de coches se reorganizó después de una caída masiva, como es práctica habitual” en estos casos, añadiendo que “tras visualizar las imágenes de televisión, se pudo confirmar que Roglič no obtuvo ventaja por rodar tras el coche de Jumbo-Visma”. En otras palabras, los comisarios de la carrera se limitan ahora a confirmar que no hubo tras coche por parte del líder… con el coche de su equipo. Cosa distinta es si el maillot rojo rodó tras la estela de algún otro coche de esa caravana, algo que no es sancionable por el reglamento.

Así mismo, los jueces de la carrera confirmaron que tanto Movistar como Jumbo-Visma acudieron al camión del VAR para pedir explicaciones sobre esa decisión de permitir la reforma de la caravana.

ACTUALIZACIÓN 14-SEPTIEMBRE

Valverde y Superman hablaron en la salida / © Photo Gómez Sport

Horas después de la gran polémica que se levantó camino de Toledo y con los ánimos aparentemente más calmados, Movistar y Superman López quisieron bajar el nivel de tensión que las acciones de los primeros y las palabras de este último causaron. Tanto el equipo español como el corredor colombiano tiraron de redes sociales para, por un lado, dar una explicación a su decisión de atacar tras la caída del líder de la carrera y, por otro, pedir disculpas por los insultos vertidos en los medios de comunicación.

Movistar pedía disculpas por los hechos acontencidos e insistía en que en su planificación estaba previsto ese ataque mientras que Superman también se apoyaba en Twitter para pedir disculpas por unas declaraciones realizadas en caliente.

Además, tras esas declaraciones públicas, Superman y Valverde escenificaban esta mañana la vuelta a la normalidad al saludarse en la salida, algo que, de nuevo a través de Twitter, agradeció el conjunto Movistar.

Como una bala. Haciendo honor a su apodo. Así pasó Alejandro Valverde (Movistar) por la línea de meta de Toledo al terminar la etapa en la que él, campeón del mundo, y el resto de su equipo se han colocado en una complicada situación al tomar la decisión de mantener una ofensiva, planificada de antemano según corredores y técnicos del conjunto telefónico después de que el líder de la carrera, Primoz Roglič (Jumbo-Visma), el mejor joven, Miguel Ángel Superman López (Astana) y otra veintena de corredores se fueran al suelo a falta de algo más de 65 kilómetros para la línea de meta en el paso por la localidad de Escalona. El murciano, que nunca se ha escondido y siempre ha dado la cara cuando la situación lo ha requerido, no ha cruzado ni media sílaba con la nube de periodistas que le esperaban a los pies del Alcazar y, visiblemente malhumorado, ha esquivado micrófonos y grabadoras sin explicar la sucesión de decisiones y contradecisiones tomadas por su equipo en los momentos más tensos de la presente edición de la Vuelta a España.

Si la polémica ya estaba suficientemente alimentada con esa decisión de atacar al maillot rojo caído, más se encendieron los ánimos cuando, tras unos diez kilómetros tirando a bloque por delante, Valverde y los suyos decidieron levantar el pie y dejar que Roglič y los demás pudieran contactar de nuevo con ellos.

Para entender lo sucedido, hay que tener en cuenta muchas variables. Detalles que para unos justifican las decisiones y que para otros no son más que excusas de mal pagador. ¿Legítima defensa de los propios intereses o juego sucio? Es, probablemente, una pregunta sin una respuesta irrefutable.

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de valorar lo sucedido hoy es que no existe en el reglamento de este deporte ninguna regla que obligue a dejar de disputar una carrera o etapa en caso de caída. Lo más cercano que recoge la normativa de la UCI al respecto lo dicta su artículo 2.2.209 que habla de “accidente o incidente excepcional que pueda afectar o falsear el desarrollo regular de la prueba”. En este caso, ese mismo artículo estipula que será decisión “del director de la organización [en este caso, Javier Guillén, N.d.A.], con el acuerdo del colegio de comisarios” tomar una de las cuatro decisiones previstas en el reglamento, verbigracia, modificar el recorrido, determinar la neutralización temporal de la prueba, parar la carrera y dar una nueva salida o anula la carrera.

Como decimos, ese artículo no es aplicable a lo sucedido hoy, pero es bueno tenerlo presente a la hora de entender lo ocurrido camino de Toledo. También hay que tener en mente hoy que existe una regla no escrita en el pelotón que determina que si la carrera no está lanzada cuando se produce una caída de entidad, el pelotón levantará el pie hasta permitir el reingreso de los afectados en la pelea. A partir de ahí, determinar si la carrera estaba o no lanzada en el día de hoy vuelve a ser un ejercicio de confianza o desconfianza hacia las explicaciones de cada cual.

El campeón del mundo, que cómo él mismo siempre ha reivindicado pasa por ser uno de los portavoces naturales del pelotón internacional, no quiso, en esta ocasión, dar su versión sobre unos hechos que le afectan de forma directa. Por ello, son las palabras de José Luis Arrieta a TVE durante la etapa las que deben servir para defender la postura del equipo telefónico.

Lo primero que quiso dejar claro el director guipuzcoano es que el acelerón de Movistar no llegó propiciado por la caída, sino que lo tenían así previsto desde la salida. “Sabíamos cómo era la bajada. Estaba el puente y luego la zona de aire y queríamos aprovecharla”.

Arrieta, en cualquier caso, no ha obviado que su decisión podía sentar muy mal en el pelotón y se defendía tirando la vista atrás. “A nosotros nos ha tocado vivir este tipo de situaciones con Alejandro en el Tour o la Vuelta y nadie se ha preguntado por qué no se ha esperado a Alejandro”.

“Nosotros lo teníamos previsto”, insistía desde el coche de Movistar. Pero si su apuesta por acelerar con Roglič y Superman caídos ya había sido polémica, el fuego no hizo más que agravarse cuando apenas diez kilómetros más tarde los azules decidieron dejar que el esloveno y el colombiano pudieran volver a enlazar. Algunos vieron en ese movimiento un arrepentimiento más o menos espontáneo a la vista de la enorme polémica que se estaba generando. ¿Ganar la Vuelta a España siendo recordado como el hombre que se aprovechó de la caída de su principal rival? Quizás no era la mejor imagen para Valverde y Movistar y las redes sociales, que tanto peso tienen hoy en día en la imagen de marca de cualquier empresa y en las que tan activo se muestra siempre el conjunto telefónico, usándolas como su principal canal de comunicación, estaban echando humo.

Lejos de confirmar esa teoría, Arrieta aseguró que la decisión de parar había llegado porque “entendemos que la UCI ha dicho que iba a traer a todos a rueda de los coches. Si esto es ciclismo y la UCI decide quién va a ganar una carrera, pues perfecto”.

Una decisión que “yo no lo comparto y he dicho a los corredores que se paren”, explicaba el técnico vasco que insistía en que “otras veces nos ha ocurrido a nosotros y la UCI no ha tomado esa decisión. Nosotros teníamos previsto el sitio donde podía haber aire. Si os dais cuenta, en el pueblo anterior ya nos hemos metido en cabeza y ya está”.

Arrieta se lamentaba de que esta supuesta decisión de la UCI echaba por tierra mucho trabajo de preparación de la carrera. “Si nos tenemos que dejar horas y más horas en ver recorridos, ver carreteras para que luego… A mi no me hace gracia ninguna caída. Nosotros hemos perdido carreras por caídas. La decisión de parar ha sido nuestra, pero cuando la UCI dice que va a empalmar a los corredores tras coche”.

La acusación de Arrieta hacia la UCI es, efectivamente, muy grave porque, y por ello decíamos antes que era fundamental tener muy presente el artículo 2.2.209 del reglamento de la UCI, nada en la normativa del ciclismo avala esa decisión. Sin embargo, lo que se comunicó por Radio Vuelta (la emisora a través de la que la organización transmite a los coches de equipo las incidencias de carrera y los comunicados de los comisarios) habría sido algo muy diferente a lo asegurado por Arrieta.

Parece disparatado pensar que el experimentadísimo director navarro no entendiera el mensaje de Radio Vuelta, y es por ello por lo que todo este asunto entra en una nebulosa todavía más difícil de desentrañar. El presidente del colegio de comisarios comunicó a los equipos, a través de Radio Vuelta, que no iba a haber barrage tras la caída. En otras palabras, que consideraba que no se daban las circunstancias necesarias para hacer parar a los coches que perseguían al grupo que quedó por delante (el de Valverde y el resto de Movistar) y colocarlos detrás del grupo de Roglič. Ello, es evidente, beneficia siempre a los corredores que quedan cortados ya que, como cualquier aficionado ha podido ver en multitud de ocasiones tras caídas, pinchazos, averías y demás circunstancias de carrera, los ciclistas pueden aprovechar la estela de los coches para recuperar el terreno perdido.

Evidentemente, aunque la decisión pueda ser discutible, es muy distinto determinar que no hay lugar a un barrage a decidir que se va a reintegrar a un grupo de corredores en el pelotón permitiéndoles un tras coche.

Esas son las dos versiones disponibles. Si el movimiento de Movistar fue juego sucio o un movimiento planificado de antemano que, por circunstancias de carrera, coincidió con la caída del líder es algo que cada lector debe valorar.

El otro gran protagonista de esta historia, Miguen Ángel López, se mostró tremendamente contrariado con la actitud de Movistar, al que dedicó palabras muy gruesas. El portador del maillot blanco considera que lo hecho hoy por los telefónicos “es una falta de respeto con el maillot rojo. Hemos caído 20 corredores o más”.

Al contrario que Arrieta, que miraba al pasado recordando las ocasiones en las que los suyos salieron perjudicados de estas situaciones, Superman consideraba que “no es la primera vez que hacen algo así. Siempre hacen el estúpido. Siempre son los mismos tontos los que hacen estas cosas. Es su forma de hacer y de actuar. Es la forma de hacer de ellos siempre. Así no se ganan las carreras. Falta respeto y no son capaces. A ver si alguna carrera la ganan de fente y atacando no con estas acciones de mierda”.

“¿Rabia? Sí que hay con estas actuaciones tan tontas que hace el equipo del campeón del mundo. ¡Vaya famoso campeón del mundo que tenemos! No es la primera vez. El campeón del mundo debe dar respeto, pero aquí no hay nada. Son los típicos estúpidos de siempre.” sentenciaba, rociando con gasolina el tremendo incendio que vivía la Vuelta, el colombiano.

El cuarto clasificado en la general sí defendía la decisión tomada por los comisarios de la carrera. “Si esa ha sido la decisión de la UCI, muy bien. En esos momentos hay que mantener la calma y la solidaridad con el líder, el maillot blanco y el resto de los que han tenido ese infortunio”.

Mucho menos beligerante se mostró el líder de la general, Primoz Roglič, que se limitaba a esquivar la polémica diciendo que “mi opinión es que no sé lo que ha pasado. No lo he visto. Estaba por detrás cambiando de bicicleta. Luego intenté volver a la cabeza de carrera. Creo que necesitaremos ver qué pasó exactamente en una repetición del vídeo de la etapa y entonces será cuando podré hacer comentarios sobre este asunto”.

Grischa Niermann, exciclista y uno de los preparadores del Jumbo-Visma, lo tenía muy claro: “Movistar no ha tirado porque lo tenían preparado, han tirado porque se ha caído el líder”, explicaba el alemán en declaraciones recogidas por Eurosport.

“No he podido ver la caída”, añade Niermann. “Cuando salimos de la curva nos encontramos a un montón de corredores en el suelo y, entre ellos, a casi todo nuestro equipo. Después de eso, Movistar tomó la iniciativa y trataron de distanciarnos. No me parece una actitud muy deportiva, pero ellos dicen que lo tenían previsto por el viento”.

Muy en la línea de Superman, pero sin llegar a insultar a sus rivales, Niermann opina que “tenemos que aprender a vivir con que no nos pueden soltar de forma normal y es por eso por lo que ahora lo tienen que probar así. Estoy muy enfadado”.

Por parte de Movistar, sólo Nairo Quintana añadió, nada más cruzar la línea de meta, algo de luz a lo comentado por su director deportivo. Aunque sobre la decisión de la UCI se limitó a contestar que “no sé nada”, sí confirmó que “nosotros teníamos previsto acelerar en ese punto. La decisión de parar fue nuestra. El director es el que manda y decide. No hubo ningún problema”.

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